Una sentencia dice que los radares de la DGT están multando mal: se puede reclamar

El periódico El Confidencial publica este martes que una sentencia dictada por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo 1 de Pontevedra pone en duda cerca de un millón de multas y la retirada de puntos a los conductores por parte de los radares. ¿El motivo? Al parecer, la DGT no está aplicando correctamente los márgenes de error de sus cinemómetros, por lo que muchos usuarios estarían siendo castigados cuando, en realidad, no deberían serlo.

Así lo ha explicado Automovilistas Europeos Asociados (AEA), que en un comunicado explica que ya se han producido un centenar de sentencias favorables en defensa de los intereses de los conductores sancionados solo en el último año, al reclamar que no se está multando adecuadamente. Así, "la velocidad captada por los radares y que aparece sobreimpresionada en las fotografías que acompañan a la multa no es la que en realidad debería de aparecer", asegura el citado medio.

Según reclama AEA, y la Justicia ha confirmado a través de varias sentencias que es así, es necesario que se apliquen los márgenes de error del cinemómetro, pues actualmente se multa siempre que el radar detecta que un vehículo circula por encima de la velocidad máxima establecida por la vía. La última sentencia recoge que hay que "aplicar a la baja el índice máximo de error admisible según la Orden ITC/3123/2010, de 26 de noviembre". Traducido a modo de ejemplo práctico, eso significa que "si un radar nos detecta a 100 km/h o a menor velocidad, siempre deberá de quitar 5 km/h si está en una posición estática o 7 km/h si está en un vehículo en movimiento; si, por el contrario, superamos esos 100 km/h, lo que el cinemómetro debe de hacer es aplicar un porcentaje del 5 % en caso de que esté en una posición fija y un 7 % si está en movimiento, con el objetivo de evitar falsas multas".  Por tanto, si te han multado sin aplicar el margen de error del cinemómetro, podrás reclamar dicha sanción.

La última sentencia ha sido dictada en Pontevedra pero, según AEA, esta situación también ha tenido ya lugar en numerosas provincias de España, entre ellas Albacete.