Una cámara digital basada en la visión de los insectos

Unos ojos que lo ven todo

Ya hemos aprendido en otros artículos que los artrópodos son únicos por muchos motivos. Uno de estos motivos es el tipo de visión que presentan muchos grupos de artrópodos, incluidos los insectos: los ojos compuestos. Este tipo de ojo está formado por miles de pequeñas unidades, llamadas ommatidios, que funcionan como un ojo independiente y cada ommatidio tiene su propio campo de visión, lo que les permite ver todo lo que ocurre a su alrededor. En la imagen de portada se puede ver perfectamente este tipo de estructura.

Este tipo de visión proporciona muchas ventajas obvias pero también tiene una pequeña pega. Al estar formado por tantos ommatidios, los campos de visión se solapan entre sí y afectan a la agudeza visual. Sin embargo, esta pequeña pega también ofrece una gran ventaja y es que, al solaparse los campos de visión, este tipo de ojos están especialmente adecuados para detectar movimientos.

Basándose en el funcionamiento de los ojos compuestos, los investigadores han diseñado una matriz de goma formada por microlentes con una red de fotodetectores de silicio. Todo este conjunto se puede inflar hasta que adquiere la forma semiesférica y acoplarlo al resto de la cámara. Al igual que los ommatidios, este tipo de técnica proporciona una percepción de la profundidad que permite observar varios objetos a la vez aunque estén situados a distancias distintas.

Las aplicaciones futuras de este tipo de dispositivos engloban desde cámaras de vigilancia a aparatos de endoscopias.

Con lo aprendido hoy seguro que ahora entendemos mejor la razón de por qué cuando intentamos matar a una mosca o a un molesto mosquito que no nos deja dormir siempre salen volando antes de que podamos darles con el trapo. Es debido a este tipo de visión que les permite ver todo cuanto les rodea. En alguno de esos intentos al final conseguimos atizarles pero no me negaréis que a veces cuesta bastante.

Fuente: SINC, Invertebrados (Brusca & Brusca)