Capriles: "Si Maduro aplica su decreto, que vaya preparando los tanques de guerra"

El parlamento venezolano ha rechazado "por inconstitucional" el decreto de "estado de excepción y emergencia económica" que emitió el presidente Nicolás Maduro el viernes pasado para hacer frente a supuestas amenazas de golpe de Estado.

"Es un decreto que desconoce la Constitución y, lo más doloroso, desconoce el dolor de la familia venezolana", dijo en la sesión el diputado opositor Julio Borges.

El dos veces candidato a la Presidencia de Venezuela Henrique Capriles había pedido anteriormente a los venezolanos que ignoraran el decreto de Maduro, tras asegurar que el Parlamento de mayoría opositora no lo aprobará por inconstitucional, como así ha sido.

"Si la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) rechaza este decreto y el Gobierno igualito quiere aplicarlo, este es un decreto que yo le digo a los venezolanos, nosotros tenemos que desconocerlo y yo llamo al país a desconocer este decreto si el Gobierno pretende imponerlo", dijo Capriles en rueda de prensa, previendo lo que iba a ocurrir.

Un llamamiento desde la "responsabilidad"

Capriles aseveró que hacía este llamado "con toda la responsabilidad del caso" pues el decreto es "inconstitucional" y "absolutamente nulo" pues, con la norma, Maduro supuestamente pretende pasar "por encima de la Constitución".

"Este decreto que está acá se presta para cualquier cosa, si Maduro quiere aplicar este decreto que vaya preparando los tanques de guerra, que vaya sacando los aviones de guerra y los tanques a la calle porque va a tener que aplicarlo por la vía de fuerza, no vamos a aceptar este decreto", advirtió.

El también gobernador del céntrico estado Miranda pidió además a los miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) "decidir" si están con la Constitución o con Maduro. "Esa será una decisión que le corresponderá a la FANB tomar, nosotros no queremos solución militar, por algo estamos buscando el revocatorio, la solución democrática", dijo al referirse al referendo que impulsa la oposición para revocar el mandato del presidente.

El llamado de Capriles se hizo tras convocar a una nueva marcha para pedir al Poder Electoral que acelere el proceso para activar el revocatorio y lograr que el referendo se realice este año antes de que venza el lapso constitucional para elegir a un nuevo gobierno.

La posición de los chavistas

La línea del chavismo ha sido clara en los últimos días: este año no habrá referendo revocatorio en Venezuela. Primero fue Jorge Rodríguez, designado por el Partido Socialista Unido (Psuv) para revisar las 1,8 millones de firmas entregadas por la oposición; él dijo que las rúbricas son fraudulentas aún sin tener acceso a ellas. Luego habló Diosdado Cabello, numero dos del oficialismo, y afirmó que “no hay tiempo ni manera de hacer ese referendo”. Por supuesto, el presidente Nicolás Maduro ha insistido en que el revocatorio en contra de su mandato “es una opción, pero no una obligación”.

Maduro, en un encuentro con un grupo de periodistas internacionales realizado en Caracas, ha negado la posibilidad de que el Consejo Nacional Electoral pueda hacer una consulta popular respecto a su continuidad en el poder este año, ya que considera que la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha incurrido en faltas a la ley que regula la convocatoria. “Por cada firma falsificada, demanda garantizada”, ha asegurado desde el Palacio de Miraflores.

Revocatorio en 2017

La Constitución venezolana establece que todos los funcionarios electos por el voto popular pueden ser revocados una vez cumplida la mitad de su período. En el caso del presidente, si sus funciones cesan antes del cuarto año de mandato, se debe convocar una elección en 30 días. Si el revocatorio es después, el vicepresidente quedará a cargo. Esta circunstancia ha hecho que Maduro asome la posibilidad de que el chavismo permita el revocatorio, pero en 2017, lo que le garantizaría al movimiento bolivariano tener a uno de los suyos al frente del país hasta 2019.

La oposición considera esto “un fraude a la voluntad popular” y por eso ha denunciado las diferentes maniobras gubernamentales para retrasar lo más posible la consulta.

“Vamos a batallar”, ha prometido Maduro, asomando que de ser aprobado por el CNE, el revocatorio se celebraría el próximo año.

Sobre el Parlamento, de mayoría opositora, Maduro ha asegurado que “perdió vigencia política”. “Es cuestión de tiempo que desaparezca”. Ha acusado a los diputados de estar desconectados de los intereses nacionales y cree que le será negado el decreto de estado de excepción publicado hace unas horas, que le da poderes especiales para enfrentar la “guerra económica” y las amenazas internas y externas en contra del país. “Quieren acabar con la vida económica del país para llegar con una alfombra roja a Miraflores”.

Conspiraciones por todos lados

Maduro también ha aprovechado el encuentro con la prensa para denunciar que una aeronave “con capacidades técnicas letales” ingresó en el espacio aéreo venezolano sin permiso en los últimos días.

El líder del Psuv ha asegurado que el “avión espía” detectado por la Fuerza Armada venezolana es un Boeing 707E3 Sentry que es utilizado por los militares norteamericanos para apoyar a “grupos armados en zonas de guerra o para preparar acciones para inutilizar equipos electrónicos”.

También enumeró una serie de planes en su contra desde Estados Unidos, Colombia y España, que, a su entender, han utilizado a los medios de comunicación para amenazar y agredir a su gobierno. “Los medios internacionales preparan un escenario de violencia contra Venezuela”.

A Maduro no le han gustado los reportes publicados por la prensa española que, según él, se enmarcan en una serie de estrategias que impulsan las “amenazas más graves que ha vivido el país en los últimos 10 años”.

La “campaña mundial” en su contra tiene al expresidente colombiano Álvaro Uribe como uno de los principales actores, ha denunciado Maduro que, durante su intervención televisada, ha insistido en que varias cabeceras madrileñas tienen una “obsesión total” impulsada por los “estúpidos oligarcas y el fascismo español”.