Image: La frente pensativa (1911-1912)

Image: La frente pensativa (1911-1912)

Poesía

La frente pensativa (1911-1912)

Juan Ramón Jiménez

26 junio, 2009 02:00

Juan Ramón Jiménez

Edición de J. A. Expósito. Linteo. Orense, 2009. 324 páginas, 25 euros

Es un tópico, y bien cierto, que la obra de Juan Ramón Jiménez fue decisiva para la poesía española contemporánea y, por sí misma, casi no es exagerado decir que constituye ella sola toda una literatura, dada la cantidad de libros que proyectó, escribió y, en parte, publicó, además de los miles y miles de anotaciones que se conservan y que son una mina inagotable para los investigadores, quienes, entre otras labores, tienen la de reconstruir los libros escritos y que el poeta dejó inéditos, en todo o en parte, o simplemente proyectados en un quehacer que incluía la permanente revisión de sus trabajos anteriores.

Sin publicar como tal libro quedó en vida de JRJ, aunque dio a conocer algunos poemas en sus antologías y en otros lugares, este La frente pensativa, aunque tuvo ya edición dentro del volumen, hace años agotado, Libros inéditos de poesía (1964). Publicados algunos otros poemas en diversos lugares, esta rigurosa edición de Juan Antonio Expósito Hernández, quien ya ha dado muestras anteriormente de su excelente conocimiento de este universo literario, supone una espléndida noticia no sólo para el juanramonismo, sino para cualquier lector de poesía. Si, por una parte, se trata de una reconstrucción del libro con veintinueve poemas inéditos -lo que ya justifica sin más esta edición-, lo que implica el correspondiente aparato crítico y una introducción muy informativa, por otra, La frente pensativa es uno de los libros importantes de JRJ, pues ilustra bien el cambio que durante los años de retiro en Moguer, 1906 y 1912, se estaba produciendo en su ideario poético y que culminaría en Diario de un poeta recién casado (1916), uno de los libros mayores de la literatura en lengua española del siglo XX.

En efecto, JRJ, en su soledad de ese tiempo moguereño, escribe varios libros, unos desde los presupuestos de la lírica francesa que había hecho suyos años atrás, pero se ve atraído también por otros: la poesía meditativa inglesa, por un lado, y, por otro, por el ideal de desnudez que había aprendido de Unamuno, lo que exigía el abandono de toda una retórica: "La poesía francesa es todo ornato, plasticismo, alegoría" dejó escrito en una de sus notas, y su escritura irá dejando a un lado todo eso para hacerse más llana en léxico, métrica, etc. Muestra fehaciente del nuevo modo es La frente pensativa. Lo sabía bien: "Se me torna celeste / la mano, me contagio de otra poesía" declara en uno de los poemas.

"Aquella rosa era veneno. / Aquella espada dio la vida.(...) Yo soñaba en la gloria de lo humano / y me hallé en lo divino" son algunos de los versos del poema inicial, que dicen bien cómo JRJ, con Platón y otras lecturas de filosofía detrás, había llegado a la convicción de que más allá de la realidad fenomenológica hay otra y que es misión del poeta nombrarla, darle pre- sencia. Renunciando a una poesía sensitiva, se inicia aquí una meditativa, de lo que el término "pensamiento" es índice reiterado y que en absoluto se opone a la belleza: "de tu encanto sin nombre" -de una mujer- reclama que sea "hermano de mi errante pensamiento".

La naturaleza, la mujer -esa interminable lista de "amadas"-, lo efímero de los días, de la vida en general, la muerte y el vacío al que lleva son algunos de los temas que sirven al poeta para dar voz a su ansia de transcendencia por medio de la poesía en cuanto posibilidad de eternidad y de la trascendencia de lo existente. No hay duda, es éste un gran libro.