El deterioro de la Atención Primaria: sobrecarga laboral, déficit de profesionales y sueldos “ridículos”

En la actualidad, hay un déficit de 4.500 médicos de Familia en España, según el Ministerio de Sanidad. De las 527 plazas MIR que quedaron desiertas en la convocatoria de este año, 459 pertenecían a la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria. Ante este nefasto resultado, se decidió proponer una convocatoria extraordinaria con ampliación de cupos de médicos extracomunitarios.

El éxito de esta iniciativa fue... pobre. De nuevo quedaron 246 plazas libres en 10 comunidades autónomas, suponiendo más del doble que el año pasado (entonces sin cubrir 131 tras una segunda convocatoria).

Una de las principales causas de la escasez de médicos en esta especialidad es la falta de previsión en la tasa de reposición. "Cada vez estamos más sobrecargados de trabajo y asumiendo tareas de otras especialidades por un sueldo ridículo. Además, la Administración se ha encargado de desprestigiar esta especialidad, maltratando durante años a los que trabajamos en ella", explica María González Vilaplana, médico de Familia en Andalucía. 

Esta situación dificulta que la Atención Primaria sea atractiva para las nuevas incorporaciones, que se decantan más hacia otro tipo de especialidades.

De hecho, cada año tras el MIR "quedan más plazas libres sin ocupar. Hay muchas personas que prefieren estudiar otro año entero antes que escoger la rama de Medicina Familiar y esto da que pensar", añade González. 

En la actualidad, de los 763.355 profesionales que trabajan en la red asistencial, 16% trabaja en centros de atención primaria, según el Ministerio de Sanidad. La medicina familiar cuenta con 43.815 médicos y 42.094 enfermeras. 

La tasa de médicos de Atención Primaria por cada 1.000 habitantes es de sólo 0,9, mientras que el global del SNS se eleva a 3,5. Se trata de una tasa, además, que prácticamente no ha variado en 10 años. 

Estas cifras son insuficientes. La doctora González relata a este medio cómo es la sobrecarga laboral que vive a diario. Como está estipulado, debería atender en su centro de salud a un máximo de 35 pacientes. Sin embargo, normalmente, suele superar ese número porque siempre "surge alguna consulta extra". 

"No podemos más con esta carga de trabajo diaria, sin contratar personal para sustituir bajas, reducciones de jornada o excedencias", denuncia. Para ella, las administraciones no pueden pretender sacar adelante un trabajo para el que se necesita el doble de personal. Y la situación se agrava todavía más en verano, cuando la mayoría de la plantilla está de vacaciones. 

Víctor Puig, médico de Familia en Valencia.

A la jornada laboral habitual se le tienen que añadir las guardias de 24 horas que los médicos están obligados a realizar hasta los 55 años en la mayoría de departamentos.

Además, sobrepasando esa edad, "muchos continúan realizando guardias" para mantener sus salarios. "Cualquier empleado de Mercadona gana mucho más que nosotros", denuncia por su parte la doctora González.

Así, es común que un médico de consulta haga de media unas cinco guardias al mes. Con todo, depende de la zona y del momento porque en verano pueden ser muchas más.

En cualquier caso, el salario de un médico que comienza a trabajar en el SNS con una retribución básica y sin añadir las guardias es de 40.000 euros netos de media.

Sin embargo, esta cantidad es mucho más baja en Andalucía. En la región el sueldo médico no llega ni a esa cantidad y se queda en los 37.000 al año, según estima Vicente Matas, analista de datos médicos y responsable del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada (SIMEG). 

Jubilaciones

El futuro no pinta bien. En los próximos cinco años, se jubilará casi el 60% de los profesionales de esta especialidad y "esto puede provocar una hecatombe", añade la doctora María.  

Según el último informe del Ministerio de Sanidad, en junio de 2023 había 11.145 médicos de familia en AP con alrededor de 60 años. En hospitales, hay 1.536 especialistas con esta edad y en urgencias unos 4.000. "En total unos 16.700 profesionales se jubilarán en los próximos seis años", detalla Vicente Matas.

Todo ello sin tener sustitutos por falta de planificación, critica. En estos años se ha producido "un incremento exagerado del número de jubilaciones, el doble o más de lo que era normal, y las instituciones no lo han tenido en cuenta, ya que para formar a un médico de familia se necesitan 11 años". 

En esta idea coincide también la médica María González, que ha expresado a este medio que "muchos compañeros de su edad o incluso más jóvenes están buscando otras salidas profesionales ante el ocaso de la Atención Primaria". 

Esta fuga de profesionales también se debe a las escasas oportunidades de promoción y crecimiento profesional en Atención Primaria. "La mayoría de pacientes no saben que somos especialistas, igual que los compañeros del hospital. Resolvemos el 90% de los motivos de consulta sin necesidad de remitir", explica Puig. 

Entre los años 2023 y 2028, según prevé Matas, pueden terminar la carrera en España 13.288 médicos de familia, como máximo, unos 2.214 por año, que no serían suficientes para cubrir la demanda que se precisa. 

Tiempos de espera

Por otro lado, la escasez de profesionales forma parte del alargamiento de los tiempos de espera. Por ejemplo, en Andalucía, como explica María, la media de espera es de 26 días para coger cita en Atención Primaria. Y lo ideal, sería que la demora no pasará de una semana.

Esto provoca que los pacientes acudan a los centros de salud a través de Urgencias para intentar acceder de alguna forma a la revisión médica, provocando también la saturación de estas áreas.

Para Víctor Puig, la falta de profesionales no se solventará ampliando el número de plazas de MIR. Apuesta más por una mejora de las condiciones laborales. ¿De qué manera? Pues haciendo más atractivo para los sanitarios el desarrollo de esta carrera profesional en los centros de salud. 

Otra de las medidas que se deberían hacer es terminar con el agravio comparativo de las condiciones laborales entre hospital y centro de salud. Así explica Víctor, señalando que las instituciones deberían situar "a todas las especialidades en el mismo nivel y no en diferentes ligas".