“La mejor manera de predecir el futuro es crearlo”. El informático Alan Kay sintetizó el espíritu de la innovación en esta frase. Con la compra autónoma ocurre lo mismo: es necesario crearla y disponer de todas las herramientas posibles para garantizar su éxito.
Hay quienes anuncian el fin de la compra tradicional con la llegada de la innovación, pero, como dijo Klay, si queremos saber qué deparará el futuro a las compras, nos corresponde a todos crear ese futuro.
En el proceso evolutivo de la función de compras, los profesionales de este ámbito tienen que tomar una decisión: ¿Conformarse con una herramienta de reducción de costes o ir más allá? Aunque la reducción de costes siempre será una pieza clave para las compras, es importante considerar otras opciones para que la estrategia empresarial tenga éxito y no se base solamente en los costes.
Y es que el objetivo, además de ahorrar, es automatizar todas las labores repetitivas y poco críticas, así como ofrecer apoyo a los profesionales en tareas estratégicas mediante análisis avanzados, predicciones y recomendaciones.
Eso permite dedicar más tiempo a la estrategia, a las negociaciones y relaciones con los proveedores o a otras actividades que aporten valor. Para ello, el departamento de compras podrá contar con la ayuda de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial (IA).
Ayudar –no sustituir- al ser humano
En general, la inteligencia artificial se define como una tecnología diseñada para tomar decisiones cognitivas y realizar tareas a la par que un ser humano. Abarca aspectos como el procesamiento del lenguaje natural, aprendizaje automático, redes neuronales y modelos estadísticos para el análisis de tendencias, detección de anomalías, análisis predictivo...
Sin embargo, es un concepto rodeado de desinformación. Por lo tanto, el primer paso es desmitificar afirmaciones erróneas sobre la IA:
- “Eliminará puestos de trabajo”. Es posible que la metodología de trabajo cambie y que sea necesario adquirir nuevas habilidades, pero la compra autónoma y la IA no están diseñadas para funcionar sin personas. Por este motivo es importante reconsiderar la simbiosis entre la
- “Garantiza una precisión del 100%”. Ninguna tecnología puede garantizar la perfección. Puede acercarse, pero nunca al 100%. Por eso, el futuro está en la aportación humana combinada con la IA.
- “Es de talla única”. Ninguna plataforma de software puede abordar todos los casos de uso en todos los ámbitos verticales y empresariales sin personalización. Cada empresa tiene sus propios requisitos, que deben abordarse de forma diferente.
- “No requiere mantenimiento”. Los sistemas de IA requieren un aprendizaje continuo a partir de la retroalimentación humana, un entrenamiento limpio de los datos, el reconocimiento y ajuste de patrones y un mecanismo de revisión continua para asegurar que los datos no han cambiado significativamente, y que el sistema está cumpliendo con las expectativas.
Hoy en día, sus aplicaciones todavía se consideran un 'nicho' debido a que no existe aún un proveedor que pueda apoyar el proceso completo de principio a fin de que requeriría la compra autónoma. Sin embargo, la IA ya puede aplicarse a la analítica aumentada y la visualización o predicción de datos, entre otros usos.
De aquí a dos o tres años, la IA seguirá integrándose en todas las soluciones mencionadas, con capacidades cognitivas mejoradas y aplicadas a, entre muchos otros ámbitos, el ciclo completo de la función de compras. En otras palabras, el sistema será capaz de pensar por sí mismo, aprender con el tiempo y mejorar la rutina diaria de los procesos.
La IA está llamada a acelerar, pues, ese viaje inevitable hacia la digitalización de todos los procesos empresariales. Pero la compra autónoma no va a suceder de la noche a la mañana, el verdadero cambio se produce en el día a día. Lo ideal es empezar construyendo una base de datos, formando a los equipos, adoptando nuevas tecnologías y revaluando la hoja de ruta a largo plazo.
La automatización, las aplicaciones cognitivas, la analítica avanzada y los casos de uso práctico de la IA están a nuestro alcance, pero tenemos que trabajar para hacer realidad ese objetivo de la verdadera transformación digital.
*** Carlos Tur es el máximo responsable de Jaggaer para España y Portugal.