
El ministro francés de Interior, Bruno Retailleau. Reuters
El ministro francés de Interior sugiere que dimitirá si Argelia no acepta las deportaciones de "sus ciudadanos peligrosos"
El Gobierno galo trasladó al país africano una lista de sesenta argelinos residentes en Francia que quiere expulsar por "representar un peligro" para la seguridad nacional.
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El ministro de Interior francés, Bruno Retailleau, ha puesto sobre la mesa su posible dimisión. El alto cargo frances, podría renunciar al cargo si Argelia no acepta las deportaciones de "ciudadanos peligrosos" que residen en Francia.
Esta decisión se produce en un contexto específico: los ministros galos de Exteriores y de Interior trasladaron a Argelia una lista de sesenta argelinos que residen en Francia y que el Gobierno quiere expulsar porque, según considera Retailleau, "representan un peligro" para la seguridad nacional.
En las últimas semanas, Francia ha intentado expulsar a algunos de ellos, pero el Gobierno argelino se ha negado a permitir su entrada, lo que ha dejado en mal lugar al Ejecutivo francés.
"Si Argelia no recupera a sus ciudadanos peligrosos, iniciaremos una respuesta gradual. Pero si se respetan los acuerdos de 1994, el problema se resolverá", ha declarado.
Ante esta situación, el ministro ha dejado entrever su dimisión en una entrevista en el medio galo Le Parisien. Al ser preguntado por su renuncia al cargo en el caso de que Argelia no cumpliera con lo expuesto, Retailleau ha contestado que "Francia está lista para afrontar el desafío".
"No estoy aquí por un puesto, sino para cumplir una misión, la de proteger a los franceses. Mientras crea que soy útil y me den los medios, estaré movilizado. Pero si me pidieran ceder en esta cuestión tan importante para la seguridad de los franceses, obviamente me negaría", ha manifestado el jefe de Interior francés en alusión a su continuidad en el cargo.
Tensión entre París y Argelia
Estas declaraciones llegan en un momento de fuerte tensión entre París y Argel, con diversos contenciosos que se han ido acumulando, en particular desde el verano pasado, cuando el presidente francés, Emmanuel Macron, se alineó completamente con la posición marroquí sobre el Sáhara Occidental y descartó en la práctica la posibilidad de un referéndum de independencia.
Ante esto, Argelia, que es el principal apoyo del Frente Polisario, retiró enseguida a su embajador de París.
Desde entonces, Argelia, además de rechazar la entrada de ciudadanos expulsados por Francia, mantiene detenido desde noviembre al conocido escritor Boualem Sansal, que también tiene la ciudadanía francesa desde 2024, cuya liberación ha pedido Macron en varias ocasiones.
En esta línea, el pasado jueves se informó de que dos funcionarios franceses están imputados por las sospechas de haber realizado acciones de espionaje para el régimen argelino, en concreto haber aprovechado su posición para obtener y enviar informaciones sobre disidentes residentes en Francia.