¿Se puede hacer turismo sin contaminar? Los 6 trucos que te permitirán ser un viajero 'eco'
El impacto económico del turismo es innegable, pero también puede generar impactos negativos tanto ecológicos como sociales.
28 julio, 2022 02:59El turismo es una de las actividades económicas más importantes de nuestro tiempo. En ninguna época anterior, esta actividad había sido tan popular y generalizada entre tanta población de todo el planeta. Ni, por supuesto, había movilizado las cantidades de dinero que mueve hoy.
Sí, es cierto que con la pandemia causada por el coronavirus, el sector vivió, como es lógico, momentos duros y de incertidumbre. Pero ahora que todo ha comenzado a volver a la normalidad, ya se puede observar de nuevo su magnitud.
Obviamente, el turismo genera impactos positivos en los lugares que lo acoge. Pero no hay que olvidar que, al mismo tiempo, puede generar efectos negativos, tanto a nivel local como global, y tanto desde una perspectiva ecológica como social.
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Por ejemplo, y por citar datos prepandemia, un estudio publicado en 2018 por Nature Climate Change sugirió que el turismo representa el 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, una proporción muy importante que, sin duda, puede ir en aumento si, tal y como se prevé por parte de la Organización Mundial del Turismo, para 2030 el número de viajeros alcanzase los 1.800 millones
A pesar de todo, desde organismos nacionales e internacionales se insiste en que el sector turístico puede contribuir directa o indirectamente en el cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por los Gobiernos en la Agenda 2030. Esto se lograría a partir de la aplicación de tres ejes: la optimización de los recursos ambientales, la autenticidad de las culturas locales y la distribución de la riqueza.
Por todo esto, ahora que muchos acaban de iniciar sus vacaciones, o están a punto de hacerlo, no está de más conocer algunas claves que pueden ayudar a promover el turismo sostenible, reducir su impacto en el planeta y ayudar a avanzar en la consecución de los ODS.
1. Evitar destinos masificados
Cuando tomamos la decisión de viajar, en muchas ocasiones, lo primero que viene a la mente es elegir algunos de los destinos más populares y con mayor afluencia de personas. Esta no es la opción más sostenible por la excesiva presión que se ejerce sobre sus recursos y patrimonio natural y cultural, que puede materializarse, por ejemplo, en un exceso de residuos o en un aumento de la contaminación ligada a los medios de transporte contaminantes.
Además, no hay que perder de vista que existen excelentes destinos, que nada tienen que envidiar a aquellos, en los que no se da esta masificación y que, por tanto, reciben una menor presión externa. Algo que, en última instancia, también redunda en la experiencia y el bienestar de los visitantes.
Por tanto, dedicar un poco de tiempo a investigar para encontrar lugares menos conocidos y planificar unas vacaciones en lugares menos masificados es una de las mejores formas de practicar un turismo sostenible y de calidad.
2. Respetar la historia y la cultura local
Cuando viajamos, podemos hacerlo a un lugar cercano en el que las prácticas culturales son las mismas o muy similares a las nuestras; pero también podemos dirigirnos a lugares en los que las costumbres y la vida cotidiana son muy diferentes.
Por eso, no está de más aprender e informarse sobre las formas de vida, la cultura y la historia de nuestros destinos, no sólo para saciar la curiosidad, sino porque de esta manera podemos ser respetuosos con la sociedad con la que vamos a convivir.
Conocer los comportamientos, valores y tradiciones siempre es necesario para no caer en argumentos triviales y generalmente erróneos, evitar simplificaciones o caer en un folclorismo vacuo.
3. Alojamientos sostenibles
A la hora de escoger un alojamiento debemos tener en cuenta muchos factores para reducir el impacto ambiental que provocamos al desplazarnos. Es muy importante la elección de lugares que favorezcan el ahorro de recursos, que estén bien comunicados con transporte público o que utilicen materiales de construcción respetuosos con el medio ambiente y las tradiciones del territorio.
Antes de reservar, podemos informarnos sobre las diferentes certificaciones que acreditan a los alojamientos sostenibles, como por ejemplo, Rainforest Alliance Certified, Green Key, Biosphere o ECOLABEL.
4. Medios de transporte
Si el alojamiento es importante para practicar un turismo sostenible, la movilidad no lo es menos. Siempre es una buena decisión planificar los viajes de forma inteligente y ecológica para optar por un transporte que reduzca tanto como sea posible la huella de carbono.
Por ejemplo, para cubrir grandes distancias, el tren es una opción más sostenible que el avión. Cuando esto no sea posible, apostar por vuelos directos sin escalas será una forma de reducir este impacto. Cuando ya estamos en el destino, caminar, montar en bicicleta o dar preferencia al transporte público frente al privado ayudará a lograr el objetivo de practicar un turismo sostenible.
5. Apoyar la economía local
Apoyar la economía local es una de las buenas prácticas relacionadas con el turismo sostenible. Adquiriendo productos del territorio, reduciremos la huella de carbono generado por nuestro consumo, pero, además, repercutirá de una u otra forma en el bienestar de quienes allí viven.
Comprar en negocios tradicionales, ya sea comida, souvenirs artesanales o pequeños restaurantes, evitará que los beneficios del turismo acabe siendo absorbido solo por las grandes corporaciones.
6. Cuidar el agua y minimiza los residuos
El agua es, con toda seguridad, el elemento más importante para las personas y las sociedades. Evitar su despilfarro es fundamental en todo momento, pero es cierto que en vacaciones, donde llevamos una vida más relajada, podemos sentirnos tentados a hacer un uso menos sostenible.
Del mismo modo, es fundamental evitar generar un exceso de residuos y, en su caso, apostar por la reutilización y el reciclaje. En esta línea, evitar el uso de envases de un solo uso, en especial de los plásticos, es una buena forma de disfrutar de un turismo sostenible.