Egipto desvela nuevas maravillas de la dinastía de Tutankamón: "Las escenas más hermosas que he visto"
- Arqueólogos egipcios sacan a la luz bloques del templo de Hatshepsut con la decoración intacta y la tumba de un destacado personaje de 4.000 años.
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Una misión arqueológica egipcia liderada por el famoso y controvertido Zahi Hawass ha descubierto una serie de partes intactas del muro de cimentación del Templo del Valle de la reina Hatshepsut, en el complejo de Deir el Bahari de Luxor, y la tumba de un importante funcionario de la última dinastía del Imperio Medio del Antiguo Egipto, de hace 4.000 años. Las excavaciones han documentado a lo largo de varias campañas más de un millar de bloques de piedra decorados en los alrededores del complejo, según han anunciado los arqueólogos este miércoles en una rueda de prensa.
Zawass, exministro de Antigüedades del país del Nilo, ha detallado el descubrimiento de "un gran número de inscripciones en el Templo del Valle, las cuales son muy raras y bellas". "Hay muy pocos ejemplos similares en otros museos egipcios", ha añadido. Esta colección data de los reinados de Hatshepsut, una de las escasas mujeres que gobernaron la civilización de los faraones -lo hizo aproximadamente entre 1473 y 1458 a.C.-, y su sucesor Tutmosis III (murió en 1425 a.C.).
El egiptólogo ha afirmado que el millar de bloques documentado está lleno de "las escenas más hermosas que he visto en mi vida con ese color": "Es la primera vez que tenemos un programa final de la decoración de un templo que data de la Dinastía XVIII". Mohamed Ismail Khaled, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, ha añadido que estas piezas ofrecen información relevante sobre el arte del periodo. Además, se ha descubierto un centenar de tablillas de piedra caliza. Una de ellas conservaba el nombre de Senmut, el arquitecto responsable de la construcción del templo de Hatshepsut, ubicado cerca del Valle de los Reyes.
Los trabajos, liderados por la Fundación Heritage que dirige Hawass y que han contado con la colaboración del Gobierno egipcio, han documentado la sencilla tumba de Djehuty Mes, supervisor del palacio de la reina Tetisheri, abuela del faraón que liberó a Egipto del yugo de los pueblos hicsos. La sepultura estaba excavada en la roca y se encontraba al final de una capilla abovedada de adobe con dibujos en las paredes pintadas en rojo sobre una capa de mortero blanco.
"A pesar del alto estatus del propietario, la relativa modestia de la tumba refleja los desafíos económicos que Egipto enfrentó en ese momento debido a las prolongadas guerras contra los hicsos", ha asegurado Hawass. El arqueólogo también ha sugerido que este descubrimiento indica que la reina Tetisheri siguió con vida hasta el noveno año de reinado de Amosis y que el lugar de enterramiento de Kamose, último faraón de la Dinastía XVII, puede estar cerca.
Luz sobre la edad dorada
El popular egiptólogo, haciendo honor a sus rimbombantes valoraciones, ha descrito este hallazgo como el más significativo que se realiza en Luxor en la orilla oeste del Nilo desde el descubrimiento de la tumba de Tutankamón, marcando un hito en el estudio de la historia del Antiguo Egipto.
Los investigadores también han sacado a la luz otros pozos funerarios tallados en la roca que contenían ataúdes de madera con apariencia humana, conocidos como "ataúdes de plumas", muy característicos de la época. Entre ellos sobresale el de un niño pequeño enterrado hace unos 3.600 años.
Por último, se han identificado los vestigios de necrópolis más antiguas sepultadas por el templo de Hatshepsut en las que han aparecido fragmentos de cerámica, ofrendas o moldes de pan; y de otro cementerio más tardío, de época ptolemaica (305-30 a.C.), asentado en esta ocasión sobre los restos del complejo funerario de la faraona. Los objetos fechados en este momento incluyen monedas de bronce con representaciones de Alejandro Magno, juguetes infantiles y máscaras y escarabajos funerarios.
Los hallazgos de la misión, en definitiva, ayudan a enriquecer el conocimiento de la transición del Imperio Medio a la Dinastía XVIII, la edad dorada del Antiguo Egipto, así como el impacto de la invasión de los hicsos. Además, ofrecen nuevos datos sobre las prácticas funerarias, los logros artísticos y la importancia perdurable del templo de la reina Hatshepsut como un hito cultural e histórico.