Cs y PSOE desalojan al PP del Ayuntamiento de Carboneras con el derribo del Algarrobico en el aire
Recientemente el TSJA dio la razón a la Junta y anuló el acuerdo de pleno del Consistorio que clasificó el paraje como suelo no urbanizable.
15 marzo, 2024 17:41Salvador Hernández, de Ciudadanos, ha retornado este viernes a la alcaldía de la localidad almeriense de Carboneras tras salir adelante, con el apoyo del concejal no adscrito, la moción de censura de PSOE y Cs contra el primer edil del PP Felipe Cayuela. Una circunstancia que puede dilatar la demolición del hotel en el famoso paraje de El Algarrobico.
Cayuela fue investido regidor tras el empate en las urnas a seis ediles entre PP y PSOE gracias a una coalición de gobierno con Hernández, quien asumió, entre otras, competencias en Urbanismo. Si bien poco después el propio Cayuela rompía el pacto coincidiendo con la salida del grupo municipal del PSOE del ahora edil no adscrito, Andrés Belmonte.
Se da la circunstancia que Cayuela fue teniente de alcalde de Hernández en un mandato anterior cuando ambos formaban parte de un partido independiente, que abandonaron. Y que Cayuela pasó a ser alcalde al tener que cumplir el segundo un año de inhabilitación por negar información a la oposición.
Es decir, antes de recalar en el PP en 2019 se presentó como candidato por Carboneras Avanza y anteriormente por el Grupo Independiente Gicar. Ahora, Hernández llevará de nuevo las riendas de Carboneras tras salir absuelto de una condena de 13 años de inhabilitación por la adjudicación sucesiva de contratos menores por importes reducidos a varias empresas.
Por tanto, Salvador Hernández retomará la Alcaldía siendo el único concejal de la formación naranja que había salido electo. Lo hará con el apoyo del PSOE, quien gobernará con José Luis Amérigo como primer edil en el último tramo del mandato municipal tras llegar a un acuerdo.
Tras el pleno extraordinario, el nuevo alcalde ha abogado por que las tres administraciones implicadas en la actual situación del hotel del Azata del Sol en el citado paraje "se sienten a dialogar" con la promotora para "llegar a un gran acuerdo".
A su juicio, la solución a esta problemática por la vía judicial "es un camino muy escabroso" y ha apostado por que se intente una "salida de la mejor manera posible" desde Ayuntamiento, Junta de Andalucía y Estado.
El ascenso de Cayuela a la Alcaldía tras las últimas elecciones locales supuso un giro de 180 grados en la línea procesal que había mantenido hasta ese momento el Ayuntamiento carbonero en los pleitos para ejecutar las sentencias respecto a El Algarrobico que se siguen ante el alto tribunal andaluz.
Los planteamientos del gobierno municipal entraron en sintonía con los propugnados por el Gobierno andaluz. Este sostiene que el paraje es "no urbanizable de especial protección" desde 1994 y se comunicó desde el Consistorio al alto tribunal que iniciaría "de la forma más inmediata posible" el procedimiento de revisión de oficio de la licencia municipal de obras del hotel, de 2003 y ordenada por el Tribunal Supremo (TS).
Cabe recordar que, en noviembre de 2023, se llevó a cabo un pleno ordinario en el que no pudo salir adelante una corrección al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que facilitaría declarar nula de pleno derecho la licencia de obras.
La modificación de la desclasificación como urbanizable que se hizo del Algarrobico bajo mandato del PSOE no salió adelante debido al gobierno en minoría del PP.
[El Supremo rechaza ordenar la demolición del Algarrobico mientras no se anule la licencia de obras]
No obstante, días después de presentarse la moción de censura, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) dio la razón a la Junta de Andalucía y anuló el acuerdo al considerar que, tal y como se hizo, "quebranta" de forma "significativa y sustancial" el sentido de la sentencia a la que debía dar cumplimiento.
El tribunal concluyó que el Ayuntamiento de Carboneras se "extralimitó" y fue más allá al asegurar que lo hizo con la "intención de eludir el cumplimiento de la sentencia", firme desde 2018 y por cuya falta de ejecución ha estado apercibido de multa coercitiva de 700 euros cada 20 días el socialista José Luis Amérigo.
Este, tras el acuerdo firmado este viernes, será de nuevo alcalde en verano de 2025. Por tanto, la demolición de uno de los símbolos más conocidos de la fiebre del ladrillo hace 20 años se queda aún más en el aire. Un derrumbe, por cierto, que en 2012 se presupuestó en más de 7 millones de euros.