El exministro de Transportes José Luis Ábalos, el pasado lunes en el Senado antes de comparecer ante la comisión de investigación del 'caso Koldo'.

El exministro de Transportes José Luis Ábalos, el pasado lunes en el Senado antes de comparecer ante la comisión de investigación del 'caso Koldo'. Europa Press

Política CASO KOLDO

El PSOE ve 'caso Ábalos' para rato: prevé que el juez le abra una pieza separada tras las europeas

El exministro Ábalos salió airoso de la comisión de investigación del Senado, pero en el PSOE no descartan que el juez centre en él la investigación tras el paréntesis de las elecciones.

12 mayo, 2024 03:45

La cúpula del PSOE y el entorno de Pedro Sánchez en Moncloa ha sabido crear nuevos escenarios desde el estallido del llamado caso Koldo. En visión retrospectiva, la bronca de Óscar Puente con Javier Milei; los cinco días de "reflexión" del presidente contra la "máquina del fango"; o la expulsión de José Luis Ábalos como cabeza sacrificial.

Pero Sánchez sigue tenso, incluso enfadado: su entorno en el Gobierno y el partido dan por hecho que, tras el 9-J, habrá caso Ábalos para rato.

La sucesión de elecciones está ayudando a los socialistas. Por un lado, porque desvía la atención, después de las primeras semanas de profusión mediática alrededor del primer gran caso de corrupción del sanchismo. Y por otro, porque como en otras ocasiones, el juez no ha querido interferir en esos procesos electorales emitiendo autos que sacudan a la opinión pública.

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Por eso, pasan los meses y no se sabe (casi) nada nuevo, como si ya no se investigara más. Pero el sumario no es lo único que parece congelado. El expediente disciplinario que Santos Cerdán le abrió a su antecesor en la Secretaría de Organización del PSOE no avanza: ni el partido expulsa a su exdirigente... ni él logra que el comité de disciplina admita que "todo su dosier es ilegal" y no puede ser expulsado.

Al menos, no en su situación procesal actual. 

Esta semana comenzó con la comparecencia de Ábalos ante la comisión de investigación del Senado que trata de desentrañar un caso de corrupción que no lleva su nombre, pero podría.

Si todos hablamos del caso Koldo es por tres razones: la sonoridad del antropónimo, una; que el asesor del exministro fue la persona más cercana al poder político detenida, dos; y que los periodistas ya conocíamos al personaje, de tantos años siendo la sombra de Ábalos, tres.

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Desde que el 25 de febrero estalló, pues, el caso Koldo nadie se explica la razón de que el juez se parara ahí. ¿Quién se cree que lo más alto de una supuesta corrupción millonaria con contratos públicos sea un chófer sin firma en el Ministerio?

Luego, llegó la filtración de la querella; más tarde, la del sumario, y después, el goteo de informes de la UDEF.

Las operaciones rondan al extitular de Transportes. Las sospechas lo señalan, porque personajes oscuros, como Víctor de Aldama, aparecen a su lado en escenarios incomprensibles: junto a la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez una madrugada de enero de 2020 en el aeropuerto de Barajas; como cónsul honorario de Georgia en un viaje oficial a México; como conseguidor de una gran empresa de aviones que cae bajo las responsabilidades del Ministerio y luego fue rescatada con cientos de millones...

Y sin embargo, nada, el juez no da un paso. Y Ábalos acaba yendo a la comisión parlamentaria, 10 semanas después, antes que al juzgado. Y con tremenda pachorra. Ni le señala la Fiscalía, ni le investiga el juez, ni como testigo ha sido citado... ni se prevé.

De momento.

La dignidad

La actitud, entre tranquila y sobrada, del otrora hombre fuerte del sanchismo ante los senadores fue, según fuentes de su entorno, producto de la experiencia, la seguridad de que nadie tiene nada que le pueda perjudicar, y la torpeza infinita de sus interrogadores.

¿Se había estudiado los dosieres más Ábalos que los senadores del PP, Alfonso Serrano y Luis Santamaría, y los demás? "No se había estudiado nada. Repasó detalles y fechas, y tomó notas en un folio la noche anterior", explican desde su círculo más cercano a preguntas EL ESPAÑOL.

Entonces, ¿había un acuerdo como el del chiste del dentista (no nos haremos daño...)? "Todos saben cosas de todos". 

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¿Fue un error llamarlo a declarar antes de que la comisión haya recibido toda la documentación pedida a los ministerios, las empresas y los gobiernos autonómicos implicados? "Las comisiones de investigación no están para investigar, todos sabemos cómo va... es un espectáculo político, y el PP creyó que Ábalos seguía siendo caza mayor".

