2017, el peor año para una de las especies más amenazadas en Castilla-La Mancha
Las muertes de ejemplares de lince ibérico, especialmente recurrentes en Andalucía en el último mes, con ocho fallecimientos --los tres últimos conocidos la pasada semana por ahogamiento en una balsa de riego, a lo que se suman dos casos de furtivismo y tres atropellos--, elevan el año 2017 a la categoría de peor año para la especie en lo que va de siglo XXI.
Así lo ha asegurado, en declaraciones a Europa Press, el responsable del Programa de Especies de WWF España, Luis Suárez, que ha señalado que hasta ahora el peor año para el lince había sido el 2014, con un número de muertes muy cercano a la treintena, cifra que los conservacionistas consideran que se superará en este ejercicio, siendo la mayoría de los fallecimientos a causa de la acción humana.
Suárez niega que exista una preocupación intensa porque aunque el número de óbitos sea muy elevado, "comparado con el global sigue siendo muy bajo". De hecho, cabría pensar incluso en una correlación lógica, pues, con previsiones que apuntan a que este año se superarán los 500 ejemplares, éste será también el año de este siglo con mayor población lincera.
Sin embargo, la asociación insiste en dos puntos. Por un lado, los atropellos se dan casi siempre en tres 'puntos negros', dos de los cuales corresponden al Ministerio de Fomento, asegurando al respecto no entender el "retraso" en actuar en los mismos, pues "se trata de un problema que podría estar ya solucionado".
El otro punto de preocupación es, según el responsable del Programa de Especies de WWF España, el "repunte" de los casos de furtivismo y actos criminales, "que es verdad que no veíamos en los últimos años".
"Aunque son sitios y momentos diferentes, cuando lo juntas todo hay un cierto regreso a actitudes que no veíamos desde hace años", sostiene Suárez, que al respecto insta a "dar la voz de alerta, enfocar en positivo y ver en conjunto que la cosa va bien, pero que no hay que bajar la guardia".