Un PSOE en 'shock' tras la salida de Ábalos cierra filas con Sánchez: "Con la corrupción es inflexible"
La respuesta de Ábalos supone el primer pulso a Sánchez de alguien del partido en siete años, periodo de poder absoluto del líder socialista.
28 febrero, 2024 02:40Pedro Sánchez ha cortado de raíz el primer caso de corrupción ofreciendo la cabeza de quien fue su mano derecha en el partido, una pieza de caza mayor, y lo ha hecho en cuanto el escándalo ha asomado, cuando aún no hay acusación contra él y como exigencia de responsabilidad política, diferenciándose de lo que hacía el PP.
Ese es básicamente el argumentario de la Moncloa, que servirá como base para las intervenciones públicas del propio presidente del Gobierno y de los ministros y dirigentes socialistas: "Con la corrupción, Sánchez es inflexible".
Los socialistas dan por cortada la hemorragia, a falta de que cicatrice la herida recién abierta del pase al Grupo Mixto de José Luis Ábalos. Lo drástico de la medida, añaden, supone un aviso a navegantes para el futuro, aunque hoy provoque una ruptura dolorosa.
La actuación de Sánchez tiene apoyo en el partido y el Grupo Socialista del Congreso, y por eso la de Moncloa es también la tesis a la que se aferran diputados del PSOE que este martes no salían de su asombro por lo que ha ocurrido.
Ver fuera del partido y en el Grupo Mixto a José Luis Ábalos, una de las figuras más relevantes del partido de toda la etapa de Sánchez como secretario general, ha sido un shock. Supone el primer pulso al secretario general por parte de alguien del partido en los últimos siete años, un hecho insólito en la etapa de poder casi omnímodo de Sánchez.
Para los diputados y también para la dirección socialista, el caso supone un cierto desgarro por lo que ha sido Ábalos. También una cierta preocupación por el desafío del exministro y exsecretario de Organización.
"Da pena que no se dé cuenta del daño que hace al partido, especialmente de alguien que ha sido responsable de Organización. Él estaría haciendo lo que hemos hecho nosotros", aseguran fuentes del PSOE en el Congreso.
"Que su respuesta no fuera inmediata hace que estemos jodidos. No entendemos bien el movimiento", reconocen tajantes.
No obstante, al hacer balance de daños, la dirección socialista entiende que Ábalos carece de fuerza suficiente para ganar un pulso al líder socialista. Y, obviamente, ponen en duda que tenga “munición” para debilitar al Gobierno.
Según fuentes socialistas, Ábalos sólo mantiene cierto apoyo en el partido en la Comunidad Valenciana, pero dudan de que pueda seguirle alguien más en el PSOE.
De hecho, el sentimiento más extendido en el partido y en el grupo parlamentario es de incredulidad y crítica hacia Ábalos por no aceptar dejar el escaño para, de esa forma, lograr que el caso terminara en él.
No gustó tampoco el mensaje del exministro en su despedida. La tesis imperante es la que teme perder el aforamiento y, además, deja abandonados a parte de quienes han formado parte de su equipo durante años.
"Comunicación fluida"
En una entrevista este miércoles en RAC1, Ábalos ha confirmado que no habla con Pedro Sánchez "desde que estalló esta crisis" y que antes tenían "una comunicación fluida". Sobre si cree que Sánchez le destituyó por el caso Koldo: "No, quería renovar el Gobierno. También tenía una situación personal que debía afrontar. Lo viví como una ligera liberación".
Fuentes oficiales dan también por hecho que Ábalos no pondrá en riesgo al Gobierno y que votará con el PSOE sin necesidad de que negocien con él.
Desde el entorno del exministro corroboran esa impresión: "Él será leal al PSOE. A pesar de todo, quiere mucho al partido". Y explican que, aunque dijo en su despedida que a partir de ahora tendrá independencia en las votaciones, eso quiere decir que "defenderá lo que piensa en temas puntuales, pero es difícil verle votando contra el PSOE".
Desde su entorno también apuntan que hay muchos militantes que le siguen queriendo y que lo sucedido impregna cierta sensación de hartazgo en las bases.
Sólo algunos argumentan que la negociación con él no fue muy hábil, visto el resultado. Explican que involucrar a Santos Cerdán puede ser imprudente si se considera que es el interlocutor de socios parlamentarios de los socialistas y que fue él quien trajo a Koldo García Izaguirre de Navarra.
Fuentes de la dirección del PSOE justifican que tenía que ser Cerdán quien lo hiciera, porque es el que tiene la autoridad necesaria para imponer una solución a Ábalos, además de Sánchez que, obviamente, no podía intervenir.
“Ábalos hubiera hecho lo mismo que Cerdán si hubiera seguido como responsable de Organización”, explican.
En un primer momento, sí hubo disgusto en algunos dirigentes por la reacción inicial de Sánchez en Rabat, cuando comparó el caso con el del hermano de Isabel Díaz Ayuso.
Según el PSOE, Ábalos transmitió en todo momento su negativa a abandonar el escaño. No lo hizo de forma expresa este martes a Cerdán, horas antes de hacerlo público, pero quedó implícita su posición porque siguió sin aceptar el ultimátum de Sánchez.