Qué implica tener mayoría absoluta en el Senado: así influiría el PP en un nuevo gobierno

Los resultados de las elecciones generales del 23-J han dejado el futuro de la gobernabilidad de España en el aire. El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, se ha proclamado ganador de lo comicios tras conseguir 136 escaños con el 33,05% de los votos. Sin embargo, la victoria ha dejado un sabor agridulce en Génova. Y es que, a pesar de lo que predecían algunas encuestas, la formación no ha conseguido alcanzar la mayoría absoluta con el apoyo de Vox. Los populares y los de Abascal suman, entre los dos, 169 escaños. Esta situación les deja a siete diputados de un posible gobierno de coalición. 

Una mayoría que tampoco ha logrado Pedro Sánchez con la suma de las distintas formaciones de izquierda. Con los 122 escaños del PSOE y los 31 de Sumar, la única posibilidad de los socialistas para formar gobierno pasa ahora por el 'sí' de Esquerra y Bildu y la abstención de Junts. 

Pero en estas elecciones generales los ciudadanos españoles no solo han ejercido su derecho al voto para elegir la representación en el Congreso de los Diputados, sino también en el Senado. En este caso, el Partido Popular ha conseguido la mayoría absoluta con el 57,69% de los votos. Con un total de 120 senadores, 35 más de los que obtuvieron en las elecciones del pasado 2019, el PP ha recuperado la Cámara Alta tras dos legislaturas con el PSOE al mando del órgano.

El PP logra la mayoría absoluta en el Senado. El Español

Por ello, a pesar de que los de Feijóo no hayan conseguido los escaños suficientes como para convertir al líder gallego en el futuro presidente del Gobierno, lo cierto es que sí pueden estar contentos con los resultados obtenidos en el Senado. Y es que, en el caso de que Pedro Sánchez consiguiera un acuerdo de Gobierno gracias al apoyo de otras formaciones, el poder del Partido Popular en el Senado podría frenar algunas de las propuestas de los socialistas durante su nueva posible legislatura. 

Toda tramitación parlamentaria tiene su punto de partida en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, tras pasar por la Cámara Baja, dichas tramitaciones deben seguir su curso en el Senado, órgano en el que el texto debe ser aprobado por mayoría absoluta o mayoría simple. En este sentido, el liderazgo del PP en el Senado podría ser clave a la hora de vetar algunas de las propuestas de los socialistas o incluso de forzar la introducción de nuevas enmiendas a los textos remitidos del Congreso.

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En el caso de las enmiendas, tan solo es necesario conseguir una mayoría simple. Sin embargo, para poder vetar un texto parlamentario es fundamental obtener mayoría absoluta. Por este motivo, los de Feijóo —a pesar de no llegar lograr al Gobierno— podrían tener un papel clave en el Senado actuando como muro ante las posibles propuestas de futuro que pudieran surgir en el caso de que Sánchez repita en la Moncloa. 

En este sentido, en el caso de que el líder del PSOE fuese investido como presidente y mantuviese su puesto, este deberá buscar la forma de poder gobernar sin la mayoría en el Senado. Una de las opciones que tendrá, con la mayoría absoluta del PP en la Cámara Alta, será hacerlo por medio de decretos leyes y evitar así tener que pasar por la mayoría absoluta del Senado. Sin embargo, esta opción no se presenta como viable para un gobierno que pueda durar los próximos cuatro años.

Pedro Sánchez durante un acto de campaña del PSOE. EFE

Pero no es el único obstáculo al que tendría que enfrentarse el líder socialista en caso de ser investido. Y es que para aprobar los Presupuestos Generales del Estado es necesario también contar con la aprobación del Senado. Por ello, con la mayoría absoluta del PP en dicho órgano, se presenta como una opción casi imposible su aprobación y, por lo tanto, el PSOE quedaría obligado a prorrogar los presupuestos aprobados previamente.

La mayoría absoluta del PP en el Senado es tan importante como que los populares tendrían la oportunidad de aprobar enmiendas o rechazarlas en su totalidad sin contar con el apoyo del resto de grupos. Sin embargo, las enmiendas o vetos del Senado deben siempre volver de nuevo al Congreso y someterse a debate y aprobación. Una vez sucedido esto, el Gobierno puede proceder a dar el visto bueno por mayoría simple, aunque las enmiendas determinadas en el Senado deberían incorporarse al texto definitivo de la ley.

En el caso de los vetos que pueda poner el PP, estos tendrían que ser rechazados por una mayoría absoluta en el Congreso en los siguientes dos meses o por mayoría simple una vez concluido el plazo establecido.

Además, cabe destacar que el Senado actúa como cámara de representación territorial y, por lo tanto, tiene potestad para autorizar los acuerdos de cooperación entre comunidades o incluso aprobar la aplicación de artículos como el 155. También le corresponde elegir a los miembros de algunas instituciones como el Tribunal Constitucional, el CGPJ o el Consejo de Administración de RTVE.

En este sentido, los resultados de las votaciones a los representantes en el Congreso han sido muy diferentes a los del Senado. A pesar de haber sido tercera y cuarta fuerza política, ni Vox ni Sumar estarán presentes en la Cámara Alta. Después del PSOE, que ha obtenido 72 senadores, la tercera fuerza es la coalición Izquierdas por la Independencia, integrada por ERC y EH Bildu, que ha conseguido siete escaños, a los que habría que sumar los 4 parlamentarios que tienen por designación autonómica.