De negar la entrada de Ucrania a la OTAN a su opinión sobre Trump: los 5 'bombazos' de las memorias de Angela Merkel
- El libro de la excanciller alemana verá la luz el martes, pero ya se han filtrado fragmentos sobre su mandato y su visión del mundo.
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Angela Merkel ha moldeado la historia de Alemania. Fue la primera mujer en alcanzar la Cancillería y gobernó la locomotora económica de Europa durante 16 años seguidos. Cuatro mandatos, entre 2005 y 2021.
Ahora, casi cuatro años después de jubilarse, la política conservadora, que se ha negado a comentar la actualidad política desde su salida del Gobierno, se ha lanzado a escribir sus memorias en un libro titulado Freiheit (Libertad, en español).
Por el momento, se sabe poco de lo que contiene la obra, que estará en librerías este martes 26 de noviembre. Sin embargo, en los últimos días se han ido filtrando algunos trozos ligados con su mandato y la relación que estableció con líderes de otros países.
Georgia y Ucrania, en la OTAN
Una de las primeras informaciones que ha salido a la luz tiene que ver con Ucrania. En concreto, según avanza el semanario Die Zeit, en su autobiografía, Merkel defiende su decisión de impedir que se allanara el camino de entrada a la OTAN a Ucrania y a Georgia porque temía una agresión de Rusia. Sucedió en 2008 durante una cumbre en Bucarest en la que Merkel frustró la intención de algunos miembros de invitar a estos dos países a desarrollar una hoja de ruta de acceso a la organización.
"Ucrania y Georgia habían pedido ese estatus de candidato a la adhesión (conocido como MAP). Una decisión en Bucarest no hubiera significado automáticamente el ingreso, pero políticamente hubiera representado algo irreversible. Hubiera sido el comienzo de la tercera ampliación de la OTAN tras 1999 y 2004", explica la excanciller. Y esto, sostiene, "Putin lo habría recibido como un sí al ingreso y como un desafío".
"Pensé que era una ilusión suponer que el estatus MAP habría dado a Ucrania y Georgia protección contra la agresión de Putin, que este estatus habría tenido un efecto tan disuasorio que Putin habría aceptado pasivamente los acontecimientos", señala la exmandataria. En aquel momento, además, Rusia tenía a su flota desplegada en el mar Negro, cerca de la península ucraniana de Crimea, ilegalmente anexionada en 2014. Ese mismo año, en verano de 2008, Rusia se lanzó a invadir Georgia.
Trump, el admirador de Putin
En sus memorias, que se extienden a lo largo de 700 páginas, Merkel también habla sobre Donald Trump, con quien mantuvo una tensa relación durante el primer mandato del republicano. En concreto, según detalla el semanario alemán, en su primera reunión con Trump en 2017, la exdirigente alemana notó que Trump se mostró "fascinado" por líderes autocráticos y dijo admirar al presidente ruso Vladímir Putin.
Sobre esa primera entrevista con Trump, Merkel confiesa que no le dejó "una buena sensación". Y es que antes de su encuentro cara a cara en el despacho oval de la Casa Blanca, él ignoró la solicitud de los periodistas y fotógrafos de otro apretón de manos, a pesar de las sugerencias de la canciller de repetir el gesto realizado frente a la entrada del edificio.
Durante la conversación, Trump retomó sus críticas "habituales" contra Alemania, a la que acusaba de haberse arruinado por la acogida de refugiados en 2015 y 2016, de no invertir en el gasto militar y de adoptar prácticas comerciales desleales. A su vez, Merkel asegura que respondió basándose en hechos, pero que se topó con alguien que actuaba "de manera emocional" y sólo escuchaba sus argumentos para "transformarlos en nuevas críticas". "Resolver problemas no parecía ser su objetivo", observa la alemana. Esa frustración, la de tener que lidiar con otros líderes complicados, la llevó incluso a buscar consejo en el papa Francisco durante una visita al Vaticano.
A favor de Kamala Harris
Angela Merkel no ha dejado de escribir sus memorias hasta el último momento. Por ello, su libro también recoge su deseo "de todo corazón" de que fuera Kamala Harris, la candidata demócrata, la que ganara las elecciones presidenciales de Estados Unidos del pasado 5 de noviembre. Según Die Zeit, Merkel quería ver a una mujer al frente del país más poderoso del mundo. "En el momento en que escribo estas líneas, el resultado de las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre de 2024 sigue abierto", sostiene Merkel en sus primeras páginas.
La política de puertas abiertas
La excanciller también se atreve a hablar de una de las decisiones más controvertidas que tomó en los 16 años de su gestión: la de haber mantenido las fronteras abiertas durante la crisis migratoria de 2015. Y lo hace para defender su posición. "Tuve la sensación de que, de no haber mantenido abiertas las fronteras, todos nuestros discursos sobre los valores europeos y la dignidad humana hubieran perdido toda credibilidad", ha explicado a la revista Der Spiegel durante una entrevista.
"La idea, por ejemplo, de parar a los migrantes con cañones de agua en la frontera alemana me parecía horrible y en todo caso no hubiera sido una solución", ha añadido. Además, ha insistido en que la solución al problema de la migración ilegal tiene que ser una solución europea porque, sostiene, lo contrario puede llevar a "un retroceso de la integración europea de consecuencias impredecibles".
En esta línea, Merkel ha aprovechado para distanciarse de la postura actual de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), liderada ahora por el candidato a canciller Friedrich Merz, que pide devolver en caliente a los inmigrantes en la frontera. "Me sigue pareciendo algo equivocado, es una ilusión creer que todo se resuelve si rechazamos a los inmigrantes en las fronteras alemanas", ha señalado.
Críticas a la CDU
Ésta no es la única crítica que la exmandataria ha lanzado contra la formación que dirigió durante décadas. En su opinión, según las filtraciones, el bloque conservador, formado por la CDU pero también por la Unión Socialcristiana (CSU), debería mantenerse abierto a una posible coalición con Los Verdes de cara a las elecciones generales anticipadas que se celebrarán en febrero de 2025.
Esto supone que Merkel se pone en contra de la posición del jefe de la CDU y primer ministro bávaro, Markus Söder, que ha descartado en reiteradas ocasiones una alianza con Los Verdes. "No me parece correcta la forma en que Markus Söder y otros en la CSU y en la CDU hablan de Los Verdes", ha indicado a Der Spiegel.