
Saúl Sánchez.
Saúl Sánchez, nutricionista: "Los yogures azucarados o edulcorados de supermercado no son una buena opción"
A pesar de su sabor dulce y atractivo, el experto aconseja optar por los yogures naturales y añadir ingredientes como canela en polvo.
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Los yogures son uno de los alimentos más populares del mercado. Además de su sabor y su asequibilidad, cuentan con una alta densidad nutricional y son una gran fuente de minerales, vitaminas y proteínas de alta calidad, que contribuyen de forma notoria a cubrir los requerimientos de diversos micronutrientes, según los expertos.
Sin embargo, y a pesar de la evidencia, no todos los yogures son tan saludables como dicen ser. Un estudio publicado en 2018 que se llevó a cabo en el Reino Unido resultó revelador: los investigadores analizaron casi 900 yogures y solo el 9% eran bajos en azúcares. Entre los destinados específicamente a los niños, la cifra se reducía al 2%.
Por este motivo, nutricionistas como Saúl Sánchez confiesan que ni los azucarados ni aquellos edulcorados "son una buena opción". A pesar de su aparente conveniencia y atractivo, el experto indica que la mejor alternativa es tan simple como comprarlo natural y añadir canela en polvo. O si lo queremos con fruta, podemos añadirla nosotros mismos.
El consejo del nutricionista ante los yogures de supermercado
Los yogures azucarados y edulcorados han ganado popularidad en los últimos años debido a su sabor dulce y atractivo, lo que los convierte en una opción frecuente para desayunos, meriendas o postres. A pesar de su etiqueta, tiende a subestimarse su contenido en azúcar, algo que no sucede con otros alimentos, como es el caso de la bollería o de los refrescos.
El consumo excesivo de azúcar no solo puede conducir a un diagnóstico de diabetes o a la ganancia de peso, sino que también puede aumentar el riesgo de diferentes enfermedades cardíacas, presión arterial alta, inflamación crónica y enfermedad hepática no alcohólica.
Los yogures azucarados contienen azúcares refinados que elevan rápidamente los niveles de glucosa, lo que puede llevar a picos de insulina. Estos picos no solo contribuyen al aumento de peso, sino que también pueden desencadenar antojos y aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2.
Por otro lado, los yogures edulcorados, aunque no contienen azúcar convencional, suelen incluir edulcorantes artificiales como el aspartamo, la sucralosa o el acesulfame K. Estos aditivos no aportan calorías; sin embargo, existen estudios que sugieren que pueden alterar la microbiota intestinal, afectar el metabolismo de la glucosa e incluso aumentar el deseo de consumir alimentos dulces, perpetuando el ciclo de antojos.
En contraposición, el yogur natural se presenta como la mejor alternativa. Este tipo de yogur no contiene azúcares añadidos ni edulcorantes artificiales, por lo que su sabor es naturalmente ácido debido a la fermentación de la lactosa en ácido láctico. Al elegirlo, se obtienen todos los beneficios de este alimento sin los efectos negativos asociados al consumo de azúcares o edulcorantes.
Según el nutricionista Saúl Sánchez, elegir un yogur natural en vez de uno azucarado o edulcorado es un cambio muy sencillo que puede impactar positivamente sobre nuestra salud. Además, para quienes prefieren un toque más dulce, el experto aconseja algo tan simple como añadir canela en polvo.
Esta especia no solo aporta un sabor agradable, sino que diversos estudios han demostrado que la canela tiene un efecto ligeramente hipoglucemiante, es decir, ayuda a reducir los niveles de glucosa. Esto se debe a que mejora la sensibilidad a la insulina, lo que permite que entre más fácilmente en las células y se utilice como fuente de energía. Además, posee propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, lo que contribuye a la salud en general.
Por otro lado, si la preferencia es disfrutar del yogur con fruta, la mejor opción es añadirla fresca. La primera opción, aunque parezca saludable, puede contener también grandes cantidades de azúcar, jarabes azucarados o conservantes.
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los yogures naturales, sean o no desnatados, tienen una media del 4% de azúcar, que procede de la lactosa. Sin embargo, el contenido medio de azúcar añadido de aquellos 'de frutas' está en torno al 9% (11 g por unidad).
Al añadir fruta fresca, no solo se obtiene el dulzor natural de la misma, sino también fibra, vitaminas y minerales que complementan el perfil nutricional del yogur. Algunas opciones ideales incluyen frutas bajas en azúcares como las fresas, los arándanos, las frambuesas o la manzana troceada, que además de aportar sabor, añaden textura y frescura.