Image:  Norte & Sur

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Poesía

Norte & Sur

Elizabeth Bishop

8 mayo, 2002 02:00

Elizabeth Bishop. Foto: Archivo

Prol. L. A. de Villena. Trad. Eli Tolaretxipi. Igitur. 108 págs.

Llamada por James Merrill "the poet’s poet’s poet", la norteamericana Elizabeth Bishop (1911-1979) supone y define algo más que la última fase lírica de lo que se ha dado en llamar modernidad.Inscrita en la tradición de George Herbert, la escritura de Bishop representa la experiencia conjunta de dos cosas: una infancia terriblemente desdichada y una conciencia lírica de la alienación.

Lo primero es consecuencia de la muy pronta muerte de su padre -cuando ella tenía sólo ocho meses- y los trastornos mentales de su madre, confinada en un psiquiátrico y a la que, desde los cinco años, en que Elizabeth fue entregada a la custodia de sus abuelos paternos in Nova Scotia, no volvería a ver. Lo segundo es un rasgo, propio de nuestra época, que Elizabeth Bishop descubre también en los poetas ingleses de los siglos XVI y XVII, cuyos recursos utiliza no como imitación sino más bien como distanciamiento -sobre todo, en sus primeros poemas: en "The Map" y "Large Bad Picture". En ellos aparece lo que puede considerarse su sistema de lengua: un idiolecto construido no tanto sobre la prosodia como sobre la asonancia musical, las pausas y los cortes. Se ha visto en ello la influencia métrica de Hopkins, pero también la de Henry David Thoreau, Emily Dickinson y Marianne Moore, de los que parece muchísimo más cerca y con los que coincide -como con Ammons y con Ashbery- en la atención prestada a los detalles y en su capacidad de recrear, desde un punto de vista literario, las posibilidades de las situaciones cotidianas y los registros de la lengua coloquial. Su dominio de las formas clásicas -patente en su "Sestina"- se traduce tam- bién en su constante uso de la rima, la anáfora y la aliteración que contribuyen a propiciar lo que ella misma, al referirse a Hopkins, ha llamado "the releasing, checking, timing and repeating of the movement of the mind". Para Bishop la poesía es "un misterio y una sorpresa" que se produce después de "a great deal of hard work". Y eso es lo que sus poemas tienen: una transparente opacidad y una a veces oscura sencillez. Lo que no le impide ensayar la crítica social, como en su balada "The Burglar of Babylon", el poema narrativo, como en "The Riverman", o el monólogo dramático, como en "Crusoe in England".

Su poesía última se hizo cada vez más autobiográfica, pero sin ceder nunca en su alta exigencia de rigor, visible tanto en la delgadez de sus libros como en el ritmo de publicación de sus obras: una por década. Dentro de su producción en prosa destaca una pieza: "Efforts of Affection: A Memoir of Marianne Moore". Y, dentro de su lírica, merecen atención sus traducciones: las que hizo de poemas de Paz, pero, sobre todo, su antología de la poesía brasileña del Siglo XX (1972).

Premiada y reconocida por instituciones y universidades (Harvard y Nueva York la tuvieron de profesora), Elizabeth Bishop optó -como dice Villena- "por los vericuetos de lo personal íntimo", que es el principio que rige toda su creación. Norte & Sur (1946) presenta la técnica y los motivos que su obra posterior no hará sino desarrollar. Como primer libro es un texto deslumbrante, en el que abundan las observaciones cotidianas ("Estas penínsulas toman el agua entre el dedo pulgar y el índice/como las mujeres al palpar la suavidad de las telas") junto a la experiencia plástica y mental ("las aguas de las mapas están más quietas que la tierra,/y le prestan a la tierra la propia forma de las olas"); los claroscuros del amor ("Casablanca" y "The Weed", un texto sostenido de una complejidad sensual tan sugestiva como inquietante y que podría verse como una declaración de principios); una singular captación e interpretación del paisaje, con imágenes distorsionadas e invertidas; una tendencia al dístico y una facilidad para el encuadre óptico, que recuerda, por un lado, a Hopper, y, por otro, a de Chirico; un acercamiento a lo onírico más que a lo surreal, ("Dormir de pie" y en el verso "los coches blindados de los sueños"); una economía lingöística como la de Cummings, pero con un tono musical mayor, una inteligencia crítica que es una reflexión sobre el poder, y una extraña capacidad para el encuadre fílmico y ajustado de la imagen. La traducción de Tolaretxipi es neutra, con aciertos en los poemas largos, y propone una visión de la poesía primera de la Bishop que, en parte, pero sólo en parte, da.