Image: Tierras altas

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Poesía

Tierras altas

Fermín Herrero

31 mayo, 2007 02:00

Fermín Herrero. J. M. Lostau

Hiperión. Madrid, 2006. 92 páginas, 8 euros

El espacio, Tierras altas, la comarca soriana; el tiempo, uno que se repite, el ciclo anual -el nombre de cada mes encabeza cuatro poemas-, con su transcurrir, sus cambios climáticos y en la vegetación, etc. Sobre esas coordenadas, que engarzan la palabra a lo real, a lo cotidiano, Tierras altas resulta ser un libro elegíaco, la despedida definitiva a un modo de vida, el agrícola, el del pastoreo, que supone una intimidad con la naturaleza y que parece no tener cabida en el mundo actual, sin lugar en la política europea, lo que se hace asunto en varios momentos y que colabora a que los poemas no caigan en un bucolismo de otro tiempo, además de otorgar a la voz una dimensión política que no disuena en absoluto.

Lo que sobre todo ofrece Tierras altas es una poesía genuina y lo es, creo, porque hay en la voz una auténtica vivencia de lo que se habla -y, aunque puede ser fabulado, el autor nació en Ausejo de la Sierra (Soria) en 1963-, una simpatía, un padecer-con las gentes, los animales e incluso con el paisaje. Todo esto, que en principio pertenece a lo exterior, aquí se ha interiorizado, es vivencia, memoria -"Nieva / sobre el recuerdo"-, y, por tanto, hay un pathos que se manifiesta en lo que se dice, tanto que la palabra llega a ser nombrada como proveniente de la naturaleza: "Pienso como la tierra" o "los girasoles […] son como nosotros". De esta intimidad, de esta convivencia, procede el efecto de verdad que esta escritura transmite. Palabras que dan a luz una tierra, su tierra. El autor puede darse por más que satisfecho.