Un migrante venezolano permanece en condición de refugiado mientras alza su bandera.

Un migrante venezolano permanece en condición de refugiado mientras alza su bandera. Europa Press

América

Panamá, Colombia y Brasil refuerzan sus fronteras ante la posibilidad de un nuevo éxodo venezolano

A los esfuerzos por controlar la migración se suman Chile y también Perú, el segundo país con más presencia de venezolanos en la región.

1 agosto, 2024 02:25

La comunidad internacional reprochó con celeridad el fraude electoral del régimen de Nicolás Maduro, quien insiste en que venció en los comicios aún sin tener la evidencia para respaldar su posición. Pese al apoyo manifestado a la oposición de Venezuela, los países de América Latina son testigos de las amenazas que tiene para sus ciudadanos un nuevo éxodo de venezolanos, cuestión que ha ocurrido cada vez que el actual presidente ha conseguido salirse con la suya y extender su paso en el poder.

Sólo en la última década más de 7,7 millones han salido de la nación. La situación es insostenible. Sobre todo, si se entiende que en la mirada de muchos analistas el éxodo de ahora puede ser mucho más grande. Algunos, de hecho, vaticinan que en torno a un 40% de venezolanos pueden emigrar. Otros datos, un poco más conservadores, aunque igualmente alarmantes, son los que ofrece la firma ORC Consultores, que pronostica que un 18% tenía la intención de emigrar si vencía Maduro. 

Para una buena parte de la región, las esperanzas de que se haga respetar la soberanía popular y el régimen salga del poder, continúan vivas. Sin embargo, son muchos los gobiernos que han preferido 'prevenir antes que lamentar', a través de un control más estricto de sus fronteras. Se trata de Panamá, Brasil, Colombia, Perú y Chile. Por su parte, son varios los jefes de Estado que temen un alza de la inseguridad.

Panamá y la selva del Darién 

Fue a inicios de julio, cuando el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, anunció un acuerdo con el jefe de la Casa Blanca, Joe Biden, para cerrar la selva el paso de la selva del Darién. El pacto fue considerado de beneficio mutuo, ya que es por esa zona donde miles de emigrantes intentan cruzar en búsqueda del 'sueño americano'. Con la crisis política y social que se agudiza en Venezuela, ambos mandatarios creen necesario endurecer las medidas y evitar una nueva escalada de acceso irregular. 

Mulino lo advirtió antes de los comicios. Sabía de las posibilidades de que Maduro no acepte su derrota y sabía, al mismo tiempo, de cómo ello podía producir un nuevo éxodo de migrantes. Hasta la fecha, la mayoría de los venezolanos que buscan acceder a Estados Unidos hacen uso del Darién (frontera con Colombia). Ello causa una serie de problemas en una Panamá que anhela orden y paz en sus fronteras. 

Más lejos aún, el presidente centroamericano confirmó en la tarde del lunes la suspensión "temporal" de todos los vuelos comerciales entre su país y Venezuela. El anuncio comenzó a regir ayer martes. El régimen de Maduro, antes del anuncio de Mulino, había establecido lo mismo, añadiendo también a República Dominicana, que tampoco aceptó sus elecciones como democráticas y ha exigido más transparencia.

Brasil y el estado de Roraima 

El mandatario brasileño, Lula da Silva, antes socio de Maduro en algunas materias, se mantuvo activo durante la campaña electoral de Venezuela exigiendo unas elecciones libres y justas. Es por eso, que al pronunciarse el Consejo Nacional Electoral (CNE) en favor del dictador, que a muchos tomó por sorpresa su prolongado silencio. Eso acabó y el lunes por la tarde sostuvo una llamada telefónica con su homólogo estadounidense, Joe Biden. Una llamada, que además del fraude, también abordó el tema migratorio. 

Imitando el ejemplo de Mulino con la selva del Darién, Lula también se estuvo alistando pensando en el peor de los escenarios. Una semana lleva fortaleciendo su frontera con Venezuela en el estado de Roraima. El lugar por el que más acceden venezolanos y que ahora corre el riesgo de volver a observar una llegada masiva. Lula sabe que la proximidad entre ambos territorios pone a su país bajo especial amenaza.

Colombia inserta un dispositivo terrestre

Al igual que el presidente brasileño, Gustavo Petro, jefe de Estado de Colombia, ha cumplido un papel esencial al no validar el presunto triunfo de Maduro y exigir la publicación de todas las actas. Es un líder de izquierda en el continente que ha decidido mantenerse en la ruta democrática y exigir que el conteo sea abierto y verificable. Petro, no obstante, también lidia con una crisis migratoria en su interna y es desde Venezuela donde más se alimenta el problema. El país 'cafetero' es el que más venezolanos recibe en el mundo.

Las medidas preventivas avanzan a toda velocidad. Las autoridades han insertado un dispositivo de seguridad que tendrá como propósito establecer los límites terrestres con Venezuela. Todo ello, para evaluar si se presentan aumentos en los flujos en la frontera y, en ese caso, adoptar las medidas que sean vistas como necesarias. Todas estas competencias quedarían relegadas a Migración Colombia, organismo responsable de velar por el resguardo de las fronteras y la legalidad en cada acceso.

Perú, que destaca por ser el único país en reconocer a Edmundo González como presidente electo, también ha tomado medidas en dirección a proteger sus zonas fronterizas. Lo ha manifestado a través de su ministro de Relaciones Exteriores, Javier González-Olaechea. "Nosotros habíamos previsto y tomado medidas preventivas hace diez días con la autoridad para reforzar los controles migratorios terrestres, de los puertos y aeropuertos (...) El país no puede recibir un éxodo de la magnitud del anterior".

En Chile, en tanto, Manuel Monsalve, subsecretario del Ministerio de Interior y Seguridad Pública, viajó ayer miércoles al norte del país. Permanecerá este jueves en la ciudad de Iquique y en la comuna de Colchane, para después arribar el viernes en Árica, en la Línea de la Concordia. El propósito de la autoridad será liderar un comité de seguridad fronteriza, para así evaluar la situación en la zona y ofrecer nuevas medidas de control.