Sólo ha pasado una semana desde que Trump pusiera los pies en la Casa Blanca, y ya la ha puesto patas arriba, como prometió. Nada más ser investido, firmó una orden ejecutiva contra la reforma sanitaria de Obama. El apartado sobre cambio climático del negacionista nuevo presidente de Estados Unidos, además, desapareció de la web prácticamente ipso facto, como relató EL ESPAÑOL en directo. Era sólo el comienzo de siete días en los que el republicano no ha dejado margen de maniobra.
Donald Trump ha firmado una docena de órdenes ejecutivas (4) y memorandos en el mismo tiempo en que Obama firmó cinco órdenes ejecutivas. La naturaleza de las firmadas por uno y otro son diametralmente opuestas, y dejan claro el viraje de 180 grados en Washington. Mientras el foco del republicano ha estado centrado en el proteccionismo comercial y medidas contra la migración, el demócrata se centró en los derechos humanos y la transparencia.
Trump anula el Obamacare mientras Obama estableció un código ético
Trump no esperó ni un momento más para cumplir con una de sus promesas electorales: tumbar la reforma sanitaria aprobada por el Congreso de EEUU en marzo de 2010. La orden ejecutiva contra el Obamacare del 20 de enero de este año lleva el significativo título de “Minimizar la limitación económica de la Ley para la Protección del Paciente y el Cuidado Asequible a la espera de su revocación”. Trump ha prometido el acceso a la sanidad “para todos” los estadounidenses.
La primera orden ejecutiva de Obama, por contra, fue mucho más prosaica, sobre términos legales empleados en “documentos presidenciales”. La firmó al día siguiente de su toma de investidura, al igual que otra de mayor trascendencia: la imposición de un código ético al personal de organismos públicos del Gobierno federal. Incluía la prohibición de aceptar regalos de los lobistas y medidas contra las puertas giratorias, como el impedimento de trabajar con asuntos u organizaciones relacionados con el trabajo ejercido anteriormente en el sector privado, durante los dos primeros años de servicio público.
Trump traza un muro “made in America”
La segunda firmada por Trump se produjo el lunes, en el cuarto día de su mandato. Ordenó la retirada de EEUU del Acuerdo de Asocación Transpacífico (TPP) que establece relaciones comerciales entre doce países, incluidos Japón, Singapur, Australia o México. El apartado de la web de la Casa Blanca que estaba dedicado a ello ahora luce un breve texto reivindicando el cambio hacia una “Política Comercial de EEUU Primero”. Ese mismo día firmó la prohibición de usar fondos del Gobierno para subvencionar a grupos que practiquen el aborto o asesoren sobre él en el extranjero, una política republicana de la década de 1980 que Obama había cancelado. De hecho, en su primera semana en el cargo, el demócrata reafirmó su compromiso para proteger el derecho al aborto.
El martes lo empleó para rubricar sendos decretos (memorandos) que inician su desmontaje del legado verde de Obama, al mandar construir dos oleoductos paralizados por Obama en consonancia con su política de impulsar las energías renovables.
El golpe de efecto de la Administración Trump, en el portal digital de la Casa Blanca, tras anular el apartado sobre cambio climático introducido por su predecesor, se completó el fin de semana con la desactivación de la versión en español de la página, también impulsada por Obama. 48 horas después de que el magnate tomara el poder, para “devolvérselo al pueblo”, únicamente se podía leer -en inglés-: “Lo sentimos, la página a la que intenta acceder no está disponible”. El lunes salió el portavoz Sean Spicer diciendo que era sólo algo temporal mientras remozaban toda la página y este jueves el mensaje había cambiado -aunque aún seguía en inglés- para decir: "Gracias por su interés en este asunto [sin decir en ningún sitio cuál]. Siga atento mientras continuamos actualizando WhiteHouse.gov".
Sucedió tras la orden ejecutiva del miércoles que puso en marcha el proceso para construir el muro, que Trump ha prometido comenzar en cuestión de meses. Dicha orden también establece que los inmigrantes acusados -que no declarados culpables- de algún crimen también puedan ser expulsados. Como el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, repitió que no piensa pagar el muro como pretende el nuevo presidente, Trump amenazó con anular la reunión bilateral prevista para la próxima semana y el mandatario mexicano respondió negándose a visitarle. Ya antes había recibido presiones para no asistir. En esa reunión también habrían abordado probablemente el acuerdo comercial NAFTA que une a los tres países norteamericanos y del que Canadá se ha mostrado dispuesto a retirarse tras la confirmación de Trump el domingo sobre sus intenciones para conseguir nuevas condiciones.
Obama anuló la tortura y Trump la reivindica
El primer presidente afroamericano de EEUU firmó tres órdenes ejecutivas más en el segundo día de su legislatura. Todas estaban interconectadas, pues buscaban recuperar los derechos de los sospechosos de un crimen, tras el endurecimiento de las leyes que había llevado a cabo su predecesor, George W. Bush, en respuesta al 11-S.
El 22 de enero de 2009, firmó una orden para “garantizar interrogatorios legítimos”, incluido el respeto a la Convención contra la Tortura de la ONU para “promover el tratamiento seguro, legal y humano de los individuos detenidos por Estados Unidos”. A la vez, firmó la orden ejecutiva para el cierre de Guantánamo, algo que finalmente no completó y que supone uno de los mayores reproches de las organizaciones de derechos humanos contra el legado de quien fuera nombrado -no sin polémica- Nobel de la Paz, al inicio de su primer mandato. El mismo día firmó una tercera orden que revisaba las “opciones de las políticas de detención” en la lucha antiterrorista.
