Poesía

Josep Janés. Poesía, 1934-1959

Josep Janés I Olivé

24 julio, 2009 02:00

Huerga y Fierro. Madrid, 2009. 192 páginas, 16 euros


A la posteridad no le gustan las complicaciones. Para la historia, Tales de Mileto es "el del agua", Cervantes "el del Quijote" y (nos tememos) Da Vinci acabará siendo "el del código". Y que nadie tire piedras, mucho menos la primera: ¿cuántos de nosotros, al oír Josep Janés i Olivé (Hospitalet de Llobregat, 1913-Els Monjos,1959), pensaríamos no "editor", sino "poeta"?

Al rescate acuden Huerga & Fierro con Poesía, 1934-1959, obra completa de Janés. A Tú (1934), Combate del sueño (1937) y Puntas secas (1958) se añaden cuatro poemas sueltos en versión bilingöe. Janés fue un hombre con una misión: la democratización de la cultura a través de iniciativas locales, publicaciones periódicas y, por supuesto, libros, libros, libros. Curiosamente, no parecía escribir para el futuro, sino para el pasado. Lo imaginamos preguntándose qué opinaría de sus sonetos Petrarca, y no usted o yo. Y, a propósito de lírica purísima, el catalán se pone por máscara el doble rostro de Jano. Nos es familiar (por becqueriano) el Janés idealista sin redención cuando se trata de amor, o de amor y muerte, si es que no son sinónimos. Pero, en su madurez, al poeta se le cansan los ojos de tanto contemplar las alturas y vuelve la mirada a su entorno, en una secuencia costumbrista de floristas de las Ramblas, personajes circenses y tiovivos de nostalgia, donde la realidad es menos real y más impresionista, entre Degas y Vuillard, entre bailarinas ("Es la hora del silencio y las tímidas diosas / su corazón escuchan en la tregua aisladas") y costureras, entre nenúfares y Toulouse-Lautrec ("Boucherie Chevaline Paris"). Así pues, fuera pereza: conozcamos al otro Janés. Volvamos al tiempo perdido en que el clasicismo todavía era una opción.