El pasado mes de marzo el sector bancario volvió a notar en sus cimientos un seísmo con la caída del estadounidense Silicon Valley Bank y, apenas unos días después, de Credit Suisse. Dos crisis muy diferentes que solamente se alimentaron entre ellas en lo que al contagio bursátil se refiere, pero que tienen origenes poco conectados.

En el caso del norteamericano, una cuestionable gestión del riesgo y una corta posición de liquidez precipitaron en apenas 48 horas su caída, que terminó en resolución y posterior venta. Mientras, Credit Suisse firmó sus últimos días como entidad independiente hace ahora un mes tras muchos años de escándalos, errores y fuga de clientes. Ahora espera cerrar este año su integración en UBS.

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Estas crisis pillaron relativamente lejos a la banca española, que ha reiterado en sobradas ocasiones su fortaleza en lo que a solvencia y liquidez se refiere. Sin embargo, es posible que aquellas turbulencias, especialmente las de Credit Suisse, hayan traído buenas noticias a algunos.

Bankinter dio a conocer el jueves sus resultados del primer trimestre, un periodo durante el cual la entidad logró entradas de fondos de clientes por unos 3.600 millones de euros. Así lo explicó Jacobo Díaz, director financiero del banco, durante la presentación de las cuentas.

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"Seguimos teniendo entradas [de fondos]. Hemos visto que hay incrementos de patrimonio, de entradas, de 3.600 millones de euros, lo que pasa es que luego se van transformando en lo que el cliente quiere o por el asesoramiento que nuestros ejecutivos deciden. Pero entradas de fondos hemos visto 3.600 millones en solo un trimestre, que me parece una cifra espectacular", apuntó el director financiero.

Preguntado sobre si han percibido que el origen de estos fondos sea una entidad en concreto, Díaz se limitó a responder que vienen "de todas".

Inquietud

Lo cierto es que, como ya constató el Banco de España, ni Bankinter ni el resto de la banca española han sufrido salidas de depósitos significativas debido a las turbulencias bancarias de marzo. Sin embargo, sí ha habido inquietud. "Los clientes del banco lo han vivido con mucha tranquilidad. Algunos han llamado porque tenían dudas, pero en ningún momento ha habido incertidumbre respecto al banco", apuntaba, por su parte, María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter.

La banquera explicaba que la entidad ha crecido "de manera exponencial en todo tipo de recursos" durante los últimos tres meses, en los que se han producido las turbulencias. "Somos un banco predecible y estable", defendía Dancausa.

Bolsa y "ciencias ocultas"

De hecho, la banquera confesaba no ser capaz de entender "el comportamiento al alza y a la baja de las cotizaciones en bolsa". Para Dancausa, la poca comprensión del vaivén de los mercados se asemeja a la que se puede tener sobre las "ciencias ocultas".

Hay que recordar que durante el mes de marzo Bankinter fue el banco más penalizado debido al contagio bursátil de las caídas de Silicon Valley Bank, otros bancos estadounidenses y Credit Suisse y, posteriormente, los nervios que durante un día hubo respecto a Deutsche Bank.

La entidad se devaluó más de un 21% en marzo, frente al 20% que lo hizo Sabadell, el 18% de Unicaja o el 11% de CaixaBank y BBVA. Santander, por su parte, cayó un 8% en el mes.

La banquera explicó el jueves que esta mayor penalización se debe a que "Bankinter el año pasado subió más que otros bancos" y esto "se corrigió" en el momento de las turbulencias por los temores generalizados de los inversores. Sin embargo, apuesta por su futuro también en bolsa: "No tengo duda de que la acción del banco va a seguir subiendo". Solo el tiempo lo dirá.