¿No lo es ya? "No, está fuera, casi jubilado. Pero no muerto, y va a luchar por su dignidad".

Ahí está el quid de la cuestión. El una vez "ministro autoridad delegada competente" en la pandemia, el que fue número dos de facto del PSOE, tantos años confesor del presidente y gestor de cientos de millones cada año para repartir y controlar territorios hoy es un "apestado", exiliado al Grupo Mixto.

Pero su expediente de expulsión en el PSOE no es legal.

Lo sabe él, que fue secretario de Organización y se sabe los Estatutos hasta la coma. Y lo sabe Cerdán, su sucesor, la persona que le comunicó su expulsión del Grupo Parlamentario Socialista, tras negarse a entregar el acta, y las acciones disciplinarias para quitarle el carnet de socialista.

Cerdán le dijo que era su obligación, pero que seguirían siendo amigos si Ábalos quería... evidentemente, no han vuelto a hablar. Entre otras cosas, porque si Koldo existe es porque Cerdán lo encontró y lo llevó a las primarias de Sánchez, primero, y al volante de Ábalos, después.

Y sobre todo, porque el PSOE sigue incumpliendo, ahora mismo, sus propias normas.

Congelados

José Luis Ábalos desveló en la comisión de investigación que tenía previsto recurrir contra su expediente disciplinario.

Aunque no era cierto: ya lo ha hecho. O eso ha intentado. Pero el partido tiene congelado todo, consciente de que su exdirigente tiene todas las de ganar si lleva el proceso ante un juzgado.

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Cuando a principios de marzo se sustanció la muerte socialista en vida de Ábalos, éste dio los pasos reglamentarios para desmontar la legalidad de su sanción.

Lo primero era requerirle información al partido: qué articulos del código disciplinario se le aplican; por qué actos en concreto; qué audiencia de alegaciones se le ofrecía, con qué plazo... "esas cosas", explica una fuente cercana al antiguo jefe de Koldo, "pero no ha habido respuesta, el PSOE ni siquiera responde".

Y todo esto tiene una explicación: en Ferraz y en Moncloa tienen el convencimiento hay quien dice "el conocimiento" de que habrá caso Ábalos para rato. Y de que el juez sólo está esperando a que pasen las elecciones europeas.

Y que entonces, abrirá una pieza separada a Ábalos, que se desgajará del tronco principal camino del Tribunal Supremo, al ser un diputado y, por tanto, aforado.

"Es costumbre en España que las instrucciones judiciales se congelen en campaña electoral", admite un dirigente del PSOE, consciente de que tanto rondarle las sospechas desde el principio, tanto silencio investigador después, y tanta parálisis judicial ahora, en el caso de Ábalos, no tienen otra explicación.

Y por eso el partido, que sabe que sujetándose a estatutos no ha hecho bien las cosas con su exdirigente, mantiene congelado (como el juez su sumario) el expediente de expulsión: si hubiese contestado los requerimientos del ahora militante de base, éste habría ganado el recurso...

Por un lado, el PSOE quedaría mal ante la opinión pública por haberlo utilizado como chivo expiatorio, una cabeza que cortar pronto y rápido, para proteger al líder de los Aldamas que ya rodeaban a la esposa del presidente en "los digitales".

Por otro, aún peor quedaría por haber actuado injustamente contra quien le dedicó años y décadas y que, si hizo algo mal, "fue por el partido", advierte su entorno, y una vez readmitido el quizás corrupto, cuando el juez lo acuse, el precio de imagen ya sería doble.

De momento, Ábalos sigue en el Grupo Mixto y con expediente de expulsión como militante. Pero salió crecido de sus tres horas ante la comisión de investigación del Senado. "Él está tranquilísimo, da por hecho que con esto pasará como con todos sus casos judiciales... acaba de ganar otras dos querellas por difamación; todas, de momento".

Ábalos, también, vive con lo justo. Dicen que por cuestiones familiares, y sus gastos en abogados para esas querellas en las que defiende su honor. Pero, eso sí, continúa pagando su cuota de afiliado aunque, mientras, el partido lo quiere echar.

No vaya a ser que le pase como a Koldo, que dejó de pagar dos meses, y lo dieron por expulsado... "No, él va a defenderse". Ante Ferraz, por sospechas todavía infundadas. O ante la Audiencia y el Supremo, cuando esas sospechas se fundamenten y den la razón al partido, cuya cúpula da por hecho que el caso Ábalos le lastrará todo lo que queda de legislatura.

Si no más.