La precampaña electoral ha arrancado en el País Vasco. El pistoletazo de salida lo ha marcado el Aberri Eguna, el día de la patria vasca, un acto que el PNV ha aprovechado para ratificar a Íñigo Urkullu como aspirante a lehendakari en las próximas elecciones vascas, que como tarde se celebrarán en otoño. Su candidatura no es ninguna sorpresa, pero confirma el clima preelectoral que se respira en la comunidad autónoma.
En el que ha sido su primer discurso como candidato, Urkullu ha abogado en Bilbao por un nuevo estatus político para el País Vasco y ha introducido un nuevo concepto, lo que el lehendakari llama ahora “la confederación de estados vascos”. Una fórmula que “actualice nuestro modelo de relación con el Estado”. Es decir, más soberanía y autogobierno. En su objetivo por repetir en Ajuria Enea, Urkullu no ha dudado en lanzar mensajes tanto en clave interna como avisos a Madrid, en concreto para Pedro Sánchez.
Podemos, los "predicadores"
Preocupado por su imparable ascenso, el recién nombrado aspirante ha arrancado con críticas a Podemos, a los que ha definido como “predicadores” que prometen “nuevas formas de hacer política”. Poniendo el valor la gestión de su gobierno, ha cargado contra los que “predican una arcadia feliz sin tomar en consideración las características de la sociedad vasca”.
“Una cosa es prometer y otra es cumplir”, ha señalado en alusión a Podemos, una formación que cada vez gana más terreno en el País Vasco. Según el último Euskobarómetro, los de Pablo Iglesias obtendrían la segunda posición y estarían a tan sólo 50.000 votos de los jeltzales. Tal vez por ello Urkullu ha introducido reivindicaciones sociales y europeístas en su discurso, más allá de las nacionales. “Queremos una Europa social, solidaria, integradora y abierta”, ha señalado sobre la crisis de los refugiados.
En esa pugna por el voto nacionalista, también ha habido reproches a la izquierda abertzale. En este caso ha sido Andoni Ortuzar, presidente del PNV, quien ha pedido a EH Bildu que se “clarifique” porque “siguen perdidos”. Ante el temor de un posible Gobierno PSE-Podemos en la región que desbanque a Urkullu, el líder jeltzale no ha descartado estrechar lazos con la izquierda abertzale para así mantener la lehendakaritza. “Nos gustaría compartir más espacios de colaboración”, ha pedido Ortuzar, eso sí, para formar un acuerdo que permita construir una “Euskadi de progreso y justicia social, no la Euskadi revolucionaria”.
Mensajes para Sánchez
Consciente de que Pedro Sánchez necesita su respaldo, Urkullu hará valer sus seis escaños en el Congreso como más le convenga, siempre que el intercambio de votos suponga transferencias concretas para el desarrollo de la nación vasca, pero nunca los entregaría gratis. Por eso, al anunciar sus proclamas soberanistas, no ha hablado de exigencias. “No hablamos de líneas rojas, hablamos de diálogo y entendimiento”, ha afirmado Urkullu.
Cuando tan solo queda un mes de negociación, Andoni Ortuzar ha recordado que no le “da miedo acordar con Madrid”. Pero ha insistido en que “negociar bien no es invitar a adherirse a acuerdos firmados con otros”, en referencia al pacto de El Abrazo suscrito con Ciudadanos, al que rechazan sumarse los nacionalistas.
Podemos debuta entre críticas
La formación morada ha elegido San Sebastián para estrenarse en el Aberri Eguna. Su recién elegida líder, la joven Nagua Alba, ha reivindicado ante la escultura de la Paloma de la Paz de Néstor Basterretxea una "patria inclusiva, en el que quepan todas las identidades y que no deje a nadie atrás".
La participación de Podemos en este día no ha gustado al PNV. El Aberri Eguna siempre ha sido un acto tradicionalmente soberanista y es la primera vez que un partido no nacionalista celebra este día. Precisamente el sábado Andoni Ortuzar, presidente del partido jeltzale, lanzaba un recado a la formación liderada por Pablo Iglesias y criticaba que celebrara el Aberri Eguna sin una clara reivindicación nacional.
Alba se ha defendido de los reproches del PNV apostando por el derecho a decidir y rechazando lo que denominan "patriotismo de banderas". "Defendemos una patria en la que la ciudadanía debe poder decidir su futuro libremente, donde los derechos sociales están asegurados y que es solidaria con otros territorios", ha dicho Alba, que también ha advertido, aunque sin citar al PNV, de que "se equivocan" los que acuden a este acto a "escuchar gritos y proclamas de épocas pasadas" y tratan de "monopolizar la patria" para "reprender a su partido". "No es tiempo de frentismos, sino de convivencia", ha zanjado.
Podemos, además, debuta en el Aberri Eguna después de haberse convertido en la fuerza más votada en la comunidad autónoma en las pasadas generales: los de Pablo Iglesias se hicieron con el 25,97% de los sufragios el 20 de diciembre. Su objetivo es convertirse en una clara alternativa tanto de la izquierda abertzale como del PNV. Y para atrapar votos dentro de ese espacio nacionalista, Podemos sabe que tiene que estar presente en actos como el de este domingo, hasta ahora de marcado tinte nacionalista. De hecho, no es casualidad que la secretaria general de los morados en Euskadi haya anunciado que su partido conmemorará también el 25 de octubre -día en que se aprobó el Estatuto de Gernika- y el 7 de octubre -fecha en la que se formó el primer Gobierno vasco con la participación de todas las sensibilidades políticas-.
La izquierda abertzale: la “vía unilateral”
Por su parte, la izquierda abertzale ha querido exhibir músculo en Pamplona, una ciudad gobernada por EH Bildu. Allí, unas 10.000 personas han asistido a una manifestación encabezada por una gran ikurriña y una pancarta con el lema 'Independentzia bai' (Sí a la independencia). La cita ha sido secundada por EH Bildu, Sortu, EA y el sindicato LAB, entre otros. La apuesta de la izquierda abertzale sigue siendo la vía unilateral de la independencia.
Asimismo, coincidiendo con el día de la patria vasca, y cuando están a punto de cumplirse cinco años del alto el fuego de ETA, la banda terrorista ha reconocido que no está donde esperaba porque no se ha iniciado “un proceso dialogado de paz y resolución”. Lo ha hecho en un comunicado publicado en el diario Gara, donde también admite que cometió “errores, en ocasiones graves e injustos”.
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