Image: Y ningún otro cielo. (1993-2009)

Image: Y ningún otro cielo. (1993-2009)

Poesía

Y ningún otro cielo. (1993-2009)

Abelardo Linares

30 julio, 2010 02:00

Abelardo Linares. Foto: Fernando Ruso

Tusquets, 2010. 104 pp., 11 e.


Después de un largo silencio poético vuelve Abelardo Linares (Sevilla, 1952) con este Y ningún otro cielo que reúne poemas fechados desde 1993, trece de ellos ya aparecidos en la breve entrega Panorama, incluida más tarde en Mitos. Poesía reunida 1971-1995 (2000). El nuevo libro nos ofrece una cuarentena de poemas de matices y registros muy diversos en los que el tema amoroso predominante que ya sugiere el título canaliza un recorrido en claroscuro por la conciencia de su personaje poético, apasionado, grave e irónico a un tiempo.

Barajando sus propias tradiciones poéticas, con abundantes guiños a sus poetas preferidos, de Manuel Machado a Pedro Salinas, de Luis Cernuda a Jorge Luis Borges, el autor establece el tono sentimental ya desde los contrastes de los "Poemas desde Nueva York" que abren el conjunto: entre la contradictoria belleza de Manhattan, "el mayor decorado de los siglos de los siglos", la estampa social de la miseria elevada a mito en el mendigo de "Change" ("un día fuiste Ulises y ahora eres nadie") y una evocación amorosa subrayada por la obsesiva angustia temporal, la imaginería surrealista que nutre el libro crea una magnífica combinación de intensidad y distancia que desemboca en la borgesiana enumeración de "Panorama", uno de los mejores: "Nueva York, Nueva York, miéntele a mis ojos aún asombrados y dime que es de oro todo lo que en ti reluce".

Con una intensidad que recuerda algunos poemas de Sombras y de Espejos, no exenta de ironía -"Exageremos, el amor se lo merece"- ni de juegos métricos, pero siempre en vilo sobre la constancia de lo efímero, los poemas de y sobre el amor de las cuatro secciones restantes, algunos ya aparecidos en Panorama, funden pasión y conciencia de la fugacidad en unas variaciones que rinden homenaje a Salinas desde el título de la sección segunda, "Entretiempo casi romántico" hasta "Llámame ayer", poema final que amplía y mejora una versión ya antigua. En todos ellos, rebosantes de complicidades literarias, el tú es el referente constante de la evocación erótica y del razonamiento amoroso ("Silogismo") elevado a religión, como en "Oración", del que se toma el título: "Y ningún otro cielo/ que el que quiera llegarme de tu boca/ húmeda de muchos besos (...) Tu sonrisa, que limpia toda sombra y toda tristeza,/ tu sonrisa que quita los pecados del mundo".

En el centro del libro la extensa secuencia de "Variaciones sobre el deseo" ofrece una amplia serie de sugerencias de todo tipo sobre esa fuerza insaciable que se propone aquí, una vez más, como el motor del universo y de lo más vivo de cada uno de nosotros. Otros poemas de más oscura conciencia temporal dimensionan la experiencia del protagonista y también sus reflexiones sobre la poesía, que en el estupendo "El regreso de Heráclito" ironizan sobre distintos pelajes de poetas a los que todos podemos poner nombre propio, como "los que nunca dejan de ostentar en la pechera los muchos galardones que ganó su humildad". Más allá de la sátira y del humor, sin embargo, la maestría y la pasión del poeta nos alcanza particularmente en su palabra amorosa, esa que cierra el libro en homenaje: "Hacia atrás, hacia atrás,/ hasta fundirnos/ en la primera célula.// Y sea este final nuevo principio/ que dé razón del mundo".