Málaga dice adiós a la vieja fábrica de ladrillos y da la bienvenida al nuevo parque comercial de Salyt
La demolición de la antigua planta está muy avanzada, al tiempo que se camina en la tramitación urbanística de un plan que prevé una inversión de 35 millones.
3 mayo, 2023 05:00Noticias relacionadas
Málaga dice definitivamente adiós a la vieja fábrica de ladrillos Salyt para empezar a dar la bienvenida al parque comercial que se levantará en su vacío. Una operación empresarial que va a suponer una inversión próxima a los 35 millones de euros y que, si se cumplen las previsiones, podría arrancar en la primera mitad de 2024 con los trabajos de urbanización y, casi a la par, de edificación.
Una de las principales aportaciones de este proyecto se relaciona con la mejora de las infraestructuras viarias del entorno, completando los ramales de conexión entre la parcela del Tejar de Salyt y la Avenida Valle Inclán, incluyendo un ramal de salida en sentido MA-20 y el simétrico de entrada, así como el ramal de salida directa desde Valle Inclán hacia el Parque del Arroyo del Cuarto.
Además, se realizará el acondicionamiento de los dos ramales existentes (conexión del Parque del Arroyo del Cuarto con la Avda. Valle Inclán, sentido centro ciudad (este) y salida desde Valle Inclán hacia parcela de Tejar de Salyt, con el objetivo de dotarlos de itinerarios peatonales acordes con la actuación propuesta.
El desarrollo del sector es objeto de posibles actuaciones desde hace más de una década. Sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando formalmente se ha activado todo el proceso necesario de la mano de la empresa Ediffisa. La misma firmó un convenio con el Ayuntamiento para destinar a comercial el uso de la parcela, de algo más de 52.000 metros cuadrados.
Sobre este escenario el promotor privado pretende ejecutar una edificabilidad máxima de 21.700 metros cuadrados, que quedará configurada en un conjunto de planta baja más una altura. La misma dará cabida a tres operadores comerciales.
El de mayor dimensión dispondrá de 9.900 metros cuadrados de techo, ocupando una superficie superior a los 21.000 metros del solar. A esta primera edificación se sumará una segunda con dos operadores más (2.833 metros de techo y 5.806 metros, respectivamente) "de uso gran superficie comercial". Y una tercera edificación, con un techo de 1.020 metros, para restaurantes. Hay algo más de 7.330 metros de espacios libres y 900 plazas de aparcamiento.
Con el objetivo de aligerar los siempre prolijos trámites administrativos, los promotores privados de la operación, con el amparo del Ayuntamiento, defienden la innecesariedad de que este proyecto sea sometido a la autorización ambiental alguna. Una reclamación nada baladí, por cuanto de no ser necesario este procedimiento, la actuación quedaría liberada de muchos meses de tramitación.
Razones para prescindir de la evaluación ambiental
Para defender esta posición, en el expediente de avance de la PRI aprobado inicialmente se destaca que la conversión de la antigua fábrica en un espacio comercial "con incremento de las zonas verdes" va a suponer una "mejora tanto a nivel medioambiental, como en la prevención del cambio climático mediante la reducción de emisiones a la atmósfera y salud de la población".
Grosso modo se insiste en que esta transformación urbana evitará la segregación funcional de la ciudad, así como la revitalización de la zona predominantemente residencial, mediante actividad económica, sin generar procesos de expansión urbana y de consumo innecesario de recursos energéticos y naturales; la ordenación prevista dará mayor capacidad a las infraestructuras de comunicaciones y transportes en la zona.
Asimismo, se destaca que la mejora de la movilidad que se propone dará solución a los problemas existentes de aglomeración del tráfico e igualmente fomentará su fluidez y viabilidad de nuevas conexiones entre las distintas zonas del distrito Bailén-Miraflores.
"Así pues, el impacto sobre el medio ambiente de esta transformación no tiene efectos medioambientales significativos que empeoren los parámetros actuales, y en todo caso los cambios que se producen son positivos, sustanciándose en una mejora de la calidad medioambiental y del impacto en la salud", se añade