Sánchez manda posponer los pactos con los independentistas en Cataluña a las europeas
Moncloa ve probable un bloqueo, con una victoria de Illa en un Parlament con sumas imposibles para que el independentismo forme gobierno.
4 mayo, 2024 03:17Pedro Sánchez ha dado la orden de que, sea cual sea el escenario posterior al 12-M, el PSC debe posponer los pactos con los independentistas en Cataluña hasta después de las elecciones europeas. El objetivo del presidente es que en las urnas catalanas se crucen dos líneas: que Salvador Illa vuelva a ser el más votado y que las candidaturas independentistas (ERC, Junts y CUP) no lleguen a los 68 escaños de la mayoría absoluta.
Con eso, el presidente del Gobierno podrá mantener el relato político de que "todo tuvo sentido", que los indultos, la reforma del Código Penal y ahora la Ley de Amnistía han servido para la "reconciliación" en Cataluña y para debilitar el independentismo, hasta lograr sacarles de la Generalitat.
En 2021, el PSC ya ganó, pero los tres partidos separatistas sumaron lo suficiente para gobernar e Illa tuvo que echarse a un lado. El candidato de Esquerra, Pere Aragonès, fue el más votado del mundo indepe, y formó un Govern de coalición con Junts, hasta que Carles Puigdemont, desde Waterloo, año y medio después, mandó romperlo, al acabar el verano de 2022.
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Ahora, el objetivo de Sánchez es que haya un president socialista de la Generalitat, siguiendo los pasos de Pasqual Maragall y de José Montilla.
Para eso, necesita que ERC o Junts apoyen la investidura de Illa y, a su vez, Sánchez podrá pedirles en otoño apoyo a los Presupuestos del Estado de 2025 para poder prolongar su propia legislatura el mayor tiempo posible. De hecho, de las tres elecciones de este año, las catalanas son las que más influencia tendrán en la gobernabilidad en España, por encima de las vascas y las europeas.
Por el momento, tanto ERC como Junts han asegurado que no apoyarán a Illa, pero en la Moncloa están seguros de que finalmente aceptarán, como mínimo, negociar si es que no hay opciones de Gobierno independentista.
Y el entorno del presidente está seguro de que, si fuera así, el nivel de exigencia sería alto, incluyendo sus dos principales reivindicaciones: un nuevo sistema de "financiación singular", similar al del País Vasco, para empezar a sentar las bases para un hipotético referéndum en Cataluña, como culminación del plan.
Por eso, Moncloa no quiere que esas negociaciones avancen antes de que se celebren las elecciones europeas del 9 de junio. Sánchez no quiere ir a los comicios al Parlamento Europeo con un acuerdo con Puigdemont. Es más, ni siquiera con la idea de que pueda haber ese acuerdo porque pueda aceptar algunas de sus peticiones.
De hecho, el líder del PSOE pactó con los dos partidos independentistas suspender las mesas de negociación con ambas formaciones hasta después de las elecciones europeas.
El ritmo habitual de este tipo de negociaciones para formar gobierno hace que las reuniones se prolonguen durante semanas. Y en este caso, podrían ser aún más lentas.
De hecho, entre los cálculos de los socialistas está también la posibilidad de que se produzca un bloqueo que haga imposible una investidura y que sea necesario tener que repetir los comicios. Por el momento, y a la vista de las encuestas, hay vetos cruzados que hacen que la principal hipótesis sea la del bloqueo.
Si fuera así, Sánchez ganaría tiempo y aplazaría el dilema sobre sus apoyos. Su problema es que esa repetición podría coincidir con el momento en el que deban negociarse los Presupuestos, en octubre. Y eso le podría llevar a una situación similar a la que le llevó a renunciar a presentar las cuentas de 2024 en el Parlamento.