Las preliminares del Carnaval de Málaga llegan a su fin. Ay. Mi relación con ellas sí que es tóxica. Me quitan horas de sueño. Me hacen pasar el día en el camino. Me hacen comer bocadillos, gomitas y anacardos que notaré cuando vuelva al gimnasio por febrero. Pero ¿y lo bien que lo pasamos?

La noche de lo cuchillos largos, ya sea la de preliminares como la de semifinales, se convierte siempre en el momento más divertido de cada concurso. Uno hace balance con compañeros que ya son colegas sobre lo que ha vivido este año, debate sobre lo mejor que ha visto u oído y raja por derecho, que siempre viene bien desfogar después de tanta oleada de emociones.

Sin embargo, antes del precioso momento donde el jurado da su fallo, la última sesión de preliminares se ha celebrado, eso sí, con seis agrupaciones en lugar de ocho, como estaba previsto al inicio del concurso. La Moneda y 1D calle no han aparecido por las tablas del teatro de la ESAD. El primer grupo, por problemas con la modista. Del segundo no ha llegado el motivo.  

Que este concurso merece el respeto por parte de las agrupaciones que la conforman ya se ha dicho muchas veces, pero no estaría de más empezar a pensar posibles penalizaciones, más allá de la pérdida de fianza, a los grupos que acaban dejando determinadas sesiones, como ha sido el caso de este viernes, peladas de grupos. Sobre todo para el aficionado que compra una entrada para una sesión de ocho agrupaciones de las que solo acaba viendo seis.

Pero bueno, denunciado este aspecto, cabe recordar que estamos en carnaval y hay que ver siempre el lado positivo: esta cronista dormirá un poquito más y mañana tendrá una mejor cara. En los días anteriores su rostro se asemejaba al de la niña del exorcista de la chirigota del Pipa de Tarifa. Así que vamos al análisis, que se nos hace tarde:

¿No te cansas?

Por segundo año consecutivo, esta murga infantil vuelve a formar parte del carnaval de Málaga, lo cual es una magnífica noticia para la cantera. De ser mineros el año pasado, en esta ocasión se han convertido en unos 'jartibles' muy 'malaguitas' que adoran todas las fiestas, bien sea la feria, el carnaval o la Semana Santa.

Han mejorado muchísimo, sobre todo en presencia escénica e interpretación. Los pequeños 'jartibles' aseguran en su repertorio que salen en carnaval "para poder enseñar lo que vive la cantera". Así, manifiestan que fue difícil empezar, pero que ya "no se pueden escapar". Llevan un estribillo súper divertido donde le dicen a Paco de la Torre que él sí que es un 'jartible' porque no se pierde ni una fiesta. "Paquito, Paquito... ¡Tú sí que eres un jartible!", dicen.

Esta actuación demuestra que aún hay esperanza en que la fiesta no fallezca pronto. Mención especial para la niña rubia en el centro del escenario, con la peineta de grandes dimensiones, a la que es imposible dejar de mirar por su presencia escénica, que lo llena todo. Además, la estamos viendo crecer, algo supertierno, o no... Porque eso significa que yo me estoy haciendo mayor.

Murga El último superviviente

Ha tenido que llegar la última preliminar para que Pedro Ramírez y el resto de los malagüitas metan el pelotazo del concurso y nos enseñen qué es caer de pie. Después de un catastrófico golpe en la pasada edición con una idea que no logró captar el público con Entre Algodones, El último superviviente ha entrado... ¡Y de lleno!

En esta ocasión, los Malagüitas interpretan a un vecino del Centro de Málaga que se ha quedado en su bloque por culpa de tanto Airbnb. Representan la idea con una trinchera y con el cántico "¡Qué vienen los guiris, eh, eh, que vienen los guiris!", que enseguida el público ha empezado a corear. Quizá, si no me falla la memoria, estamos ante el primer coreo de esta edición.

Pasodobles al tipo, uno sobre cómo están desvalijando el Centro de Málaga y el otro cómo los ancianos viven encerrados en los barrios que aún guardan algo de esencia. Los cuplés también calaron, especialmente uno donde confunden la Sagrada Cena con que El Pimpi había montado cuarenta mesas encima del trono de Estudiantes.

Han estado rápidos y listos, además, fichando a personas como Javi, clásico del CAMM, que ha aportado unos altos muy bonitos, de pellizco. Suenan mucho más afinados respecto a otros años. Del popurrí hay que destacar, sin duda, el cuartetón dedicado a los cañones de confeti, que cada vez están más de moda. Sin duda, la sorpresa de la noche. La cosa se aprieta en murgas.

Comparsa Mi tierra

Comparsa nueva, pero con más tablas que el Cervantes. Vienen dirigidos por Abraham Membrive, con José Luis Malo en la autoría de la letra y con Curro Ruiz y Ginés González hijo en la música. Pero además, en sus filas hay grandes nombres como Antonio Lara, Amate, Saborido... 

Evidentemente, una cosa lleva a la otra y la comparsa ha sonado de dulce. No se puede cantar de una forma más exquisita. Ellos encarnan a unos náufragos que están en los Baños del Carmen. Aunque quizá la presentación resultó algo plana, lo mejoraron en los pasodobles, que dedicaron a aquellos que se parten el pecho por las coplas gaditanas y dicen que ellos se inspiran en Málaga. El segundo, de los que ponen la piel de gallina, a las madres.

"Yo volvería a tu barriga el día que venga la muerte y escribiría en las paredes de tu vientre con la sangre del corazón mi pasodoble y ahí vivamos los dos, los dos pa’ siempre", remataron.

