Cargos del PSOE detectan "falta de movilización en el partido" ante el 28-M: "No hay iniciativa"

Sin embargo, las elecciones del 28-M están a la vuelta de la esquina y el santo grial de la movilización no termina de llegar. Toca rebajar el optimismo. "Se ve mucha falta de movilización en el partido", reconocen fuentes socialistas. "No hay iniciativa, especialmente en los territorios", añaden, y zanjan: "No hay partido".

Las citadas fuentes critican que, en esta última legislatura, el PSOE no ha logrado engranar una buena articulación entre la sede nacional de Ferraz y la estructura del partido en los territorios. Esta situación ha provocado un anquilosamiento en varias regiones, en las que echan de menos vida de partido y una mayor actividad para motivar a los militantes y atraer a los potenciales votantes.

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"Se ha abandonado el partido", reconoce un diputado socialista. "Pedro quiere tener todos los poderes y no hay segundos de verdad. Nadie se dedica al partido más que a temas administrativos. Todo está dirigido desde Ferraz y no hay iniciativa en los territorios", añade. Ello es especialmente importante en un partido como el PSOE, de espíritu federal.

Y esto se nota especialmente en aquellos territorios en los que el partido gobierna, donde los actos institucionales eclipsan a los que son puramente de partido. Según aseguran a este diario, la Convención Municipal que los socialistas celebraron el pasado fin de semana en Valencia fue una muestra de ello.

El acto de clausura iba a tener lugar, inicialmente, en el Palacio de las Artes de Valencia, donde hay un aforo de 1.412 personas con unas butacas visualmente muy juntas. Ante el temor de no llenarlo, acabaron optando por celebrarlo en el Espacio Arquerías, un auditorio muy diáfano sin butacas, en el que la gente se puede repartir. A pesar de ello, fuentes de la organización aseguran que hubo un aforo de 4.000 personas.

Otra muestra de esta falta de partido es que no hubo Convención Autonómica, un evento similar al municipal y que se lleva celebrando desde 2011. El único año en el que no tuvo lugar fue en 2019, al que ahora hay que sumar este 2023.

Hay voces en el partido que acusan al presidente del Gobierno de haber moldeado el PSOE a su capricho, sin prestar atención a la estructura interna. Ya no hay secretarios de Organización como Adriana Lastra o José Luis Ábalos, con un control interno y férreo sobre la formación.

De hecho, la número dos de Sánchez en el PSOE, María Jesús Montero, es ministra de Hacienda y viene de ocupar carteras de Gobierno en Andalucía. De nuevo, la misma fórmula: institución frente a partido. Más aún cuando Sánchez es el presidente del Ejecutivo y no puede estar en el día a día de la organización.

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Esta desconexión entre Ferraz y los territorios la ejemplificaba hace dos semanas un alto cargo de Castilla-La Mancha en conversación con este diario. Si bien es cierto que el presidente de la comunidad, Emiliano García-Page, no tiene interés en coincidir en actos electorales con Sánchez, tampoco parecía haberlo por parte de Madrid en articular el engranaje.

Según denunciaba el alto cargo, cada vez que Sánchez se traslada a Castilla-La Mancha, como el pasado viernes hizo a Toledo, el acto viene impuesto por Ferraz y no se conversa con el poder territorial en busca de una forma de cuadrar agendas. Y en esa dirección, al igual que Ximo Puig en Valencia, García-Page no está especialmente inmerso en la vida del partido por estar en el Ejecutivo regional.

Fuentes socialistas aseguran que, de cara al 28-M, van a aumentar exponencialmente el número de actos en toda España. De los alrededor de 200 actos a la semana que se celebran en la actualidad, el PSOE pasará a unos 500 en campaña.

Hace meses, una ministra comparaba el PSOE con un motor de diésel, que tarda más en alcanzar la velocidad punta. Pero que, en todo caso, la acaba alcanzando. La duda es si la alcanzará a tiempo del 28-M. De momento, los resultados son muy ajustados y crece el temor frente a la posibilidad de que el PP pueda arrebatar algunas plazas clave.