El del fango era yo, Señor Presidente, disculpe usted el malentendido. No pillé bien aquello de que no iba a pactar con Bildu cinco veces de igual forma que no comprendí el Evangelio cuando Jesús decía lo de setenta veces siete. A los genios y salvadores no hay quien los entienda bien, la verdad, pero usted comprenderá que el común de los mortales estamos en el lodo y el fango.

Tampoco estaba yo muy al loro de todo aquello que dijo de la necesidad, virtud y el cambio de opinión. Es usted un líder indiscutible, Pedro, no hay quien lo ponga en duda… Y nosotros unos súbditos en el lodazal y el barro que no somos dignos ni de una palabra suya… Pero cada pueblo elige a sus gobernantes, con la excepción de usted, Pedro, que nos eligió a nosotros, como el pastor a su rebaño y sus ovejas… El del fango era yo, Presidente, porque no colijo bien las consecuencias de la literatura de Begoña…

Sé que escribe cartas y que, desde el epistolario de la Pardo Bazán, es probable que no haya letras más hermosas que las suyas… Normal que esté profundamente enamorado… Pero la relevancia de sus escritos con las empresas y sus relaciones con la cátedra de la universidad es pura fantasía, Pedro… Como el dinosaurio de Monterroso, que al despertar continuaba ahí… Estamos llenos de mierda y lodo hasta las cejas… A mí, con diferencia, lo que más me gusta de usted, Pedro, es este nuevo perfil que se ha abierto de cantante de boleros…

"No conseguirán quebrarme"… Es hermosísimo que haya recuperado la tradición de la canción de toda la vida, con un pie en España y otro en América, entre el México de José Alfredo y Amlo y el Perú de Chabuca, Boluarte y Castillo… Lo veo entre Lucho Gatica y Armando Manzanero, aunque a mí me pone más cuando asume papeles estridentes como los de Moncho, Olga Guillot o Paquita la del Barrio… Rata de dos patas, te estoy hablando a ti… En realidad, podría ser incluso Bambino, que pasó la ranchera por bulerías hasta llegar a Falete… Pero en fino, delgado y guapo, claro, Presidente…

El fango somos nosotros, descaradamente, los fachas de toda la vida, que no alcanzamos ni a quitarle una hebilla del zapato para descalzarlo… En realidad, usted anda descalzo sobre las aguas del Mar Muerto, que somos los demás después de escucharlo con Ángels y Ferreras… Es una historia de amor bellísima la suya con la suerte y el destino, porque leyó pronto la Odisea y la Ilíada y comprobó que la Fortuna era para los audaces… Ahora ya lo tiene todo… Salud, dinero y amor… Y fango, mucho fango… Pero qué se le va a hacer, Pedro… La vida no es justa ni perfecta… Como Page, el único de los suyos que saca mayoría y al que no le habla…

En realidad, no le habla medio pueblo con el muro levantado… Pero ellos se lo pierden… Usted, Pedro, que habla inglés y no firmó la tesis en ese idioma por si no lo entendían… El fango somos todos… Los fascistas de siempre… Pero ya sólo queremos que nos dé brío y lustre rebozándose como uno más para ver si se nos pega algo… No es justo, Presidente… No es justo que tenga un pueblo que no le vote en masa y unánimemente… El fango somos nosotros… A ver si con tantas vidas como usted, estamos en condiciones de redimirnos.

Además, el Madrid ya gana Copas de Europa como con Franco… Menos mal que lo sacó del Valle y ya tiene sitio usted, Dios quiera que dentro de muchos años… La máquina del fango, como la de los churros, no tiene ni principio ni fin… Estamos rebozados de mierda, menos cuando sale usted por la tele… Vénguese… Y utilice este mismo artículo para limpiarse el pompis presidencial. Así le dará lustre y brillo, naturalmente. Y pasaremos juntos a la Historia, como la noche en la luna, viviendo en mi casita de papel.