Por contra, Trump volvió a defender la tortura y específicamente el ahogamiento simulado (waterboarding) este miércoles, en su primera entrevista a fondo como presidente, en la cadena estadounidense ABC. Eso sí: en este caso ha decidido que dejará la decisión de volver a legitimar estas técnicas en manos de su equipo de confianza, lo que incluye al jefe de la CIA, Mike Pompeo, contrario al ahogamiento simulado.
La primera entrevista que concedió Obama tras llegar al Despacho Oval fue con el canal árabe con sede en Dubai, Al Arabiya. Gran parte de la entrevista giró en torno a la nueva política de EEUU en aquella región: “Respeto frente a división, escuchar frente a aleccionar, implicación por encima del militarismo”, resumió entonces el periodista Sam Stein en el Huffington Post. Mientras Trump aún no ha aclarado en qué quedará su idea de prohibir la entrada de musulmanes a EEUU (extremo del que ya se retractó parcialmente), Obama comentó en Al Arabiya, aquella primera semana de 2009, que “el uso del lenguaje importa” y que “no podemos meter en el mismo saco una fe a consecuencia de la violencia que se comete en nombre de esa fe” y ofreció “una mano amiga” al mundo musulmán. No llegó a defender la solución de los dos estados en el conflicto palestino-israelí, pero sí pidió “sacrificios” a Tel Aviv para encontrar la paz.
Trump habló con Netanyahu; Obama, con Abas y Olmert
De hecho, las primeras llamadas a líderes internacionales que realizó el demócrata fueron, en primer lugar, al líder de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abas, y seguidamente al entonces primer ministro israelí, Ehud Olmert. Después llamó al rey Abdulá de Jordania y al egipcio Hosni Mubarak. Realizó las cuatro llamadas al día siguiente de ser investido presidente de EEUU. El portavoz de Obama explicó entonces que su intención era “comunicar su compromiso para una implicación activa” en la “paz árabe-israelí desde el principio de su mandato”, recogió The Guardian.
Trump mantuvo una conversación telefónica únicamente con una parte del conflicto, con su homólogo israelí, Benjamin Netanyahu, al segundo día de tomar el poder. Aunque no trascendió un compromiso definitivo para el traslado de la Embajada de EEUU en ese país de Tel Aviv a Jerusalén, es una promesa electoral de Trump con la que cuenta el Gobierno conservador israelí. Levantaría ampollas en el conflicto con los palestinos, pues ambas culturas entienden que esa debe ser su capital. Un portavoz de Hamas, que gobierna en Gaza, comentó a la cadena Al Jazeera que Trump “debe elegir sobre si quiere crear paz en la región o si quiere añadir más leña al fuego”.
Trump comenzó su colaboración con Rusia y Obama lanzó misiles en Pakistán
El martes habló con el egipcio Al Sisi. También inició su colaboración con Moscú para bombardear posiciones del Estado Islámico (EI) en Siria. Esto último lo había evitado la Administración Obama, ya que el Kremlin es parte interesada en la guerra civil siria, donde está del lado de Bashar al Asad, y aunque el EI es un punto y aparte en ese conflicto, el bando de Damasco considera terrorista a cualquier milicia opositora. Con Al Sisi habló sobre la lucha antiterrorista el mismo día de su intervención conjunta con Rusia en Siria.
Esta semana, el Wall Street Journal publicó que el FBI y la CIA investigan al nuevo asesor de seguridad de EEUU por sus contactos con Rusia -incluidas varias llamadas al embajador ruso en Washington, el mismo día que Obama anunció sanciones contra Rusia por sus supuestos ciberataques contra el Partido Demócrata para influir en las elecciones de EEUU. Mientras, Trump ha anunciado una “gran investigación” sobre “FRAUDE ELECTORAL” (lo escribió con mayúsculas en Twitter) en los votos de la jornada electoral señalando a indocumentados, entre otros. No hay que olvidar que el republicano ganó por el sistema de colegios electorales, pero en apoyo popular obtuvo 2,8 millones menos que la demócrata Hillary Clinton. Este jueves estaba previsto que firmara una orden ejecutiva para activar la investigación, pero finalmente se pospuso.
Cuatro días después de asumir el cargo en 2009, Obama aprobó el lanzamiento de misiles sobre áreas tribales de Pakistán. En aquella época, Al Qaeda era el principal enemigo terrorista a batir y el autodenominado Estado Islámico ni existía. Osama bin Laden aún vivía y se creía escondidos en ese país a él y a muchos de sus acólitos.
Trump cumplirá su octavo día en el Despacho Oval recibiendo a la primera ministra británica Theresa May, un encuentro en el que ambos esperan tantear un acuerdo comercial bilateral para cuando el brexit se produzca, cosa que sucederá aproximadamente cuando Estados Unidos celebre sus elecciones de mitad de legislatura en el Congreso. Para entonces, la primera potencia mundial será muy distinta a como la conocemos hoy, a juzgar por las primeras medidas que ha tomado su presidente.
Obama finalizó sus ocho años en el Despacho Oval habiendo emitido 277 órdenes ejecutivas, con una media de 35 anuales, aunque el primer año firmó 40, de acuerdo con datos del portal The American Presidency Project, asociado a la Universidad de California, que recopila la documentación de todos los presidentes de Estados Unidos, desde Abraham Lincoln. Precisamente en California continúa -que se sepa- su retiro vacacional Barack Obama para descansar antes de volver a la carga con su nueva “start-up” ciudadana.
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