Una adolescente escapa después de 88 días secuestrada por el asesino de sus padres
- Jayme Closs, una adolescente de 13 años, logró huir de la casa donde estaba cautiva en Gordon, a unos 100 kilómetros al norte de Barron.
- James Closs, de 56 años, y su esposa Denise, de 46, fueron asesinados en su domicilio el pasado 15 de octubre, y su hija desapareció.
- Jake Thomas Patterson, de 21 años y sin antecedente penales, ha sido detenido por los hechos.
Jayme Closs, una adolescente de 13 años, está siendo tratada como una heroína en Estados Unidos desde hace varios días. Y no es para menos: ha conseguido fugarse tras pasar 88 días secuestrada por un hombre que al parecer mató a sus padres para poder llevársela.
Jake Thomas Patterson, de 21 años, fue arrestado poco después de que apareciera la chica con vida y comparecerá este lunes ante un juez para enfrentarse cargos de secuestro y doble homicidio, declaró la policía.
Jayme Closs fue hallada el jueves por la tarde a un centenar de kilómetros al norte del pueblo donde vivía con sus padres, Barron, en una zona rural de Wisconsin, en la región de los Grandes Lagos al norte de Estados Unidos.
Los investigadores creen que el detenido, Jake Thomas Patterson, había planificado el secuestro de la adolescente y que ella era su "único objetivo". "Creemos que nunca había contactado con la familia antes del 15 de octubre de 2018", dijo el sheriff de Barron, Chris Fitzgerald.
Aquel día, James Closs, de 56 años, y su esposa Denise, de 46, fueron asesinados en su domicilio, y su hija Jayme desapareció.
La policía y los habitantes del estado de Wisconsin, conmocionados por la noticia, emprendieron la búsqueda de la chica, pero sus esfuerzos no dieron resultado y, poco a poco, se perdió la esperanza de encontrarla con vida.
Escapar de su secuestrador
El jueves por la tarde, la adolescente aprovechó la ausencia de su secuestrador para escapar de la casa donde estaba cautiva, ubicada en una zona aislada cerca de la ciudad de Gordon, a unos 100 kilómetros al norte de Barron.
La adolescente logró escapar de la casa donde la tenían encerrada. Iba sucia, con el pelo enmarañado y unos zapatos demasiado grandes cuando se encontró con una mujer que paseaba a su perro.
La mujer, que había visto carteles con la foto de la chica, la reconoció y la llevó a casa de unos vecinos que avisaron a la policía.
"Era como ver a un fantasma", contó a la prensa local Peter Kasinskas, que la acogió durante media hora en su casa a la espera de que llegaran los agentes. "Parece que no había podido bañarse o lavarse", añadió, indicando que la joven, "probablemente en estado de shock", apenas le habló.
Jayme Closs sí comunicó el nombre de su presunto secuestrador, el color y la marca de su coche, y aseguró que no lo conocía antes de la muerte de sus padres, contó Kasinskas.
"Uno de mis hombres se cruzó con un vehículo que se correspondía con la descripción, lo paró y detuvo al sospechoso", indicó el sheriff de Gordon, Thomas Dalbec.
Al parecer el hombre, que no tiene antecedentes penales, estaba desempleado. Los investigadores creen que fue a casa de los Closs para secuestrar a su hija y lo acusan de haber "tomado luego medidas" para evitar ser encontrado.
"El sospechoso tenía la intención específica de secuestrar a Jayme" y había "planeado" cuidadosamente el secuestro, dijo en una conferencia de prensa el alguacil Fitzgerald.
Armas en casa
Durante el registro en su casa, la policía encontró varias armas, incluido un rifle como el que fue utilizado para matar a los padres de Closs.
La policía interrogó este viernes a la chica, que pasó la noche en el hospital y que se reunirá con su familia por la tarde.
"Voy a abrazarla, a apretarla con fuerza", declaró su abuelo, Robert Naiberg, al diario Star Tribune de Minneapolis.
"Pensábamos que esto iba a acabar de otra forma, así que estamos felices de que esté bien, aunque no sabemos exactamente cómo está", dijo su tío, Jeff Closs, a la radio Kare-TV.
El doble homicidio de los Closs, una pareja aparentemente apacible que trabajaba en una granja avícola local, desconcertó a las autoridades de Wisconsin. En ausencia de arma y de móvil evidente, el misterio aumentó con la prolongada desaparición de la hija, a pesar de la búsqueda llevada a cabo por la policía y por miles de voluntarios.
Las autoridades habían ofrecido una recompensa de 50.000 dólares por cualquier información que ayudara a encontrar a la chica.
Este "caso era complicado" y ha sido "Jayme la que nos ha dado la solución", declaró un responsable del FBI, Justin Tolomeo. "El instinto de supervivencia que mueve a esa niña es increíble", añadió el sheriff Fitzgerald.