Teresa Ribera y Pedro Sánchez, con Zapatero al fondo, este viernes, en el cierre de campaña del 9-J, en Fuenlabrada.

Teresa Ribera y Pedro Sánchez, con Zapatero al fondo, este viernes, en el cierre de campaña del 9-J, en Fuenlabrada. EP

Política ELECCIONES EUROPEAS

El PP amenaza con vetar a Ribera como comisaria: 'Es un timo, se presenta al 9-J y no recogerá ni el acta'

"El PP no va a votar a nadie que vaya contra el campo y la pesca, y contra el Estado de derecho, como la no-candidata socialista", avisa Montserrat.

8 junio, 2024 02:22

Ha pasado prácticamente inadvertida la noticia del último día de campaña. Teresa Ribera es la cabeza de lista del PSOE para las elecciones europeas, pero no será nunca eurodiputada. Así lo confesó en una entrevista emitida en la noche del jueves en la Cadena Ser. Y la candidata del PP, Dolors Montserrat, amenaza con vetarla cuando sea propuesta como miembro de la Comisión Europea.

"No es compatible ser vicepresidenta, eurodiputada, ministra de Transición Ecológica y candidata a la Comisión... por eso no voy a recoger el acta", admitió la vicepresidenta tercera del Gobierno, después de toda una campaña evitando responder a esa pregunta, que lanzaba constantemente su contendiente del PP. También en el debate del lunes entre candidatos.

"Desde luego, nosotros en el Partido Popular no vamos a votar nunca jamás a nadie que vaya contra el campo, contra la pesca y contra el Estado de derecho, como la no-candidata socialista", advierte Montserrat en declaraciones a EL ESPAÑOL.

En aquel debate del lunes, Montserrat llegó a afirmar que Ribera ya había dicho que no recogería el acta. Pero los rostros de sorpresa de la candidata socialista y del de Ciudadanos, Jordi Cañas, que se pueden apreciar en el vídeo publicado más arriba, demuestran que no era así. La socialista, de hecho, se había cuidado mucho de no hacer una sola referencia a un asunto.

Pero la realidad es que ya lo había revelado.

Aunque la entrevista de Hora Veintipico se emitió el jueves por la noche, había sido grabada el domingo anterior, en el primer fin de semana de la Feria del Libro del madrileño Parque de El Retiro. Es decir, que la socialista calló el lunes lo que ya había contado el día anterior, sabiendo que no se emitiría hasta este jueves por la noche.

"Se presenta a las elecciones europeas y no recogerá ni el acta de eurodiputada. Es un timo", clama Montserrat, que ha ejercido de vicepresidenta de los populares en la Eurocámara y de presidenta de la Comisión de Peticiones estos últimos cinco años. "Yo me presento para defender a los españoles en el Parlamento Europeo, ella ni siquiera lo pisará. La candidata del PSOE es un fraude".

Reticente a aceptar

Ribera, de hecho, había sido muy reticente a aceptar su designación como cabeza de lista del PSOE a estas elecciones. Desde que Pedro Sánchez renovó su investidura el pasado noviembre, su nombre era el más pronunciado en las quinielas para ser la comisaria que propondría España en el próximo Ejecutivo comunitario. Ribera aspira, incluso, a ocupar la cartera de Medio Ambiente con categoría de vicepresidenta europea.

Este periódico publicó el pasado marzo su rechazo a ser la número uno en estas elecciones europeas por el PSOE. Y Sánchez llegó a sondear a Josep Borrell, actual Alto Representante para la Política Exterior de la UE.

El político catalán también lo rechazó, según confirmó este diario en fuentes cercanas, para acabar su trabajo, hasta noviembre, al frente de las relaciones internacionales de los veintisiete, en un mundo sacudido por las guerras en Ucrania y Oriente Próximo.

Es cierto que Borrell ya fue el cabeza de lista en 2019 y tampoco recogió el acta. Pero en el pasado había llegado a ser presidente de la Eurocámara, y ni siquiera la oposición del PP se atrevió a criticarlo.

A Ribera, que finalmente asumió la voluntad de Pedro Sánchez, sí se la critica. Por lo del decoro, por un lado: "El PSOE no tiene candidata al Parlamento Europeo y, además, el programa de ese partido es la corrupción", argumenta Montserrat en charla con este diario.

Por la campaña del PSOE, por otro lado: según la candidata del PP, toda la campaña socialista se ha basado en "crear crisis diplomáticas" y en acusar a todo lo que queda fuera de sus alianzas de "crear bulos y fabricar fango, y todo para tapar casos como los de Koldo y el que afecta a su propia familia", ha afirmado.

