Poesía

Obras completas IV. Poesía y Poética

Julio Cortázar

3 noviembre, 2005 01:00

Julio Cortázar

Edición de Saúl Yurkievich. Círculo de Lectores. 2005. 1430 págs. 58 euros

Las últimas veces que hablé por teléfono con Saúl Yurkievich, ya en curso la edición de la obra completa del que fuera su amigo Julio Cortázar, me comentó con entusiasmo el volumen de la poesía de Cortázar que estaba preparando, porque en él aparecían muchos textos inéditos y dispersos que darían otra dimensión a la obra poética del escritor argentino, como Saúl, residente en París.

Por desgracia, el fallecimiento de Yurkievich hace pocos meses, en un desgraciado accidente de automóvil, le ha impedido comprobar los resultados de su trabajo. Sabía de mi interés por la poesía de Cortázar, ya que tuve la fortuna de publicar en la colección Ocnos sus Pameos y meopas (1971), que posteriormente dispersaría en Salvo el crepúsculo, cuya primera edición se publicó en Buenos Aires, en 1984, alterando, incluso, algún título. El presente volumen incluye un breve estudio de Rosalba Campra (págs. 9-34), una justificación de la edición de Yurkievich (págs. 35-43 y "Antecedentes a esta edición" 1325-1331), además de las útiles "Notas" de Daniel Mesa, que resultan indispensables, así como los diversos índices. Sin embargo, no conviene confundir al lector: ésta no es una edición crítica, aunque se aproxima, gracias también al cuidadoso trabajo de Nicanor Vélez.

Cortázar se mostraba seguro de su prosa narrativa, especialmente de sus relatos breves, pero nunca abandonó el cultivo de la poesía, que aparece con tanta frecuencia, incluso en sus libros en prosa. Se incluyen aquí, además de los ya mencionados, nueve poemas de 1927, de cuando Cortázar contaba tan sólo nueve años de edad, como "curioso anexo"; así como su juvenil Presencia (1938), publicado bajo el seudónimo de Julio Denis, que pretendió olvidar. Bajo el título de Le ragioni della collera, la revista "Lettere Scoperte" (1982) publicó la traducción italiana de 96 poemas, con una introducción de R. Campra. En 1995, se reeditaría, ahora en versión bilingöe, y ampliada hasta 101 poemas. De 1980, aunque publicado en 1990, es Un elogio del 3, que acompañaba ocho grabados al linóleo de Luis Tomasello (que aquí se reproducen conservando las mayúsculas de los breves textos cortazianos) y Negro el 10, que acompañan a diez serigrafías del mismo pintor, publicado en París en 1983. En "La noche de las amigas" (págs. 271-294), de Salvo el crepúsculo, se reproduce el sugestivo texto manuscrito. Cortázar guardaba sus poemas inéditos en carpetas fechadas, aunque sin orden, en cajones de su escritorio. Pocos parecen inacabados; pero, vistos y descifrados los manuscritos, han sido cuidadosamente ordenados -algunos fechados- por el editor. Su obra poética se cierra, curiosa y significativamente, con un poema juvenil, fechado el 23/X/ 1927, titulado "A Edgar Poe (Y, a la vez, imitación del Cuervo)", que, siendo tan temprano, anuncia su dedicación posterior al poeta norteamericano. El resto del volumen, titulado "Poética", incluye Imagen de John Keats, escrito entre 1951 y 1952 (págs. 964-1321), que se publicó en 1996 en la "Biblioteca Cortázar" de Alfaguara. El análisis de la obra de Keats, a través de su epistolario, nos lleva a una de las claves de su propia poesía; porque la obra desborda los géneros. Parte de su obra posee características que deben entenderse como poéticas, así como las fuentes de las que procede.

Pero su timidez ante la poesía propia no debe considerarse como si la entendiera "marginal", como escribió. Posiblemente esperaba del poema la plenitud, pese a que era consciente de que el texto se transformaba en "desencanto". Un cierto conceptualismo le llevará a admirar la obra de Salinas, de quien realizará una antología. Pero todo ello no son sino mecanismos para desbrozar una temática tradicional. Siempre le resultó fácil, como apunta Yurkievich, construir sonetos. No evitará siquiera el juego (ni el fuego) verbal, la invención de palabras, la mezcla idiomática, algún poema en español, francés e inglés. Tampoco eludirá lo autobiográfico.

La poesía reunida en este valioso volumen nos ofrece otra imagen de Cortázar, dispersa a lo largo de su obra. Entre los textos inéditos y ahora reunidos advertimos la alta estima por la imagen: "El estío, las cosas de hermosos nombres, la alta percha de los pájaros" de "Resumen en otoño" o el poema dedicado a Cernuda, fechado en 1941; el cariz autobiográfico de "Abuela materna", el registro coloquial argentino de "El sol de Veinticinco", el juego fónico de "El placer", el experimentalismo en "Omphalos" o el idiomático de "Vol de nuit Londres-Paris". Tenía razón Yurkievich cuando me advertía de la importancia que adquiriría este volumen de poesía y de teoría poética en el conjunto de la trayectoria de Cortázar. Refleja una época, consigue hallazgos, busca ir más allá, hacia la Belleza. Posiblemente sus relatos resulten más perfectos y algunas de sus prosas narrativas superen los descubrimientos poéticos, nada desdeñables. Pero se convierte en indispensable para poetas, como el mismo Yurkiévich. Cortázar se dirige al ser humano, desea lo imposible, como pretendió en Rayuela. Aquel hombre altísimo, al que conocí lampiño y barbudo, con el que hablé en varias ocasiones sin mirar los relojes era un poeta o, como pretendió, tan sólo esto: amplio, desparramado, joven siempre, irónico, lector, trascendental, clásico por los cuatro costados, disconforme, experimental, exigente y ambiguo. Algo de todo esto descubrirá el lector en esta indispensable suma de versos e ideas sobre la poesía.