Poesía

El mar congelado. Glosas...

Francisco García Olmedo

23 marzo, 2006 01:00

Huerga & Fierro, 2005. 64 págs. 10’58 e.

Como si el discurso de la ciencia estuviese aquejado de alguna insuficiencia para decir plenamente el mundo, el prestigioso biólogo Francisco García Olmedo (Cádiz, 1938) viene desarrollando en los últimos años, al margen de sus trabajos de investigación -de ahí en el título "glosas"-, otra escritura, narrativa y poética, donde poder inscribir las perplejidades, las incertidumbres, que, surgiendo de la palabra científica, no encuentran en ella su respuesta -"nos consume la duda/ de si el ámbito de nuestra luz/ no es más que la cara oscura,/ el mínimo desván de los errores".

Vendría a confirmar algo que se ha dicho muchas veces, que la literatura es un discurso heurístico, la posibilidad del hallazgo, del descubrimiento por la palabra. En consecuencia, hay que asumir el riesgo de decir más de lo que el saber permite y ello incluso en su propio discurso, pues "sin transgresión, aún/ estaríamos al este del Edén,/ entre los cuatro ríos." Y de este reto sale indudablemente bien parado Francisco García Olmedo.

No es ajena a esta escritura ese giro tópico de cuestionarse a sí misma -se intenta el poema, "Pero el poema había huido hacia poniente"-y cobra aquí una significación particular, pues la materia de la que se habla -el universo, sus reglas, qué sea el Tiempo, la realidad química o eléctrica de la biología, el problemático futuro, etc.- no es frecuente en poesía, pero sobre todo porque el sujeto que aquí habla conoce bien los límites del saber y hace de ello su tema: en esta humildad se oculta su grandeza.