
Ursula von der Leyen, a su llegada al Consejo Europeo Reuters
La UE pide reforzar la ayuda militar a Ucrania pese al diálogo Trump-Putin: "No es una negociación real"
Los líderes europeos ignoran de nuevo el veto del ultra húngaro Viktor Orbán y aprueban las conclusiones a 26.
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Una de las condiciones "clave" que planteó Vladimir Putin a Donald Trump para aceptar un alto el fuego en Ucrania fue "el cese total del suministro de ayuda militar y de inteligencia extranjera a Kiev". Los líderes europeos no se sienten en absoluto vinculados por esta demanda. Todo lo contrario, en la cumbre celebrada este jueves en Bruselas, los jefes de Estado y de Gobierno se han comprometido a acelerar el envío de municiones y misiles al Gobierno de Volodímir Zelenski. No obstante, siguen sin poner ninguna cifra a esta expresión de solidaridad.
La única excepción ha sido el primer ministro húngaro Viktor Orbán, uno de los líderes de la derecha radical en la UE y muy próximo tanto a Trump como a Putin. Sin embargo, el resto de líderes han ignorado el veto de Budapest -como ya hicieron en la anterior cumbre del 6 de marzo- y han aprobado la declaración de apoyo a Ucrania a 26. Una maniobra que en teoría no es jurídicamente posible, dado que las conclusiones del Consejo Europeo requieren unanimidad, pero que se está convirtiendo en una práctica frecuente. Es una forma de suspender de facto el derecho de voto de Hungría en la UE.
Esta vez, Zelenski no ha viajado a Bruselas pero se ha conectado al Consejo Europeo por videoconferencia desde Noruega. El presidente de Ucrania ha informado a los líderes europeos sobre los últimos ataques de Rusia, sobre su conversación telefónica con Trump y sobre los próximos pasos hacia un alto el fuego verificable y las negociaciones para un acuerdo de paz.
Una vez que el presidente de Ucrania se ha desconectado, los líderes europeos han discutido sobre la situación sobre el terreno en Ucrania y el estado del diálogo iniciado por Trump con el presidente ruso. "Ha habido una opinión compartida de que no se está produciendo una negociación real en este momento", ha explicado un alto diplomático europeo.
Los jefes de Estado y de Gobierno también han debatido la mejor forma de influir en el proceso, pero no han tomado una decisión en este sentido. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido que la UE debe nombrar un enviado especial que pueda sentarse a la mesa con Trump y Putin en nombre de los Veintisiete.
"Hay un fuerte acuerdo, como se refleja en las conclusiones a 26, sobre la necesidad de seguir apoyando a Ucrania política y militarmente", aseguran las fuentes consultadas. Sin embargo, los líderes europeos no han apoyado expresamente el plan de 40.000 millones de euros diseñado por la jefa de la diplomacia comunitaria, Kaja Kallas, que se basaría en contribuciones voluntarias en función del peso económico de cada país en la UE.
El plan Kallas cuenta con el apoyo de Alemania, Países Bajos, los nórdicos y los bálticos, es decir, los países más próximos al frente de guerra en Ucrania, que ya son los que aportan más ayuda militar. Sin embargo, los países del sur -Francia, España, Italia o Portugal- se resisten a aumentar su contribución hasta los niveles requeridos por Kallas.
De hecho, la propia Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad ha rebajado el alcance de su iniciativa y ha pedido a los Gobiernos que se concentren a corto plazo en el envío a Ucrania de munición por valor de 5.000 millones de euros. "Debemos empezar a dar pasos concretos: no sólo palabras sino hechos que demuestren que estamos ayudando a Ucrania ahora mismo. Porque cuanto más fuertes sean en el campo de batalla, más fuertes serán en la mesa de negociación", ha dicho Kallas.
Durante el debate en el Consejo Europeo, muchos dirigentes han reclamado acelerar las negociaciones de adhesión de Ucrania a la UE. El presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, ha propuesto incluso fijar una fecha para la entrada de Kiev al club: 2030. Pero Orbán bloquea en solitario la apertura de capítulos de negociación y ha anunciado incluso un referéndum para impedir que Ucrania sea nunca miembro de la UE.
En las conclusiones aprobadas a 26, los líderes europeos instan a Rusia a "demostrar una verdadera voluntad política para poner fin a la guerra". "La UE sigue dispuesta a intensificar la presión sobre Rusia, incluso mediante nuevas sanciones". Además, los activos del Banco Central de Rusia en territorio europeo seguirán inmovilizados "hasta que Rusia cese su guerra de agresión contra Ucrania y la compense por los daños causados por esta guerra", destaca el texto.
Cualquier acuerdo de paz debe respetar la independencia, soberanía e integridad territorial de Ucrania y tendrá que ir acompañado de "garantías de seguridad sólidas y creíbles" con el fin de disuadir a Rusia de cualquier futura agresión. "La UE y sus Estados miembros están dispuestos a contribuir a las garantías de seguridad, en particular apoyando la capacidad de Ucrania para defenderse eficazmente, sobre la base de sus respectivas competencias y capacidades, de conformidad con el derecho internacional", señalan las conclusiones.