La noticia política de este martes ha sido la petición de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a Pedro Sánchez de una reunión "urgente" de la comisión de seguimiento del pacto de coalición con el PSOE ante las diferencias sobre el aumento del gasto militar y para abordar la "preocupación" porque el presupuesto en Defensa alcance los 22.000 millones.
"Los debates tienen que hacerse en el seno del Gobierno de coalición", ha señalado Yolanda Díaz, que ha confirmado que tanto ella como el resto de ministros de Podemos se han enterado de este crédito de 1.000 millones a través de los medios de comunicación y no por el PSOE, como ya ocurrió con la rebaja del IVA de la luz.
Este nuevo choque de trenes en el seno del Gobierno de Pedro Sánchez se veía venir. Y lo vio con claridad el expresidente de Castilla-La Mancha y exministro de Defensa José Bono, que en su última intervención en el programa "Más vale tarde" de la Sexta hizo todo lo posible por convencer a los espectadores de la necesidad de seguir adelante con el gasto en defensa comprometido por Pedro Sánchez en la cumbre de la OTAN. Y no lo tenía fácil porque esta cadena la sigue mayoritariamente un público progresista y de izquierdas, poco proclive por tanto a destinar dinero para los ejércitos.
Convenciera o no, lo que sí hizo Bono fue ironizar sobre Podemos y sus ministros. En su entrevista con Cristina Pardo e Iñaki López, el expresidente del Congreso de los Diputados afirmó que "el gasto militar en España nunca ha tenido buena prensa, pero la Seguridad y la Defensa son elementos importantes. Ahora con la guerra en Ucrania, esa sensibilidad ha cambiado en una parte de la población".
En ese sentido fue tajante con los socios del PSOE en el Gobierno lanzando una frase demoledora: "Veo que en Podemos no han cambiado pero no es muy preocupante porque al paso que van -los de Podemos, eh-, como se descuiden, van a tener más cargos públicos que votos. Porque es un grupo que se ha ido empequeñeciendo, en su radicalidad, en su extremismo, creo que no son significativos. Pero el Gobierno les necesita… Suelen cargar mucho las tintas hasta el punto de que lo que hacen es perjudicar sus propias causas".
Aquellos tiempos en los que Bono sondeaba la irresistible ascensión de Podemos invitando a su casa a cenar a Pablo Iglesias e Íñigo Errejón se acabaron, aunque con este último todavía se le ha visto no hace mucho comiendo en un conocido restaurante de Toledo. Pero el tiempo de los podemitas ha pasado para Bono, al que ya no le basta con despreciarles. Ahora se ríe de ellos.