Yacimiento megalítico de Stonehenge.

Yacimiento megalítico de Stonehenge.

Historia

Impactante hallazgo sobre el origen de Stonehenge: "Hemos resuelto un gran misterio"

Un estudio plantea que la Piedra del Altar fue transportada en barco desde Escocia hasta el complejo megalítico, a más de 700 kilómetros de distancia.

14 agosto, 2024 17:01

Hace 5.000 años se produjo un misterioso cambio religioso en las poblaciones neolíticas del sur de la actual Inglaterra. En una llanura del actual condado de Wiltshire comenzaron a cavar fosos y levantar montículos circulares en un lugar considerado sumamente especial. El complejo megalítico de Stonehenge fue reformado y ampliado al menos durante los siguientes 2.000 años. En su interior, justo en el centro, se esconde uno de los monolitos más intrigantes de todo el lugar: la Piedra del Altar. 

De 6x1 metros, forma parte del círculo interior de las conocidas como "piedras azules" de Stonehenge. Se cree que pudo haber sido colocada allí en la segunda fase de construcción del lugar, que ocurrió sobre los años 2620 y 2480 a.C. Hasta hace poco se pensaba que fue transportada desde Gales pero un reciente estudio publicado en la revista Nature indica que su origen está bastante más lejos: la cuenca sedimentaria de las Orcadas, en el noreste de Escocia.

"Se trata de un resultado realmente impactante, pero si la tectónica de placas y la física atómica son correctas, entonces la Piedra del Altar es escocesa. Nuestro trabajo suscita dos preguntas: ¿por qué y cómo exactamente fue transportada la Piedra del Altar desde el norte de Escocia a más de 700 kilómetros hasta Stonehenge?", declara en una nota de prensa Anthony J. I. Clarke, autor principal e investigador de la Facultad de Ciencias Planetarias y de la Tierra de la Universidad de Curtin, Australia.

El altar de Stonehenge fue transportado más de 750 kilómetros desde Escocia.

Sociedades complejas

Una serie de análisis anteriores desveló que muchas de las piedras que usaron para crear el complejo megalítico fueron las sarsen, bloques de arenisca silíceas procedentes de los bosques de Marlborough, a unos 25 kilómetros de distancia, y "piedras azules", muchas de las cuales tendrían un origen galés.

Para conocer el origen de la Piedra del Altar, Clarke y sus compañeros analizaron la edad y la composición química de los granos de circón y rutilo de dos fragmentos del famoso monolito. El circón se había formado en una gran parte en el Mesoproterozoico, hace entre 4.000 y 2.500 millones de años, mientras que la apatita y el rutilo se dataron entre hace 470 y 458 millones de años, en el Ordovícico medio. 

Profesor Richar Bevins junto a una de las piedras azules de Stonehenge.

Profesor Richar Bevins junto a una de las piedras azules de Stonehenge. Nick Pearce Universidad de Aberystwyth

Al comparar estos datos con los depósitos conocidos entre Gran Bretaña e Irlanda revelaron sus diferencias con los yacimientos minerales de Gales y su gran similitud con la arenisca antigua presente en la cuenca de las Orcadas, en el noroeste de Escocia, supuesto lugar del origen de la Piedra del Altar según los autores del estudio.

"Es muy emocionante saber que nuestro análisis químico y nuestro trabajo de datación han conseguido resolver este gran misterio. Ahora podemos decir que esta roca icónica es escocesa y no galesa. A pesar de que podamos decir mucho y con toda seguridad, aún nos queda seguir la búsqueda del origen exacto de la Piedra del Altar", explicó en una nota de prensa el profesor Richard Bevins, coautor del estudio e investigador de la Universidad de Aberystwyth.

Piedra del Altar bajo dos piedras de Sarsen.

Piedra del Altar bajo dos piedras de Sarsen. Nick Pearce Universidad de Aberystwyth

"Esta procedencia implica que la Piedra del Altar, un bloque de 6 toneladas de peso, se extrajo al menos a 750 kilómetros de su ubicación actual.  La dificultad del transporte terrestre de larga distancia de un cargamento tan masivo desde Escocia, sorteando barreras topográficas, sugiere que fue transportado por mar", concluye Clarke en el estudio que, además de resolver el misterioso origen del famoso monolito, plantea la existencia de un alto nivel de organización y transporte en las sociedades neolíticas de las Islas Británicas.