Sorprendente hallazgo en Pompeya: la tumba de un militar que combatió en el norte de Hispania
Unas obras en la sede de la nueva biblioteca del Parque Arqueológico sacan a la luz un monumento funerario semicircular dedicado a un importante personaje.
16 julio, 2024 13:16Numerio Agrestino tuvo una brillante carrera militar: fue tribuno de una legión, praefectus fabrum, una suerte de oficial que supervisaba las obras de ingeniería, y prefecto de los autrigones, una tribu indígena del norte de Hispania —ocupaba aproximadamente las actuales provincias de Álava, Vizcaya, Burgos, Logroño y Santander— aliada de Roma. Este último cargo lo desempeñó durante la conflictiva época de las guerras cántabras (29-19 a.C.) emprendidas por el princeps Augusto. Al terminar sus servicios en la Península Ibérica regresó o se mudó a Pompeya —se desconoce su lugar de origen— para gozar de un lujoso retiro en el golfo de Nápoles.
Allí, en la ciudad arrasada por el Vesubio unas décadas después, en el año 79 d.C., fue elegido en dos ocasiones como duunviro, titular de la más alta magistratura en la urbe romana. El nombre de este militar se conocía gracias a una inscripción funeraria en la necrópolis de Porta Nocera, donde su esposa, Veia Barchilla, había encargado la construcción de un monumento funerario en memoria ambos. Pero unas excavaciones en el yacimiento han revelado una nueva sorpresa: otro monumento honorífico dedicado a Numerio Agrestino y en el que se detallan algunos de sus logros.
La estructura en forma de semicírculo y atribuible a una tipología muy conocida en Pompeya, las llamadas tumbas a schola, ha salido a la luz durante las obras de construcción de un túnel de ventilación para evitar que las filtraciones de agua amenazasen la integridad del patrimonio bibliográfico conservado en las salas subterráneas del edificio San Paolino, nueva sede de la biblioteca del Parque Arqueológico de Pompeya. Su descubrimiento se ha presentado este martes en un artículo científico publicado en el E-Journal del Parque Arqueológico de Pompeya.
Según los investigadores, el "peculiar" monumento funerario cabría datarlo en el reinado de Augusto (27 a.C. - 14 d.C.). Consta de un banco semicircular realizado en toba, una piedra caliza muy porosa, y está decorado en los extremos con unos reposabrazos con zarpas de león. La inscripción documentada en el respaldo ha confirmado que se erigió en un espacio público y por el consejo de la ciudad en recuerdo de Numerio Agrestino. A los arqueólogos les ha llamado la atención el cargo de praefectus Autrygonum. "Se trata de una posición hasta ahora no conocida que ayuda a comprender mejor la organización del poder romano en una fase de transición hacia el modelo imperial", han destacado en un comunicado.
"Aquí vemos el surgimiento de la red de poder que conectaba a las élites del Imperio, a cuyos miembros se les pedía que se comprometieran en las zonas de conflicto con la promesa de recompensas económicas y sobre todo de prestigio social en la comunidad de residencia", valora Gabriel Zuchtriegel, director del Parque Arqueológico de Pompeya.
"Haber ocupado dos veces la máxima magistratura de Pompeya, el duunvirato, y haber sido honrado con un monumento funerario en terreno público son expresiones de reconocimiento y lealtad hacia alguien que literalmente había luchado en primera línea", añade el arqueólogo. Sin embargo, las excavaciones han permitido documentar que el monumento funerario estaba empezando a caer en el olvido en el momento en que el Vesubio sepultó la ciudad: el semicírculo, falto de limpieza y mantenimiento, se encontraba ya semienterrado hasta la altura del banco.