Poesía

El fuego y las brasas. Poesía italiana contemporánea

Emilio coco

20 junio, 2001 02:00

Sial. Madrid, 2001. 368 páginas, 4.900 pesetas

No es fácil hacer una antología de la poesía italiana del último tercio del siglo XX que no sólo lo sea de lo más significativo de ese tiempo sino también de las voces oscurecidas por el canon. Emilio Coco hace un recorrido crítico, absolutamente independiente, y aporta una esclarecedora síntesis. Se apoya en las mordaces observaciones de Piersanti; saca partido de las denuncias de Berardinelli, para quien en Italia (¿sólo en Italia?) hay una comunidad de escritores-lectores entre los que "la interacción es continua y la igualdad queda garantizada por la idiotez común"; presta atención al poder de las editoriales y a la influencia que han tenido las antologías: sobre todo, la de Porta, en la que aparece "un yo más lingöístico", articulado en una pluralidad de discursos, en las que Luzi ve una serie "de propuestas e hipótesis sin jerarquía ni calidad definible", y Pautasso, un conjunto de "experiencias disformes". En los 85 nombres que reúne adelanta algunos de los que aparecerán en las de Luneta, Doplicher y Cesari.

En el prólogo de la suya Coco pasa revista a todas ellas y hace balance de las de Galaverni, Giovanardi y Cucchi. En diálogo con sus predecesores, pero con su gusto y con los textos, Coco selecciona 24 poetas, que traduce con acierto, rigor y musicalidad. Apuesta por la tensión verbal de Moriconi y la hondura de Margherita Guidacci; rescata la tradición clásica de Elena Clementelli y la visión humanista de la Spaziani; recoge la sencilla grandeza de Giudici y la irrepetible singularidad de Alda Merini e incluye la experimentación lingöística de Bandini, cuyo primer verso de la página 77 y el último de la 78 habría que retocar. Establece una caracterización de los años 70 en los que "predominaba -dice- el extravío, un sentido de gran malestar existencial", derivado de "la imposibilidad de definirse" por relación a la literatura o a la realidad. "Novísimos" y "órficos" son tratados juntos: desde la grata sorpresa de Antonella Anedda a la contracorriente estética de Dario Belleza; desde el pensamiento poético-filosófico de Doplicher hasta la reflexión ontológica de Kemeny; desde el sistema de rimas de Lemarque y su "inteligencia del corazón" hasta "la fatiga de significar" que caracteriza la búsqueda de sentido emprendida o sufrida por Magrelli; desde el esencialismo de la Vezzali hasta la soledad de Zinna.

Esta interesante antología despliega un rico territorio ante los maravillados ojos del lector. El fuego y las brasas es una excelente selección que nos acerca una textualidad viviente que presenta en sus rasgos y objetiva y aclara en su historia, su alzada y su perfil. Algunas versiones podrían corregirse y otras matizarse, pero su resultado no puede ser mejor: ilumina la realidad de la que trata y extiende sobre ella una mirada atenta, justa, formada e informada, que despierta el interés del crítico y merece el aplauso del lector.