Desestabilización docente
Creo que es la primera vez que estabilizar significa justamente lo contrario, o al menos genera más desestabilización que estabilización. Los docentes están que trinan, no les falta razón, tanto los que pudieran ser, los que serán, los que todavía no son pero quiere serlo, los que ya están, y los que ya estábamos. Mucho me temo que la cosa no acabará ahí, de la desestabilización vamos a pasar a la frustración generalizada.
Lo que mal empieza peor acaba. Primero, las restricciones presupuestarias y los recortes, que han generado una excesiva tasa de interinidad. Fruto de ello viene el paso dos, el tirón de orejas de la Comisión Europea. Punto tres, el error, un mal acuerdo, al menos para los docentes, alcanzado con fines electoralistas en la Mesa general de Negociación de los Empleados Públicos más las modificaciones de la Ley introducidas en el Congreso de los Diputados. Que casualidad que beneficia a las comunidades con lengua propia, pues sus docentes tendrán más posibilidades que el resto. Los firmantes del acuerdo, como siempre, con más empleados y adeptos en las distintas administraciones que en educación, se olvidaron, o se quisieron olvidar, de nosotros, pues en materia de contratación, plazas, años ininterrumpidos en el mismo puesto, temporalidad, acceso a concurso oposición, régimen, incluso sin R.P.T., Relación de Puestos de Trabajo, nos parecemos al resto de empleados públicos como un huevo y una castaña. Y menuda castaña que nos vamos a pegar.
Punto cuatro, la Ley 20/2021. Si siempre me he quejado de la desvertebración del sistema educativo, esto ya es para echarse a llorar. La Ley, o más bien los que vendieron mal, intencionado o no, el acuerdo, el cual era imposible de adaptar a los docentes, en las mismas condiciones que el resto, generaron la falsa expectativa de estabilizar personas y plazas concretas. Ni uno ni otro se estabilizarán las especialidades, a cubrir por los cientos de miles de interinos docentes de todo el estado. Bueno, para algunas comunidades con lengua propia, el resto tendremos menos posibilidades, y además para todas las especialidades que estén habilitados. Punto cinco, sale el RD 270/2020 que modifica el 276/2007 por no tener cobertura legal y que delimita tres accesos en la función pública docente, concurso, concurso oposición primando la experiencia, y el concurso oposición habitual. Pero recordemos, con las plazas que cada comunidad establezca para cada acceso, y aquí viene la madre del cordero. Muchas comunidades puntúan distinto en muchos apartados y han priorizado o interpretado la Ley según sus objetivos. Unas priorizan las plazas a concurso oposición con el 270/2022, tres años, para ofertarlas en su comunidad y otros priorizan exclusivamente concurso de méritos, cinco años, de acceso para todo el mundo mundial, menos repito, las de lengua propia que tendrán las suyas restringidas más la del resto de CCAA sin lengua propia.
Mientras en unas aparecen plazas como churros, en otras desaparecen a la misma velocidad, y en otras parece el mismo churro, pero no lo es. Un ejemplo, Extremadura y Galicia son las únicas que por ahora ofertarán casi un 93% de las plazas sólo a concurso de méritos; la diferencia es que en Galicia el churro sólo se lo pueden comer los gallego-parlantes, en Extremadura todo el que tenga ganas de churros.