"Estoy en política para forrarme", la célebre frase de Vicente Sanz, secretario general del PP de Valencia en 1990, sigue teniendo vigencia treinta y tres años más tarde. Las cifras de los salarios que cobran los alcaldes y ediles de este país son tan variadas y subjetivas como municipios existen en España. Mientras en campaña electoral las críticas a "gastos superfluos", "mala gestión económica de la izquierda" y el "despilfarro" ocuparon buena parte de los discursos de la derecha y la extrema derecha, tras los cambios de gobierno la perspectiva de los críticos parece haber cambiado.

Lejos de reducir los gastos reprochados hasta hace apenas unos días, una de las primeras medidas que han aprobado algunos consistorios- otros lo han mantenido, incluso bajado- ha sido la de subirse el sueldo. Especialmente llamativos, aunque ya resulte todo un clásico en este país, han sido los protagonizados en Castilla-La Mancha por las nuevas Corporaciones de Yebes (Guadalajara) y Puebla de Don Rodrigo (Ciudad Real), en ambos casos con gobiernos del PP y VOX en coalición, núcleos con escaso número de habitantes y limitados presupuestos municipales.

En la localidad ciudadrealeña, una población de apenas 1.100 residentes, la nueva regidora de VOX, María Luisa López, se ha fijado un estipendio mensual de 2.500 euros nada más tomar posesión del bastón de mando municipal. Entusiasta hasta lo sublime de que la alcaldesa del PSOE que la precedió en el cargo no cobrase por el Ayuntamiento en beneficio del pueblo y sus vecinos la señora López, antes que ofrecer resultado alguno de su gestión al frente del Consistorio, se ha asegurado un generoso estipendio durante los tres años que estará como regidora. El cuarto pasará a manos del PP tras el acuerdo de gobierno suscrito entre ambas formaciones.

En el caso de Yebes más de lo mismo. En este municipio alcarreño de 1.700 habitantes, la primera decisión del alcalde y su teniente alcalde –de PP y Vox, respectivamente– ha sido subirse los sueldos de manera ostensible. Ahora pasarán a cobrar 46.463,90 euros anuales brutos cada uno, quedándose a 12 céntimos del máximo legal permitido en los Presupuestos Generales del Estado para municipios de hasta 5.000 habitantes. Un aumento de la masa salarial del gobierno municipal, según denunció el PSOE, del 70%, hasta los 357.618 euros en nóminas.

La regla de quienes desempeñan funciones públicas tiene que recibir honorarios no es sólo justa, sino conveniente. Ahora bien, la aplicación en la práctica de ese criterio en sí mismo indiscutible se presta a matizaciones y discrepancias que en los casos de Puebla de Don Rodrigo y Yebes no encuentran justificación alguna. Un "despilfarro" hasta ayer para los críticos que ahora, en cambio, practican con denuedo.