Toledo afronta la restauración de una singular joya arquitectónica que salvó Carlos III
La restauración del Oratorio de San Felipe Neri, monumento protegido como Bien de Interés Cultural (BIC) de Toledo, comenzará en los próximos días una vez que el Ayuntamiento toledano ha concedido la licencia necesaria al Consorcio de la ciudad.
La actuación de restauración contempla la ejecución de obras de restauración de fachada y espadaña e incluye, además, intervención en las cubiertas, limpieza y adecuación del interior, según ha explicado el Ayuntamiento de Toledo en un comunicado.
La alcaldesa de Toledo y presidenta del Consorcio, Milagros Tolón, ha avanzado en Twitter que "pronto comenzarán las obras de acondicionamiento general y mejora de fachadas y cubierta del Oratorio de San Felipe Neri" y ha precisado que la actuación sobre este monumento protegido como Bien de Interés Cultural tendrá lugar a través del Consorcio de Toledo.
El Oratorio de San Felipe Neri es un espacio singular en la ciudad, testigo de la superposición constructiva a lo largo de la historia y único superviviente arquitectónico de la desaparecida iglesia de San Juan Bautista que ocupaba, desde su fundación en 1125, toda la plaza de Amador de los Ríos.
La Iglesia de San Juan Bautista fue demolida entre 1771 y 1779 por los problemas estructurales que arrastraba desde hacía siglos y únicamente se salvó el edificio que a lo largo de la historia ha sido capilla de Sancho Sánchez, Escuelas de Cristo y Oratorio de San Felipe Neri, por intercesión directa de los dirigentes de las Escuelas ante el rey Carlos III.
El inmueble consta de un cuerpo principal de planta oblonga que se corresponde con el oratorio o capilla, cerrado mediante bóveda tardo-gótica de terceletes que conserva restos de policromías.
A la capilla se accede a través de un patio que también comunica con una estancia a modo de antesala que comunica, mediante una escalera con el sótano, donde pueden apreciarse restos arqueológicos de las termas romanas que existen bajo la plaza de Amador de los Ríos.
El proyecto redactado pretende resolver problemas de conservación de cubierta y fachada, donde material constructivo ha caído en fechas recientes a la calle, y también se busca acondicionar el espacio interior para ser utilizado como lugar de visitas y exposición.
El proyecto contempla cuatro categorías o unidades de actuación, que son la limpieza y restauración de zonas deterioradas de la cubierta, con la reparación de las zonas de cubierta deterioradas y en mal estado; la restauración de espadaña; la restauración de la fachada exterior y la adecuación del espacio expositivo interior.
El uso del Oratorio fue cedido al Consorcio por la Junta de Comunidades tras la firma de un acuerdo entre la entidad y la Consejería de Educación, Cultura y Deportes, propietaria del BIC.