Feijóo renovará el PP vasco tras su desafío al PNV y se fija como objetivo duplicar sus diputados allí

En una de sus réplicas, el candidato popular alertó al PNV del perjuicio que le está suponiendo votar "lo mismo que Bildu". Mirando fijamente a Aitor Esteban, portavoz de la formación vasca en el Congreso, le desafió: "Si los vascos quieren confiar en un partido que apueste por el rigor, la gestión de las cosas públicas, la moderación y la eficiencia de los servicios públicos, tienen al PP". 

Estas palabras cayeron como una declaración de guerra en el PNV. Sobre la reacción airada de Esteban, ironizaba en su análisis la fundación de José María Aznar, Faes, al término del debate: "El PNV mostró una piel extremadamente fina. Un partido que fue el responsable de la caída del Gobierno de Rajoy y que se propuso desde el primer minuto frustrar la expectativa de investidura de Feijóo, tal vez esperaba el sentido agradecimiento del candidato cuya carrera el PNV se jactaba de haber arruinado".

[Feijóo desmonta a Bildu con 9 frases: "Hablan de fascismo y trabajadores. ¿A cuántos se cargaron?"]

El llamamiento de Feijóo a los votantes del PNV, de corte conservador, vendrá acompañado por una renovación de la cúpula del PP vasco. El objetivo es darle "un fuerte impulso" a esta organización territorial para duplicar la presencia en el Parlamento autonómico. Es decir: pasar de 6 a 12 diputados que podrían tener la llave de la lehendakaritza y dejar en jaque al PNV.

Entre los nombres que barrunta Génova para suceder al actual presidente regional, Carlos Iturgaiz, todas las fuentes consultadas por este periódico en Madrid y en Vitoria coinciden en uno: Javier de Andrés. "Fue delegado del Gobierno, tiene auctoritas, conocimiento del territorio y una experiencia contrastada. El único pero es que no habla bien euskera". 

Más autonomía

El congreso para la sucesión se celebrará antes de que termine el año. Porque el calendario que maneja el PP es ajustado. La previsión es que Urkullu apruebe en diciembre los presupuestos para el 2024 y que en enero anuncie la convocatoria electoral para marzo. Los cambios, por tanto, están al caer. 

La intención de Feijóo es dar más autonomía al PP vasco, que pueda incluso parecerse a su socio de Unión del Pueblo Navarro, de condición foralista. Todo para acabar con los estigmas que lleva décadas padeciendo: "Antivascos, odian el euskera y la ikurriña, son fachas". Y también para ganarse el favor de los nacionalistas conservadores no independentistas desencantados con el PNV por plegarse a un Gobierno que aplica "las políticas económicas de Podemos". 

Los populares coinciden en la tesis de que el PNV cada vez está dejando huérfanos a más electores por distintas razones, como el blanqueamiento a Bildu, que va camino de ser primera fuerza. Ante esta situación, consideran que "rompiendo marcos mentales" preconcebidos y apostando por un mensaje centrado en la economía y en la industria, hay trecho por recorrer. 

El pasado miércoles en el Congreso, Feijóo aseguró ante Aitor Esteban que "muchos votantes del PNV piensan que un Gobierno del PP sería lo mejor para Euskadi". Además, le preguntó si su partido quería seguir siendo el "clínex" de Sánchez en lugar de ser un socio preferente de un Ejecutivo monocolor liderado por el PP. 

Sobre las próximas autonómicas en el País Vasco, Feijóo alertó de que Bildu tiene opciones reales de ganar, y adelantó que los vascos tendrán en el PP a un partido "que sí defiende los intereses de la industria vasca o la conexión en AVE". Visiblemente molesto, Esteban respondió dos días después: "Entre su partido y el nuestro hay un abismo muy profundo".

A tenor de la reacción del portavoz del PNV, Génova cree que Feijóo dio en el clavo. En el futuro, lejos de replegarse con este mensaje, el líder popular seguirá insistiendo en la vía de retratar al PNV por su connivencia con la formación que lidera Arnaldo Otegi y con las políticas económicas del Gobierno de Sánchez para ganarse a sus votantes.

En su último editorial, Faes vaticina: "En las próximas elecciones el PNV se presentará como dique frente a Bildu para retener al electorado más cauto del PP y competirá con Bildu para no aparecer simplemente "autonomista". Ambas estrategias, además de contradictorias, tienen mal pronóstico, y el PNV lo sabe".