Con una participación del 66%, la más elevada desde 1997, la primera vuelta de las elecciones a la Asamblea Nacional celebrada este domingo se ha saldado con una victoria de Rassemblement National, de Le Pen y Bardella, que ha obtenido el 33,5%.

El Nuevo Frente Popular, liderado por Mélenchon, ha sido la segunda fuerza política, al obtener el 28,1% de los votos, mientras que la coalición centrista del presidente francés, Emmanuel Macron, ha obtenido un 20,7%.

Así, la victoria del partido de extrema derecha de Marine Le Pen ha sido inferior a la pronosticada por las encuestas, que le daban un 35,5% de los votos. Lo mismo ocurre con la coalición de izquierdas, ya que las previsiones le daban el 29,5%. Al mismo tiempo, la caída de la agrupación de Macron ha sido menor de lo esperado (19,5%).

“La victoria menos amplia de lo esperado de Le Pen y el posible frente común del resto de partidos, hace menos probable la posibilidad de que logren la mayoría absoluta este próximo domingo”, explican los analistas de Bankinter.

Jean-Luc Melenchon, líder del partido de extrema izquierda La France Insoumise, y varios miembros de la coalición Nuevo Frente Popular, durante un discurso tras las elecciones francesas. Reuters

A pesar de ello, advierten de que “con este resultado el escenario electoral se mantiene aún muy abierto y por tanto no es descartable que sigamos viviendo cierta incertidumbre hasta la celebración de la segunda vuelta”.

Pero las bolsas, al menos en los primeros compases de la jornada del lunes, celebraban los resultados.

El Cac 40 lidera las subidas

El índice de la Bolsa de París, el Cac 40 -que había caído un 6,5% desde que se convocaron las elecciones- subía casi un 2%. El FTSE Mib italiano avanzaba un 1,7%; el Ibex 35, un 1,2%; y el Dax alemán, un 0,5%. El Euro Stoxx 50, índice en el que cotizan las 50 mayores compañías de la zona euro, sumaba un 1,2%.

Lo mismo ocurría con el euro. La divisa comunitaria avanzaba un 0,4%, hasta cambiarse a 1,075 dólares. Se trata de niveles no vistos desde mediados de junio.

La relajación también llegaba al mercado de deuda. La prima de riesgo de Francia –el diferencial entre el bono francés a 10 años y el alemán al mismo plazo- cedía hasta los 74 puntos básicos. Terminó la jornada del viernes en los 80.

“Esta prima de riesgo es similar a la registrada en 2017 (cuando el mercado temía una victoria de Le Pen en las elecciones presidenciales) pero aún lejos de los 200 puntos básicos a los que llegó en la crisis de deuda de 2012", destacan desde Renta 4.

Esto "sugiere que el mercado está descontando un cambio de gobierno, pero sin que el nuevo implemente todo el gasto fiscal que incorpora en sus programas políticos”. La prima de riesgo de España caía hasta los 86 puntos básicos.

“Parece que el hecho de que no se haya conseguido mayoría absoluta de la ultraderecha dejando todo abierto para la segunda vuelta está sentando bien a los mercados”, explica Juan José del Valle, responsable de análisis de la sociedad de valores Activotrade SV.

Segunda vuelta

“Es probable que el riesgo de un evento ya esté fuera de juego y que la probabilidad de un escenario de Frexit [la salida de Francia de la UE] sea aún más reducida”, subrayan los expertos de Jefferies.

“Los resultados son mejores que los temores de que la extrema derecha o la extrema izquierda pudieran tener suficiente ventaja para implementar políticas extremas. Por lo tanto, la reacción inmediata es la de un rally de alivio”, añaden.

La segunda vuelta se celebrará el próximo domingo 7 de julio, siendo candidatos los dos partidos políticos más votados en la primera vuelta: Agrupación Nacional y el Nuevo Frente Popular. Le Pen y Bardella intentará conseguir la mayoría absoluta (289 de 577 escaños), mientras que el resto de partidos intentarán evitarlo.

Pasan a segunda vuelta los dos candidatos más votados y cualquier otro que obtenga al menos un 12,5% del censo. El presidente Macron, quien ha apelado a apoyar al bloque de izquierdas, elegirá un primer ministro del partido que consiga la mayoría o aquel que pueda liderar una coalición.

En caso de cohabitación, como se conoce a la convivencia forzosa entre presidente y Gobierno de distinto signo político, Macron sería responsable de Asuntos Exteriores y Defensa, mientras que sobre el primer ministro recaería la responsabilidad de la política doméstica.