Han pasado más de tres años desde su proclamación, pero Felipe VI puede vivir su coronación popular como Rey este 12 de octubre en las calles de Madrid. Los reyes presidirán el desfile militar con motivo del Día de la Fiesta Nacional. Pero no es un año cualquiera. El Rey ha jugado un papel determinante con su mensaje en la crisis abierta en Cataluña.
Es un 12 de octubre especial para Felipe VI. La situación en Cataluña ha concedido una especial relevancia tanto al desfile como a la recepción posterior. Zarzuela ha admitido que unos 1.500 invitados han confirmado su asistencia a la recepción, una cifra superior a la de años anteriores.
Más público en las calles
También se espera una mayor presencia de ciudadanos en las calles. Las manifestaciones a favor de la unidad nacional han movilizado a centenares de miles de personas tanto en Madrid como en Barcelona en los últimos días. Se han escuchado vivas al Rey como hacía tiempo que no se oían. Y las banderas de España forman parte del paisaje de Madrid y otras ciudades desde que comenzó la crisis en Cataluña.
Lo más probable es que Felipe VI sea aclamado. Es cierto que había gente en la calle el día de su proclamación como monarca el 19 de junio del 2014. Pero el peso del discurso sobre Cataluña parece marcar el verdadero inicio de su reinado. No se pensaba lo mismo hace una semana. La nefasta imagen de las cargas policiales el 1-O, la falta de respuesta del Gobierno y el silencio del Rey habían provocado algunas críticas al jefe del Estado. Zarzuela llegó incluso a plantearse suspender la recepción ante la gravedad de los acontecimientos en Cataluña. La Casa del Rey no descartaba que Felipe VI pudiera ser abucheado en Madrid.
Felipe VI intervino el martes 3 de octubre con un mensaje televisado a la nación que pasará a la historia por el paralelismo con el que pronunció su padre el 23-F. En su discurso, el Rey instó al Gobierno, las Cortes generales y el Poder Judicial a sofocar la rebelión en Cataluña y asegurar el orden constitucional. Felipe VI venció muchas resistencias. Parte de su círculo más cercano abogaba por guardar silencio y preservar la Corona. La emisión del mensaje tuvo una audiencia de 12,4 millones de espectadores.
La sensación general es que la aparición del Rey fue un revulsivo. No sólo para las autoridades sino también para la sociedad, que asistía atónita a la persecución de agentes de policía y Guardia Civil en las calles de Cataluña. En los días posteriores, las empresas iniciaron su salida de Cataluña ante el pánico de la declaración unilateral y la guerra económica declarada por muchos españoles. El 60% de los españoles, pero sólo el 30% de los catalanes, aprobó el mensaje del monarca, según la encuesta de SocioMétrica para EL ESPAÑOL.
Primeros actos desde el 1-O
La recepción del 12 de octubre y el desfile militar son los únicos actos públicos de la Familia Real organizados durante la presente semana y los primeros en los que participará Felipe VI desde el 1-O, periodo en el que ha ejercido sus funciones de jefe de Estado desde la Zarzuela y ha seguido los acontecimientos en Cataluña en permanente contacto con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Aunque la Casa del Rey no ha facilitado datos sobre invitaciones concretas cursadas y confirmadas, han anunciado ya su asistencia a esta recepción de la Fiesta Nacional todos los presidentes de Comunidades y Ciudades Autónomas salvo los de Cataluña, el País Vasco y Navarra.
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