Los cuplés, de comparsa. En uno de ellos dicen que han cambiado su forma de ser rotundamente porque se han echado novia: "No juego a la play, no veo pelis violentas... Vamos, ya me entiendes, que otra vez ya tengo parienta".

El estribillo es precioso --lo que más me gusta del repertorio junto al popurrí-- y todo un guiño al grafiti que lleva años reinando en los Baños del Carmen: "Hay dos cosas que un malagueño no puede expresar: no saber vivir sin el mar, ni sin los carnavales

Por eso dejo escrito en El Balneario, como notario y confesionario, la explicación de por qué este amor nunca acabará: “Que fuiste eres y siempre serás… Mi más bonita, ay, mi más bonita casualidad”.

El popurrí es fantástico, muy fresco. Quizá por la autoría y las voces, en ocasiones recuerde a las comparsas de Pino y en otras al Arroyo. De hecho, la cuarteta del solo de Abraham en honor de la moraga, junto a Curro, me recordó a la del Canal de los Presos que él mismo hacía con Ginés. Arroyo siempre fue y será bien. Me ha gustado muchísimo el estreno de estos "zorritos", así se hacen llamar. Veremos a ver cuáles son sus cartas en semifinales.

Juvenil A tres metros sobre el suelo

Si Marta Berdugo no existiera habría que inventarla, porque un año más ha traído junto a su grupo de amigas un cuarteto juvenil que bien podría presentarse al de adultos y plantarle cara a los mayores. En esta ocasión su propuesta se llama A tres metros sobre el suelo.

Unas chicas, cada una de su padre y de su madre, esperan a que pase Fusionadas por el palco principal de la Semana Santa de Málaga. Marta es la saetera, pero también aparecen una influencer, una sevillana cayetana y dos hermanas, una con más arte que la otra. El mejor momento es cuando la más dicharachera y capillita empieza a sacar cosas de un bolso... Hasta un monaguillo. El público acabó revolcado en sus butacas y no es para menos.

De los cuplés, el mejor sin duda es el que dedican a la cofradía del Huerto. Unos ladrones entran a la casa hermandad y en vez de llevarse la corona o las potencias acaban llevándose el olivo. Les salía más rentable ante los precios de venta del aceite. 

Consiguen rimar todo, dan juego a cada trama y logran que el espectador identifique bien de qué pie cojea cada personaje. La familia de figurante también hay que mencionarla. Alberto Salas, por ejemplo, no se aguantó ni una risa viéndolas sobre las tablas, mientras que Alberto Berdugo, en ocasiones, prefería ni mirar para ponerse serio y disimular la caída de baba. Mucho arte y mucha sangre cuartetera junta, que ojalá dure mucho. Loca por ver lo que tienen para las semis.

Comparsa La coplera Tarifa

Desde Tarifa, unas copleras con muy buenas voces y mucho color cerraron la fase preliminar en la modalidad de comparsa. Llenaron de color el teatro con sus tipos de arqueras, pero también con sus voces, llenas de tonalidades diferentes que acababan llevando al espectador a Cádiz. 

Ese soniquete trasladaba a la calle Libertad un domingo de carnaval, especialmente cuando por el estribillo se arrancaban por tanguillos. De los dos pasodobles que interpretaron, caló muy bien el que dedicaron a una problemática que está a la orden del día entre los más pequeños, el bullying, que tantas vidas, por desgracia, arruina. "Quién sabe si a nuestro hijo no le toca ser el siguiente...", remataron. Muy buena interpretación. De hecho, tan bien cantaron, que a veces estaban un nivel por encima de la letra.

En los cuplés dedicaron uno a Málaga, concretamente en el segundo, donde relatan cómo por el camino se compran algo para reponer fuerzas y acaban parando en la Kiki, donde compran una palmera con la que al final... revientan el retrete. La verdad es que se lo han currado porque incluso llevaban una palmera de chocolate con el nombre del grupo.

No han pasado a semifinales, pero bien merecido lo tenían. Esperamos que vuelvan el año que viene. Como siempre digo, grupos como este, solo suman.

Murga Quiero hacer una comparsa, pero mi hermano no quiere

Y para cerrar la sesión y la fase, una dosis de Pepe León en estado puro. El año pasado en este medio recomendamos a esta murga que probara a hacer una comparsa un año ante las brillantes voces que tienen y la intensidad con la que cantan... Pues dicho y hecho. Los hermanos León no se decidían y han tenido la idea de hacer una murga-comparsa. Una idea de lo más original que les ha salido muy bien, reventando el teatro a última hora de la noche.

Especialmente porque han sido, probablemente, los más innovadores de todo el concurso en lo que a letras se refiere, utilizando en los pasodobles una estructura muy curiosa, con dos partes, una en tono murguista y la otra, comparsista. En el primero hablan de su alegría por volver al carnaval un año más y en el segundo, critican a Paco de la Torre por poner la ciudad en venta, en lugar de asegurarse de que es del malagueño. Al alcalde ya le han caído varios palazos y solo estamos en preliminares...

De los cuplés hay que destacar, sobre todo, que uno de ellos lo han preparado en camerinos sobre la ausencia de los dos grupos que han faltado a la sesión. Fingen no sabérselo bien y culpan a ambas de la falta de preparación que han tenido por haber cantado antes. Calidad made in Huelin. El popurrí es también un no parar, como acostumbra el grupo desde hace una infinidad de años. Al final, los hermanos hacen las paces y deciden disfrutar juntos del carnaval. Sin duda estamos ante un buen año en murgas, aunque al inicio del concurso parecía lo contrario.

Vamos a pasarlo bien en el Cervantes. Nos leemos el domingo, gracias por estar ahí un año más.