
Imagen de archivo de una mujer poniendo posos de café en su planta. iStock.
Adiós a los posos de café en las plantas: la razón por la que no deberías usarlos según el experto Eduardo Barba
Los restos de esta bebida se han convertido en los últimos años en la solución más popular para cuidar las plantas del hogar.
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En el interminable mundo del cuidado de las plantas, existen remedios caseros que, debido a su popularidad, han dejado de ser trucos para pasar a convertirse en opciones aseguradas. Gracias a su increíble eficacia, miles de personas los usan como si de fertilizantes, fungicidas o abonos profesionales se tratasen. Uno de ellos son los posos de café.
Los posos de café, es decir, los restos que quedan en la cafetera una vez que hemos extraído la bebida, son, posiblemente, el remedio más popular en cuanto al cuidado de las plantas se refiere. Debido a su contenido de nutrientes, se dice que son capaces de repeler plagas, promover un crecimiento más rápido o mejorar la composición del suelo.
A pesar de que a muchas personas les haya funcionado como "solución divina", el experto en jardinería Eduardo Barba ha desmitificado el mito en el programa de radio Hoy por Hoy, ya que, si bien los posos de café son materia orgánica, no poseen un verdadero poder de abonado.
Lo que dice el experto sobre los posos de café
Desde que comenzó su trayectoria profesional tras su paso por la escuela de jardinería, Barba ha observado que muchas personas creen erróneamente que los residuos pueden ser beneficiosos para el crecimiento de las plantas. Algo lejos de la realidad, a pesar de que a muchos les haya funcionado.
Si bien los posos de café son materia orgánica, no poseen un verdadero poder de abonado, pues carecen de los nutrientes esenciales que las plantas necesitan para su desarrollo. Cuando se prepara la bebida, el agua caliente extrae de los granos la mayor parte de sus componentes solubles, incluyendo las sales minerales y otros elementos nutritivos.
Esto significa que lo que queda en los posos es, en gran medida, un residuo carente de los nutrientes más importantes para las plantas. Por esta razón, al añadirlos directamente al sustrato, no se logra el efecto fertilizante que muchas personas esperan.
Además, Barba subraya que un material orgánico solo se convierte en un abono útil para las plantas si ha pasado por un proceso de descomposición adecuado. En este sentido, la simple adición de posos de café al suelo no favorece directamente a las plantas, ya que estos no han sido compostados.
Eduardo Barba en 'Hoy por hoy'
El experto señala que el compostaje es un proceso esencial para convertir los residuos orgánicos en un material beneficioso para la fertilización del suelo. En la naturaleza, la materia orgánica, como las hojas caídas de los árboles, primero debe descomponerse a través de la acción de microorganismos y otros agentes biológicos antes de ser aprovechada por las plantas.
De lo contrario, se mantiene en una forma que no está disponible para la absorción radicular. En el caso de los posos de café, si se incorporan a un sistema de compostaje adecuado, donde se mezclan con otros materiales y se someten a una descomposición controlada, entonces podrían eventualmente contribuir a la mejora del suelo. Pero su uso directo, sin este proceso previo, no es una práctica efectiva ni recomendable en términos de nutrición vegetal.