ABC, un museo inigualable
El Museo ABC es para el dibujo y la ilustración lo que el Museo del Prado para la pintura. No creo que exista en el mundo nada parecido. Más de 200.000 obras de arte rubrican una pinacoteca inigualable. La sagaz visión del fundador de Blanco y Negro y de ABC, Torcuato Luca de Tena, se ha convertido en realidad gozosa para los aficionados a las bellas artes. Madrid, una de las diez grandes capitales de la cultura, se ha enriquecido con el tesoro artístico trasladado desde los archivos de la casa de ABC a un edificio de 3.000 metros cuadrados, especialmente apto para acoger la caravana del dibujo y la ilustración que recorrió más de un siglo.
Recuerdo a Vázquez Díaz llegando al periódico con sus artículos y sus ilustraciones. Y al inolvidado Serny, con su delicadeza y su calidad. Y a José Caballero que me traía su “Vida y Pasión de Federico García Lorca” y que dibujó una impresionante portada del ABC Cultural con el poeta asesinado cosido a balazos en medio de la sangre derramada. Y a Álvaro Delgado que venía con sus retratos que nadie ha mejorado. Y a Mampaso que era el genio de las cabecitas. Y de una manera muy especial quiero mencionar a Julián Grau Santos que ha dejado en las páginas culturales de ABC centenares y centenares de muestras admirables de su inmenso talento artístico.
Recuerdo las ilustraciones que Salvador Dalí hizo para la “Elegía por Sánchez Mejías” de Lorca. Se las pidió Lorenzo López Sancho haciéndose pasar por mí, pues conocía mi amistad con el gran genio del surrealismo. Y tampoco se me olvidará el descubrimiento de las ilustraciones que Juan Gris dibujó para Blanco y Negro, gracias a que un familiar nos alertó. Y aquella visita a mi despacho de Rafael Alberti y Manuel Rivera con el “Diálogo de Venus y Príapo”, ilustrada la zozobra poética por el lápiz provocador y espléndido del pintor sabio.
La Primera Restauración de la Monarquía, el régimen canovista, la pérdida de Cuba, Filipinas y las Marianas, la I Guerra Mundial, la dictadura corta de Primo de Rivera, el derrumbamiento de la Monarquía de Alfonso XIII, la II República, la Guerra Incivil, la dictadura larga y atroz de Franco, la II Guerra Mundial, el reinado en la sombra de Juan III, la Segunda Restauración, el reinado de Juan Carlos I, la Transición y la nueva democracia, todo eso ha desfilado por Blanco y Negro y ABC durante 120 años sin que, milagrosamente, ni la violencia ni los incendios ni la rapiña fragilizaran el tesoro artístico del dibujo y la ilustración que se atesoraba en la Casa.
Entre los grandes acontecimientos culturales de las últimas décadas se encuentra la puesta en marcha de este Museo ABC, en el que, junto a los artistas ya citados, se encuentran, por nombrar sólo a algunos, Ramón Casas, Benjamín Palencia, Maruja Mallo, Ramón Gaya, Antonio Mingote, Mariano Benlliure, Cecilio Pla, Lozano Sidro, Méndez Bringa, Sancha, López Mezquita, Emilio Grau Sala, Hidalgo de Caviedes. Teodoro Delgado, Esplandiú, José Picó, Sáenz de Tejada, Westendorp, Santonja, Tauler, Torner, Penagos, Cristóbal Toral, Eguillior, Pere Joan, Montesol, Gallardo, Francisco Nieva, Goñi, Viola, Sebastián Miranda y tantos y tantos otros que dan idea de la riqueza artística acumulada a lo largo de más de una centuria. Sólo la cicatería y el sectarismo podrían negar el inmenso acierto que supone para la cultura española este Museo único, que se enciende en Madrid para satisfacción de los que aman el arte.
Zigzag
Gonzalo Santonja dibuja con la palabra sus paisajes de la tierra y del alma. Siete lugares es un libro ávidamente escrito con una prosa emotiva y enamorada. Gonzalo Santonja ocupa un lugar de relieve en la república e las letras y en la vida intelectual española. A Rafael Alberti le gustaba escucharle. Tierras adentro, el escritor ha derramado su palabra sobre los lugares que ama. Y ha escrito algo más que un libro de viajes. Ha escrito un largo poema en prosa, en el que sobre las culturas dispersas que acumula, se escucha la vibración de un atractivo aliento lírico.