El bocadillo saludable que puedes cenar todos los días para conseguir un vientre plano: una receta ultrarrápida
- Gracias a su efecto saciante y antiinflamatorio, esta opción de cena ayuda a descansar mejor y perder peso.
- Más información: Soy nutricionista y esta es mi cena favorita para perder peso mientras duermo: rica en proteínas y lista en 5 minutos
En el mundo de la alimentación, los bocadillos son una de las elaboraciones más odiadas. A pesar de que lo que incluyamos en su interior sean los ingredientes más saludables del mundo, el pan es lo primero que nos prohibimos —y nos prohíben— consumir si lo que queremos es perder unos cuantos kilos de más.
Sin embargo, desde hace unos años, la nutricionista Terica Uriol trata de explicar precisamente lo contrario: el pan no engorda, pero sí las grasas y los acompañamientos que solemos incluir en los bocadillos.
De esta mentalidad y los resultados de sus pacientes, han nacido lo que conocemos como bocadillos saludables. Nuestra opción, cuyo protagonista principal es el brócoli y el huevo, está repleto de nutrientes esenciales como fibra, vitaminas y proteínas, y, además, está delicioso.
No solo ayuda a descansar mejor, sino que también es saciante y facilita la digestión, lo que contribuye a la pérdida de peso. Además, tiene un efecto antiinflamatorio que reduce la hinchazón y aporta mayor bienestar.
Otros bocadillos saludables para cenar
Aunque a primera vista la 'dieta del bocadillo' parezca un concepto poco compatible con una alimentación saludable, su diseño se centra en la elección de ingredientes de calidad, tamaños controlados y combinaciones equilibradas que cumplan con los requerimientos nutricionales esenciales.
El principio básico de esta dieta es que un bocadillo puede convertirse en una comida completa si se elabora correctamente, integrando una variedad de grupos alimenticios que aporten carbohidratos, proteínas, grasas saludables, fibra y micronutrientes.
En esta dieta, se opta por panes integrales o con harinas de grano entero, ricos en fibra y con un menor índice glucémico, lo que ayuda a mantener estables los niveles de azúcar y a prolongar la sensación de saciedad.
- Bocadillo de pollo: la pechuga de pollo es una buena opción para personas que estén a dieta, pues los nutricionistas recomiendan evitar embutidos como el chorizo, el salchichón o la mortadela, y en su lugar usar pollo o pavo. Para este sándwich tan solo hay que cocinar a la plancha o elegir el pollo en lonchas del supermercado y luego agregar unas rodajas de tomate, lechuga o canónigos y el toque del queso de cabra.
- Bocadillo de revuelto de atún, pepinillos, queso y cebolla: para la elaboración de este bocadillo hay que cortar los pepinillos y la cebolla morada en trozos muy pequeños, para luego mezclar estos dos ingredientes con queso de untar y atún, además de agregar un poco de jugo de limón. En la rebanada de pan integral se agregan tomates, unos trozos de aguacate y la mezcla de atún ya elaborada, en un bocado que será tan sabroso como saludable.
- Bocadillo con salmón ahumado: el salmón ahumado es una opción saludable que puedes encontrar en cualquier supermercado. Para ello, tendrás que untar una rebanada de pan integral con queso fresco, al que añadirás el salmón. Para hacer que sea más completo y pueda saciarte más, se pueden añadir unos brotes de ensalada y otros ingredientes adicionales como alcaparras u olivas.
- Bocadillo de setas, espárragos y hummus: aunque esta es una elaboración que necesita de algo más de tiempo que las anteriores, para así poder preparar un buen hummus casero, que será más saludable, es algo que merece la pena para poder disfrutar de un bocadillo ideal. Para la base del bocadillo se deben batir los garbanzos con el tahini, zumo de limón, comino, un cuarto de aceite de oliva, medio vaso de agua y una pizca de sal. Una vez listo el hummus, se deben saltear los espárragos, las setas y los ajos para añadirlos a este bocadillo saludable.
Las proteínas son fundamentales en los bocadillos de esta dieta, ya que contribuyen al mantenimiento de la masa muscular y a la sensación de saciedad. Estas pueden provenir de fuentes magras como pollo, pavo, atún, huevos, queso fresco, o proteínas vegetales como el tofu, tempeh o legumbres.
Las grasas saludables, presentes en ingredientes como el aguacate, frutos secos, semillas o aceite de oliva, también son importantes para el funcionamiento del organismo y para darle un toque sabroso al bocadillo. Las verduras y hortalizas son otro pilar de esta dieta, ya que aportan volumen, fibra y una amplia gama de vitaminas y minerales, además de añadir frescura y color al plato.