Y, finalmente, por sus ideas. El PP lleva años reclamando un Plan Hidrológico Nacional, la protección de la ganadería contra el crecimiento de la población de lobos, la apuesta por la energía nuclear, y criticando -eso sí, con la boca pequeña- que la llamada "excepción ibérica" abarata hoy la energía, pero "genera un déficit de tarifa que habrá que pagar" en el futuro.

Confesión y confusión

La confesión de Ribera llegaba al final de la entrevista emitida el jueves por la noche.

Y lo hacía después de haber jugado a la confusión, bromeando con un posible cruce con Irene Montero en los próximos meses en los pasillos del Europarlamento: "No me haré la despistada, ella ha aportado mucho al Gobierno en unos años muy intensos y complicados, y se ha sido tremendamente injusto con la exministra Montero".

Desde la estrategia de campaña del Partido Popular se ha hecho hincapié, durante estas dos semanas, en el contraste entre el compromiso de Montserrat y las ausencias de Ribera. La exvicepresidenta ha faltado a todos las últimas sesiones de control al Gobierno en el Congreso, sin justificar con agenda pública sus ausencias.

Ella misma ha reconocido, finalmente, que "no es compatible" haber permanecido al frente de sus responsabilidades en el Consejo de Ministros con el puesto al que se presenta. Aunque lo justifica en que "en Italia, por ejemplo, la señora Meloni es la cabeza de lista de su partido, y es evidente que [la primera ministra] no va a recoger tampoco su acta".

Para Ribera es una buena idea del PSOE haber mostrado públicamente cuál es la persona que el jefe del Ejecutivo va a proponer como candidata a un puesto en la Comisión. "No habría estado mal que lo hiciera todo el mundo, que todos los Gobiernos que proponen comisarios lo hubiesen designado así".

Sin embargo, el PP lo ve del lado contrario. "Si tiene que preparar un debate electoral", explican fuentes de la dirección popular, "y por eso no se somete al control del Congreso, que hubiera dimitido como ministra del Gobierno de España, que no es un trabajo que se pueda hacer a media jornada". Y si no va a recoger el acta de eurodiputada, "que no falte al respeto a los electores".

El posible veto

Es cierto que para aspirar a un cargo en el Colegio de Comisarios no hace falta pasar por el Parlamento Europeo. De hecho, son los jefes de Estado y de Gobierno -el Consejo- quien elegirá, entre junio y julio, a quien presidirá la Comisión.

Y son los Gobiernos de los Veintisiete los que proponen cada uno un nombre para la Comisión.

Después, el Parlamento somete a cada candidato a una comparecencia y tiene derecho de veto sobre el Colegio, en su conjunto, y sobre cada aspirante a comisario, en particular.

De momento, la agresividad con la que ha sido criticada la socialista Ribera por la candidata del PP anticipa una posibilidad cierta: la de que ella sí sea vetada por el Parlamento Europeo dentro de la ronda de hearings que tienen que pasar todos los comisarios, una vez que la presidenta (o presidente) de la Comisión les ha designado cartera.

Ribera está convencida de que el 9-J hay que votar "para frenar a la ultraderecha". Y lo argumenta explicando que "si pueden sumar, las derechas lo harán y eso pone en riesgo el futuro y los valores de la UE". 

El futuro y los valores de la Unión es posible, pero lo que es seguro es que una eventual mayoría de bloqueo entre el PP Europeo y los hasta ahora dos grupos de derecha extrema (ECR, es decir, Vox; e ID, es decir, Le Pen) pondría en riesgo su puesto como comisaria.

Fuentes del PP recuerdan que en el pasado se dio una circunstancia similar con Miguel Arias Cañete, el comisario que propuso el Gobierno de Mariano Rajoy, al que los socialistas europeos quisieron vetar, y lograron rebajarle las competencias, en el año 2014.

Cañete venía de ser ministro de Agricultura en España y aspiraba a una vicepresidencia de Acción por el Clima... la misma que, con otro nombre, parece que ocupará Ribera.

En el último año, más aún que entonces, las protestas del sector primario -agrícola, ganadero y pesquero- han centrado el debate europeo. Y han protagonizado gran parte de la campaña electoral, incluso en España, con ataques furibundos al "integrismo ideológico climático" de la actual vicepresidenta socialista. Así que fuentes de la candidatura popular dicen tener "razones más que fundadas" para no quererla como vicepresidenta climática de la UE.