La ministra de Igualdad e impulsora de la Ley Trans, Irene Montero, saluda a Pedro Sánchez en el Congreso.

La ministra de Igualdad e impulsora de la Ley Trans, Irene Montero, saluda a Pedro Sánchez en el Congreso. Efe

Política FEMINISMO

Los socios de Sánchez anuncian que votarán 'no' a las enmiendas a la Ley Trans que prepara el PSOE

Igualdad rechaza los "recortes en derechos" de las enmiendas socialistas y Unidas Podemos advierte de que tiene el apoyo de ERC y Bildu.

27 octubre, 2022 03:26

El PSOE quiere hacer cambios en la Ley Trans. Pero cuando el lunes presente sus enmiendas deberá elegir cómo sale del trance al que le aboca Unidas Podemos.

Sus socios de Gobierno no aceptan "los recortes en derechos" de estos cambios, según fuentes del Ministerio de Igualdad. Y votarán contra ellos, tal como confirma a este diario un portavoz parlamentario de los morados.

Alegan que cuando la norma salió del Ministerio de Igualdad era la ley de Irene Montero, pero una vez aprobada en Consejo de Ministros de manera colegiada con los socialistas, no hay justificación para cambios sustanciales en su texto.

Aseguran, además, que en este punto, cuentan con el apoyo de ERC y Bildu, los socios parlamentarios del Ejecutivo sin cuyos votos la ley no sería aprobada en el Pleno.

El PSOE quiere hacer modificaciones en el texto y por eso ha prolongado por cuarta vez el periodo de enmiendas al texto dentro de su tramitación en el Congreso.

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Lo ha hecho las dos últimas semanas, ganándose el reproche de su socio minoritario en el Gobierno, Unidas Podemos. Fuentes parlamentarias de la formación morada acusan a los socialistas de falta de comunicación, pues ni conocen el contenido de las enmiendas, ni sobre qué artículos del texto las presentarán, ni siquiera fueron informados de la nueva prórroga.  

Como tantas otras veces en esta legislatura, todo depende de a quién se le pregunte. Si es al PSOE, la respuesta cambiará sólo en matices: en público, que la ley "debe ofrecer garantías jurídicas" porque será desafiada "por el PP y sus socios de la ultraderecha"; si es en privado y sin grabadora, que el texto del Ministerio de Igualdad es "un engendro jurídico y hay que peinarlo".

Si se pregunta a Unidas Podemos, da igual que el interlocutor vaya o no a dar la cara: "No aceptaremos recortes en los derechos, la Ley Trans será ley".

Y si es a Moncloa, todo va bien, no hay ningún problema y "este Gobierno cumple sus compromisos siempre". Según la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ésta "es una ley que, de nuevo, posiciona a nuestro país en la senda del avance en materia de derechos para las personas LGTBI".

Batalla interna en el PSOE

Pero la realidad es que, como ocurrió con la del sólo sí es sí, la parte socialista del Ejecutivo ha ido dilatando hasta última hora sus reticencias al texto que presentaron socios morados. Y una vez que la norma ha llegado al procedimiento parlamentario, trata de colar enmiendas para rebajar los aspectos más polémicos del texto.

Porque si hay una batalla por quién abandera el feminismo dentro del Gobierno, entre PSOE y Unidas Podemos, hay otra en el seno de los socialistas, que sigue sin resolverse desde el congreso del partido, hace un año en Valencia.

Entonces, la exvicepresidenta Carmen Calvo, que había sido defenestrada como número dos de Moncloa en julio, terminó de ser relegada al ser sustituida en la Secretaría de Igualdad de la Ejecutiva del PSOE por Andrea Fernández. Una política mucho más joven y, sobre todo, defensora del nuevo feminismo 'queer', mucho más cercano a las tesis de Irene Montero.

Pero todo aquello no se hizo sin polémica. Como informó este diario, las representantes del feminismo tradicional denunciaron que se les impidió presentar enmiendas -e "incluso hablar para explicarlas"- en la ponencia de Igualdad. 

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Desde entonces, Calvo ha abanderado con más libertad sus reparos al "borrado de las mujeres" que supone, dice, la "libre autodeterminación de género". Ni ha ocultado sus desencuentros con Sánchez ni se siente más ligada al proyecto de este PSOE que al del feminismo tradicional, aunque ella huya de esa acepción.

Si ya durante los debates internos del Gobierno, cuando ella aún estaba al frente de la vicepresidencia política, se negaba a aceptar el enfoque de la Ley Trans que pretendía llevar Montero al Consejo de Ministros, una vez que Calvo salió de Moncloa llegó a "prometer" que el texto no sobreviviría en esas condiciones durante el trámite parlamentario.

UP y las contradicciones

Lo que se presenta ahora es un callejón sin salida, similar al que hubo de afrontar el Gobierno en el último día en el que la Ley del sólo sí es sí pasaba por la Comisión de Igualdad del Congreso. La presidenta de este órgano parlamentario es Calvo, y es ella la que maneja el orden del día, el debate y la presentación de enmiendas.

Entonces, a 24 horas de que se votara la ponencia final de la ley, PSOE y Partido Popular pactaron una enmienda para la abolición de la prostitución: un compromiso de Sánchez, también anunciado en el congreso socialista de Valencia.

Ahora, como ocurrió el pasado mes de mayo, si el PSOE presenta enmiendas, ni Unidas Podemos ni los socios parlamentarios -es decir, Esquerra y Bildu, eminentemente- las votarán a favor. Y "si las enmiendas salen aprobadas por algún acuerdo bajo mano con el PP u otros", los morados (y los independentistas) votarán en contra de su propia ley.

El PSOE tuvo que rectificar con la prostitución y, a última hora, retiró su enmienda.

En todo caso, la ministra Montero ha tratado de buscar una salida de compromiso, a la vista de que el PSOE presentará sus enmiendas este mismo lunes. El objetivo de Unidas Podemos es enfrentar al PSOE con sus propias contradicciones internas y sacar provecho de esa confusión.

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Igualdad ha planteado un calendario para lograr que la norma esté aprobada antes de fin de año. Esto supondría que los cambios que quieren introducir los socialistas se debatieran en una sola sesión de la ponencia, antes del 18 de noviembre, y en otra de la comisión de Igualdad, para que le diera tiempo a entrar en el calendario del Pleno.

"No vamos a soltar la mano de las personas trans", ha asegurado la ministra. "Vamos a proponerle al PSOE un calendario de tramitación para que finalice la ponencia en tres semanas y garantizar, así, que no haya más retrasos para que la ley pueda ser aprobada antes de final de año; espero que el PSOE rectifique y nos acompañe en el camino".