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Medidas provisionales
Enrique Baltanás
24 febrero, 2005 01:00Enrique Baltanás. Foto: Jesús Morón
Poeta tardío, como Unamuno, es Enrique Baltanás: cuando aparece su primer libro, en 1994, ya había cumplido los 40 años. Ahora, tras una década de dedicación poética, hace recuento de su labor con esta antología breve y modélicamente prologada por Antonio Rivero Taravillo. A Baltanás, poeta de siempre grata y emocionada lectura, quizá se le puede reprochar un excesivo aire de escuela. Poeta de línea clara, su concepción del poema está muy próxima a la de Juaristi, Javier Salvago, Fernando Ortiz, a la de otros poetas andaluces que han publicado en la sevillana Renacimiento. Pero Baltanás no es un epígono, sino uno de los principales representantes de esa corriente poética que mezcla emoción y humor, cuidado del verso (sin desdeñar las estrofas tradicionales) y aire coloquial, intimismo y casi costumbrismo. Una de las machadianas "Soledades" que la antología incluye entre sus inéditos responde a las posibles críticas: "No hay pensamiento gastado/si es de verdad verdadero./ Cada vez que lo pensamos,/lo viejo se vuelve nuevo". Lo consabido se vuelve casi siempre nuevo en este libro escrito con difícil facilidad y en el que resuena una melodía a ratos demasiado conocida pero que nunca nos cansamos de escuchar.
