El vicepresidente estadounidense, JD Vance, en la Casa Blanca.

El vicepresidente estadounidense, JD Vance, en la Casa Blanca. Reuters

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JD Vance acompañará a su esposa durante su visita a Groenlandia para "comprobar cómo está la seguridad allí"

El vicepresidente de EEUU se suma a la delegación que visitará esta semana la isla del Ártico. Pero modifica el programa tras las críticas de las autoridades danesas, que celebran la "desescalada".

Más información: Groenlandia pide a la UE que no se "esconda" de Trump: "Quieren apoderarse de nuestro país por encima de nuestras cabezas"

Á. Escalonilla
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El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, ha anunciado hoy que formará parte de la delegación de alto nivel que visitará Groenlandia este viernes. Una delegación que incluye a su esposa, la segunda dama Usha Vance, que pretendía aterrizar un día antes que su marido en Nuuk, la capital de la isla, para iniciar una estancia de carácter privado que se prolongaría, en principio, hasta el sábado.

"Había tanta expectación en torno a la visita de Usha a Groenlandia este viernes, que decidí que no quería que se divirtiera sola, así que voy a acompañarla", comenta JD Vance en el vídeo de 58 segundos publicado este martes en la red social X, en el que anuncia su desplazamiento a la isla.

Estaba previsto que el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz, en el ojo del huracán después de incluir por error a un periodista en un chat privado en Signal donde los altos cargos de la Administración —entre los que figuraba el propio Vance— comentaron con todo lujo de detalles los planes del Pentágono para atacar las infraestructuras de los hutíes en Yemen, y el secretario del Departamento de Energía, Chris Wright, se incorporaran más tarde a la comitiva que iba a acompañar a la segunda dama a la isla.

La bandera de Dinamarca ondea en Nuuk, la capital de Groenlandia, a 9 de marzo.

La bandera de Dinamarca ondea en Nuuk, la capital de Groenlandia, a 9 de marzo. Marko Djurica Reuters

"Muchos otros países han amenazado a Groenlandia, han amenazado con utilizar sus territorios y sus vías fluviales para amenazar a Estados Unidos, para amenazar a Canadá y, por supuesto, para amenazar al pueblo de Groenlandia. Así que vamos a comprobar cómo van las cosas allí", subraya Vance.

"En nombre de Donald Trump, quiero decir que revitalizaremos la seguridad del pueblo de Groenlandia porque creemos que es importante proteger la seguridad de todo el mundo. Desgraciadamente, los dirigentes tanto de Estados Unidos como de Dinamarca, creo, ignoraron a Groenlandia durante demasiado tiempo", añade el vicepresidente.

Ni él ni su esposa viajarán finalmente a Nuuk para asistir a la Avannaata Qimussersua (La Gran Carrera del Norte, en español), una carrera de trineos impulsados por perros celebrada en el poblado de Sisimiut, donde las autoridades danesas han reforzado su despliegue policial.

"Desescalada"

Waltz y Wright se desplazarán hasta la base militar de Pituffik, controlada por Estados Unidos. Vance los acompañará hasta las instalaciones, dice, para "comprobar" de primera mano "cómo está la seguridad" en la isla más grande del mundo. Una isla autónoma bajo soberanía de Dinamarca que su jefe quiere controlar por motivos de "seguridad nacional". Motivos que entran en colisión con los anhelos de independencia de los líderes políticos groenlandeses.

El primer ministro saliente, Múte Bourup Egede, interpretó que la visita de Usha Vance como una nueva demostración de fuerza por parte de Estados Unidos. "La señal es inequívoca", insistió Egede en una entrevista con el diario local Sermitsiaq. "Lo único que les importa es apoderarse de nuestro país por encima de nuestras cabezas", denunció el líder de la formación izquierdista Inuit Ataqatigiit.

Sin embargo, las autoridades danesas celebraron el cambio en el programa y el gesto de "desescalada" de Washington. "Pienso que es muy positivo que los estadounidenses suspendan su visita a la sociedad groenlandesa. En vez de eso, harán una visita a su propia base, Pituffik, y contra eso no tenemos nada", valoró el ministro de Exteriores, Lars Løkke Rasmussen.

La primera ministra danesa, Mette Frederiksen también había condenado con anterioridad la visita a la isla de Usha Vance, Mike Waltz y Chris Wright. "Es una presión, y es una presión a la que nos opondremos", expresó este martes la líder socialdemócrata en una entrevista con la televisión pública danesa. Una visita que, según sus declaraciones, no era "respetuosa" ni podría considerarse "privada".